Latinoamérica
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Consolidación y profundización del proceso revolucionario
Movimiento 13 de Abril
"Militar dentro del espíritu del 13 de Abril quiere decir militar para la
perduración y enriquecimiento de un acontecimiento que sirvió de eje de ruptura
entre un proceso transformador y las necesidades colectivas. Sin ese 13 de Abril
sería imposible entender la acción de resistencia y revuelta frente al saboteo
capitalista y transnacional que se da entre el Diciembre y Enero (2002- 2004).
Movimiento 13 de Abril tiene la posibilidad de representarse a sí mismo en la
forma de una articulación de grupos autónomos en alianza con sectores militares
de avanzada que apoyan el proceso pero a la vez toman distancia de la derecha
incrustada en él al mismo tiempo que profundiza en el perfil crítico y
revolucionario del proceso de transformación en curso."
El proceso revolucionario venezolano ha venido generando un conjunto de
propuestas-alternativas como respuesta a la crisis estructural de la sociedad
capitalista, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, que han
despertado el interés de diversas variantes progresistas del mundo popular y
revolucionario. En estos momentos se erige como una importante referencia de
transformación social para muchos movimientos revolucionarios a nivel global, lo
que constituye una enorme responsabilidad para quienes desde dentro del proceso,
participamos en la elaboración de las estrategias, que permitan por un lado
defender lo que se ha avanzado y por otro garantizar la profundización del
proceso revolucionario. Dicha responsabilidad debe ser asumida con una
implacable critica frente al fenómeno social, ya que de lo contrario solo se le
hará el juego a las posiciones acomodaticias que pretenden congelar el proceso
de transformación, convirtiéndolo en una usurpación más a las aspiraciones de
cambio real que vienen demandando los sectores populares que nos trajeron hasta
esta oportunidad histórica en Venezuela.
Ya es un lugar común en los conversatorios populares el sentimiento de
incertidumbre (respecto a la situación en las instituciones del estado) que poco
a poco a pasado de ser una mera corriente de opinión a tener expresiones de
movilización popular en defensa de derechos que el burocratismo ha venido
violentando. Si hacemos nuestros ejercicios de acercamiento comprensivo desde lo
que denominamos pensamiento critico, podremos detectar una serie de
desviaciones, contradicciones y traiciones dentro del proceso, que nos llevara
necesariamente a reconocer, que si bien vivimos un momento histórico de gran
dinamismo revolucionario tanto en los idearios que van emergiendo como en los
aspectos constructivos de nueva sociedad que vienen impulsando los distintos
movimientos populares en estos años, no es menos cierto que nuestro proceso
político venezolano tiene un gran numero de deficiencias, que lo amenaza
estratégicamente.
Dentro del conjunto de fuerzas socio-políticas que conforman el abanico
revolucionario venezolano encontramos una gran disparidad de criterios,
respecto a cuales deben ser las tareas que se deben abordar, para consolidar un
referente popular revolucionario que asuma la direccionalidad estratégica del
proceso y que impulse el combate abierto a las posiciones vacilantes,
burocráticas y entreguistas, que pretenden domesticar la potencia revolucionaria
que encarna el pueblo en estos momentos. No ha sido fácil avanzar hacia la
conformación de ese necesario espacio de articulación popular que nos permita
ordenar la intensa actividad revolucionaria que vienen desarrollando los actores
populares en este período. En la medida en que los movimientos
socio-políticos populares logren encontrar los cauces adecuados para
consolidarse como los verdaderos conductores de la transformación en marcha, mas
claro será el panorama de la Revolución Bolivariana, con esto queremos señalar
que es responsabilidad de los propios movimientos populares el garantizarse el
espacio que les corresponde como dirección revolucionaria.
Se trata entonces de crear poder popular para construir una fuerza en la
perspectiva de llegar a las instituciones para su transformación y sumar fuerzas
que conduzcan la creación de una nueva institucionalidad. Esta nueva concepción
se manifiesta, con diferencias y aproximaciones en las miles de vivencias
sociales, políticas y culturales, que se desarrollan en los diferentes
territorios. La primera tarea entonces que tenemos por delante es colocarnos al
servicio de esos esfuerzos y en conjunto con ellos diseñar ejes de desarrollo
que aceleren el nivel de intercambio y de comunicaciones, en la configuración de
pasar a etapas superiores de construcción. A través de la coordinación en las
tareas y el respeto y actividad conjunta de las diferentes formas de
pensamiento, desde muchas vertientes, y de los mas diversos sectores del pueblo
aparecerán nuevas y principales tareas e ideas que poco a poco desde lo básico a
lo más complejo irán construyendo el proyecto de la nueva sociedad que todos
queremos.
Pensar que el desarrollo de las fuerzas del pueblo, y el desarrollo de la
conciencia estará dado por la elaboración de grandes propuestas salidas de los
cerebros más esclarecidos (la vanguardia ideológica), es volver a cometer los
errores del pasado y no conocer la realidad actual.
Las amenazas, interiores y exteriores no han desaparecido. Actualmente,
sectores de la burguesía venezolana en plena desbandada intentan encontrar algún
arreglo que les permita continuar haciendo dinero con sectores de la maquinaria
gubernamental, no conforme con eso están posicionados y preparándose para una
nueva arremetida contra los avances que se han obtenido, lo grave de esto es que
existen funcionarios que les hacen el juego, personajes que nunca les ha
interesado la lucha por la justicia social y las reivindicaciones populares.
