Latinoamérica
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La estrategia del caos
Juan Vladimir Ortiz
Rebelión
La Secretaría de Estado de los EEUU, luego de evaluar la situación política
en Bolivia ha instruido a sus operadores agitar nuevamente el escenario
electoral, porque consideran que pueden capitalizar la incertidumbre del pueblo
boliviano como beneficio y ensamblar con las decisiones que salen de las
reuniones que realizan expertos del stablishment, Gonzalo Sánchez de Lozada, sus
ex ministros y representantes de la oligarquía, quienes afinan y redefinen
sociedades y complicidades, para la estricta aplicación del Libreto entregado
por el American Enterprise Institute a la Nación Camba, donde señalan como
principal objetivo la SECESIÓN de BOLIVIA, o en su defecto la intervención
militar a nuestro país con la participación de cascos azules de la ONU.
La organización del caos
En el ámbito institucional, hicieron trabajar al Tribunal Constitucional, la
Corte Nacional Electoral, el Parlamento y el Gobierno, para que a través de los
mecanismos a su disposición desarrollen acciones de generación y administración
del caos, confusión y guerra psicológica; Veamos:
a) La Sentencia Constitucional 0066/2005 de 22/09/2005, fue el instrumento
utilizado por las bancadas parlamentarias regionales, para desatar el
zafarrancho sobre la redistribución de escaños y la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de la Convocatoria a Elecciones Generales, con la finalidad
de postergar la realización de las mismas;
b) Paralelamente utilizaron a los comiteístas, alcaldes, y otros, que con
respaldos artificiosos amenazaron con movilizaciones, paros cívicos y bloqueos,
si se alteraba la fecha de realización de las elecciones generales y si
modificaban la asignación de escaños por departamento. El gobierno a través del
D.S. 28.429 cambió la fecha de realización de los comicios y la Corte Nacional
Electoral procedió a la redistribución de escaños… y no pasó nada;
c) La Superintendencia de Hidrocarburos organizó el desabastecimiento de GLP en
las ciudades de El Alto y La Paz, de Lubricantes en el oriente y el
racionamiento en la provisión de diesel y gasolina, tributando al caos en
momentos previos a la aplicación de las recomendaciones del FMI.
d) El 2 de Noviembre de 2005, ingresaron al país expertos militares de los EEUU
con la misión de confiscar y secuestrar 28 Misiles Tierra-Aire -de procedencia
china-, extrañamente este equipo que no contaba con la autorización congresal
correspondiente cumplió su labor sin la menor oposición de los responsables de
la Seguridad Nacional, el Ministro de Defensa Nacional Gonzalo Méndez y el Alto
Mando Militar.
Constataciones
Primero.- El pueblo boliviano no se tragó el anzuelo de trocar la
nacionalización de los hidrocarburos por elecciones generales. Porque l@s
bolivian@s somos concientes que la demanda de nacionalización de los
hidrocarburos e industrialización del Gas en Bolivia, se constituye en el hecho
más trascendente y común al Movimiento Social Boliviano, y que políticamente
significa la lucha por la toma del poder político, porque además, sabemos que el
poder constituido y las expresiones políticas del sistema no se adscribirán
jamás a estas demandas del pueblo y menos a su materialización, por su
característico accionar sumiso, delincuencial y antinacional, y porque sus
integrantes son los mismos que hicieron presidente a Gonzalo Sánchez de
Lozada, luego a Carlos Diego Mesa Gisbert y posteriormente a Eduardo Rodríguez
Veltzé, que garantizaron y garantizan la firma de contratos lesivos al Estado,
que legalizan la enajenación de nuestros hidrocarburos, que concentran el poder
económico y político, parásitos que medran de la cosa pública, pedigüeños
y carroñeros de los restos o migajas, que dejan las transnacionales en Bolivia.
Segundo.- El stablishment de los EEUU no confía plenamente en la capacidad de
sus operadores. Razón que ha impulsado a los expertos -que ven el tema regional
y nacional- a plantear una ampliación en la sociedad de reparto de los
beneficios por el saqueo de nuestras riquezas naturales, incorporando al festín
a nuevos actores "dizque representativos" de la sociedad boliviana, se refieren
a los cínicos comiteístas, alcaldes -de capitales de departamento-,
parlamentarios, etc., que pasearon su obsecuencia a los designios neocoloniales
en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, organizando "consensos" con el fin de
salvar la democracia de pactos.