Frente a este panorama, el llamado es a la organización popular para profundizar
los logros alcanzados e implementar la articulación en redes para materializar
el ejercicio de la participación democrática en las decisiones, originando la
información y la formación de la conciencia social, en la búsqueda de
condiciones que le permitan al ciudadano en forma colectiva y sucesiva ir
generando escenarios de bienestar, además de controlar y vigilar el
funcionamiento de de la gestión pública.
No debemos dejar a un lado las fortalezas y debilidades de la revolución
bolivariana:
Sus Fortalezas: 1. La movilización, 2. La evolución de Chávez y 3. El petróleo.
Sus debilidades: 1. La escasa organización y 2. El burocratismo y 3. La
corrupción.
Para avanzar en el proceso de construcción, proponemos:
1. - Recoger de los sectores del campo popular los valores éticos y morales,
ideológicos y políticos que los identifican y que son el cemento de unidad que
abarcará a la diversidad de las expresiones populares. Elaborar un plan de
acción ideológico que abra el debate en las comunidades respecto al camino que
nos debemos dar, restituyéndole al ser humano su puesto central en la
construcción de todo proyecto.
2. - Estableces canales efectivos de información a través de la inteligencia
social.
3. - La construcción del poder popular, de acuerdo a los criterios del
colectivo, y donde unos de sus principales objetivos sea la defensa de la
democracia, defensa de la soberanía, lucha por la justicia social y compromiso
revolucionario para con nuestros principios e Intensificando el proceso popular,
que pasa por:
• Multiplicación de las redes sociales, pedagógicas, socioculturales,
comunicacionales, asambleas de barrios, espacios autónomos
• La participación directa en la organización, convocatoria y desarrollo del
Congreso Nacional del Poder Popular.
• La solidaridad, participación y consolidación de los programas sociales.
• La suma en los espacios de participación en los "Consejos Comunales y
Parroquiales", "Contralorías Sociales", y sus respectivas redes como primera
fórmula para la consolidación concreta del estado participativo.
• La agrupación de las prácticas de economía social y cooperativismo alrededor
"Comunidades Autogestionarias" y "Núcleos de Desarrollo Endógeno", como espacios
para la integración ampliada y articulada de una economía socializada y no
acumulativa.
• La solidaridad y la participación en todas aquellas iniciativas de base que
vayan en función de la recuperación de los medios de producción (tierras,
fábricas, espacios urbanos) y ponerlos bajo el control social de los
trabajadores, o de instituciones de servicio público (escuelas, hospitales,
centros culturales, puertos) que pasen a manos del control comunitario.
• El apoyo a todas aquellas iniciativas de cogestión y autogestión de empresas
públicas que vienen adelantándose bajo el principio revolucionario del "control
obrero", así como su extensión hacia el conjunto de las empresas básicas y de
PDVSA.
• El incentivo a la movilización social reivindicativa y revolucionaria,
combinando desde ella las dinámicas de resistencia, de confrontación y
alternativas al orden de explotación dominante.
• La promoción de campañas políticas, periódicos amplios y propios, agencias de
noticias y debate, escuelas de formación, que sirvan de foros públicos para el
afianzamiento de la movilización popular, del poder y la organización social, la
crítica revolucionaria, el pensamiento emancipatorio.
• La participación creciente en iniciativas latinoamericanas y construcción
social, en combinación con los múltiples movimientos de lucha presentes en
nuestro continente. Trazar estrategias compartidas entre los movimientos de los
pueblos es fundamental en estos momentos, básicamente en defensa de la
biodiversidad, el agua, los recursos naturales, los conocimientos ancestrales,
el enfrentamiento al ALCA, a la presencia militar de EEUU, y en general, ante la
nueva ofensiva colonial, anexionista y el imperialismo de ocupación que viene
adelantando este país aquí y en el mundo entero. Pero a su vez es necesario
respaldar a fondo las iniciativas integradoras bajo la forma del ALBA
(Alternativa Bolivariana para las Américas) y los modelos alternativos de
integración que vienen dándose tanto en el papel como en la práctica a través de
los mercados comunes de economía social y la formación de movimientos sociales
integrados.
Sin duda Movimiento 13 de Abril será la organización autónoma del pueblo, y por
lo tanto un movimiento alternativo revolucionario.
En resumen podemos decir quienes somos y también podemos decir lo que queremos y
diseñar el trabajo futuro en conjunto, ayudándonos unos con otros, superando
hegemonismos estúpidos, recelos infantiles, que son los residuos amargos de
dogmatismos anacrónicos. Un tema en desarrollo es el como nos organizamos,
porque creemos y defendemos la organización para ser mas eficientes y poder
accionar mejor y en esto nos diferenciamos de las concepciones anarquistas.
Estemos atentos a no repetir viejos esquemas y los errores del pasado.
Debemos fortalecer la organización, lo que pasa por vías de comunicación
expedita, acuerdos políticos claros, procesos de información y procesos de
formación política y técnica, políticas mínimas de finanzas, de alianzas, (...)
etc.
Generalmente somos capaces de percibir los errores y las debilidades de los
otros pero nos cuesta entender y comprender nuestras debilidades y nuestros
errores como organización. Tenemos entonces la obligación de realizar una
profunda revolución entre nosotros, tenemos la obligación de realizar una
profunda revolución al interior de cada uno de nosotros si verdaderamente
queremos que nuestros sueños se hagan realidad.
Somos parte del pueblo y en este contexto debemos actuar. No debemos olvidar
que "Somos un pueblo soberano, construyendo su futuro en democracia"