Tercero.- Quieren enterrar la demanda de Asamblea Constituyente y mantener la
estructura colonial del Estado. La delictuosa sociedad Transnacionales,
Oligarquía y Sistema Político, tiembla ante la posibilidad de la realización de
una Asamblea Constituyente a la medida de las exigencias de los pueblos
indígenas y originarios, las naciones y los desposeídos de los centros urbanos,
porque sin lugar a dudas esta instancia revisará todos los regímenes especiales
de la Carta Magna hasta encontrar los equilibrios que permitan un nuevo Pacto
Social, que siente las bases de la planificación y el desarrollo de Bolivia, y
que redefinan las bases y lineamientos sobre los que se edificará el Nuevo
Estado, de tal suerte que los beneficios por concepto de explotación,
industrialización, comercialización y exportación, de nuestros recursos
naturales lleguen al pueblo boliviano, por ser el verdadero dueño de la
riqueza nacional e imprescindible actor en la construcción de un nuevo Estado
que recupere los valores de Dignidad y Soberanía Nacional.
Cuarto.- El Poder Constituido utiliza varias fórmulas para volver a la chicana
en los siguientes temas:
1.- Modificar la Ley de Hidrocarburos 3.058 de 17 de mayo de 2005; se firmen
contratos para exportar mayores volúmenes de Gas; diluir la migración a nuevos
contratos exigiendo modelos de contratos a su antojo y conveniencia; etc.,
acciones que guardan relación con el negocio de los hidrocarburos en la
explotación, comercialización y exportación, que dejan migajas al país.
2.- Aprobar un marco jurídico-legal que preserve los intereses de la oligarquía
latifundista -que goza del monopolio de la comercialización de la producción
agraria, agropecuaria, agroforestal- así como garantizar el funcionamiento
encubierto de bandas paramilitares que organizaron para defender sus posesiones,
llevar adelante la recolección de firmas reclamando la independencia de Santa
Cruz y proclamar abiertamente su espíritu pro-chileno.
3.- Aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana; Ley de Control de Armas
-destinas a reprimir y criminalizar las manifestaciones de protesta del
Movimiento Social Boliviano-; anulación del Juicio, extradición y cárcel de
Gonzalo Sánchez de Lozada y sus Secuaces.
Conclusiones
- En términos políticos, asistimos a un escenario de condiciones cambiadas en
relación a la Agenda de octubre de 2003, porque politiqueros y gobernantes, se
asocian para delinquir desde el poder, entregar nuestros recursos estratégicos a
la voracidad transnacional, proteger el latifundio en beneficio de la oligarquía
y mantener los privilegios de apátridas clasemedieros… en suma no
les interesa cambiar nada.
- Las políticas y tareas específicas de Seguridad Nacional, han sido
subordinadas a intereses y objetivos definidos por el capital transnacional, lo
que equivale a decir, que la soberanía nacional ha sido olvidada o confundida
con la defensa de intereses foráneos, actitud que estimula las acciones
secesionistas y pone riesgo la viabilidad de Bolivia.
- Con el beneplácito de la oligarquía petrolero-latifundista y autoridades
políticas, el Strio. General de la Organización de Estados Americanos (OEA) José
Miguel Insulza, actualiza la amenaza de intervención militar a Bolivia en
resguardo del equilibrio político de la región.
- Si bajo la permanente amenaza de invasión militar, continúa el robo de
nuestros recursos naturales, es obvio que las condiciones de existencia material
de l@s bolivian@s no cambiara, porque las elecciones generales no resuelven nada
y entonces como resultado asistiremos al periodo constitucional más breve de la
historia democrática de Bolivia.
- Finalmente, en defensa de la Soberanía Nacional se debe reposicionar la Agenda
de Octubre como ordenador de la transición histórica, cohesionar el
Movimiento Social Boliviano y constituir una conducción política patriótica y
unitaria, que asuma la responsabilidad histórica de organizar en cada barrio y
comunidad, acciones de defensa y resistencia social, frente a la permanente
provocación y agresión neocolonial.