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El camino socialista y la revolución venezolana
Roy Daza
Rebelión
El neoliberalismo ya no puede ser presentado como alternativa de progreso, ha
quedado en evidencia que su aplicación, se convierte en causa de masivas
miserias, en quiebra de estables economías y en turbulencias sociales que
terminan jalonando a la política a los confines del caos.
Tres aspectos de un complejísimo panorama serán abordados sucintamente en este
artículo: 1) la crisis global del capitalismo, 2) el socialismo y la democracia
y, 3) el socialismo en Venezuela.
La crisis global del capitalismo
Cuando las tropas norteamericanas avanzaron sobre Bagdad y se empantanaron en
una guerra larga en la antigua Mesopotamia, quedó evidenciado que el tema
energético es la clave de la estrategia del gobierno de George W. Bush y que el
intento de liquidar a la revolución bolivariana, un año antes, estaba colocado
en igual perspectiva.
Estados Unidos consume cerca de 20 millones de barriles diarios de petróleo, de
los cuales 11 millones de b/d son importados. Los principales suplidores de
crudo a Estados Unidos son: Venezuela, México, Canadá y Arabia Saudita. Y es
previsible que para el 2020, es decir, en apenas quince años, las importaciones
norteamericanas alcancen a 18 millones de barriles diarios. Este es un hecho
objetivo y requiere de una visión de conjunto, porque el socialismo que
construiremos en Venezuela, se fundamenta en el análisis de la realidad y no en
elucubraciones fantasiosas.
La realidad es que la mayoría de las reservas de hidrocarburos del mundo están
ubicadas en las naciones que forman parte de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo y en el hemisferio occidental, no hay ninguna nación
que tenga los yacimientos que tiene Venezuela, tanto de petróleo pesado, como de
petróleo liviano, de bitúmen y de gas.
Para el año 2000, cuando se instauró por parte de la OPEP, el sistema de banda
de precios, entre 22 y 28 dólares por barril, se había equilibrado el mercado
energético internacional, estabilidad que fue rota en el 2001, una vez consumado
el abominable acto terrorista en Nueva York, que modificó los precios hacia la
baja. Posteriormente, el problema se tornaría más difícil, con el intento de
derrocar al Presidente Chávez en 2002 y con el inicio de la guerra en Irak en
2003.
Estos acontecimientos políticos intervienen en la situación del mercado, pero el
factor que más afecta a la estabilidad de los precios, es la acción de los
especuladores, que han convertido al sistema financiero internacional en un
casino universal.
Empero, el fundamento del mercado energético que más incide en el alza actual de
los precios, es el crecimiento inusitado de la demanda, se calcula que para el
2020, el mundo requerirá de 120 millones de barriles diarios de petróleo. El
tema energético coloca a la humanidad frente a un gran desafío.
En los últimos años, el sostenido crecimiento de las economías china e hindú han
provocado una fuerte alza de la demanda petrolera, otro factor a considerar en
los análisis.
Entre tanto, las tasas de ahorro e inversión en los Estados Unidos, según los
datos que aporta Joseph Stiglitz, están en niveles bajísimos: en 2000, el ahorro
nacional neto era de 5,8% y para el 2004 fue de 1%. La Tasa de inversión se
ubicaba en 2000 en 18,5%, mientras que en 2004 se redujo al 13.0 %.
Dice también el catedrático norteamericano que no es verdad que el desempleo sea
del 5,4 por ciento y expone que el déficit comercial de Estados Unidos está
signado por serios problemas de carácter estructural, cuya incidencia en la
economía internacional se hace sentir.
Por otra parte, la crisis tiene sus efectos sociales, veamos algunas cifras que
indican el fracaso de las tesis neoliberales y la imperiosa necesidad de buscar
alternativas viables. Escribe Frei Betto: "Habitan nuestro planeta, hoy, 6 mil
cien millones de personas. Sólo 2.100 disfrutan de condiciones dignas de vida.
Los otros 4 mil millones padecen: 2 mil ochocientos millones viven bajo la línea
de pobreza, lo que significa que nos disponen de una renta mensual equivalente a
más de 60 dólares. Y mil 200 millones viven bajo la línea de miseria con menos
de 30 dólares al mes".
El sistema capitalista no puede ser la respuesta a los problemas de la humanidad
y de una vez afirmamos que no es posible superar la pobreza en nuestros países,
en el marco del capitalismo neoliberal realmente existente.
El informe anual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señala
que el África subsahariana está cada vez más marginada en el mercado mundial,
con una población de 700 millones de personas, está región representa una parte
de las exportaciones mundiales inferior a la de Bélgica, país de apenas 10
millones de habitantes. Aquí mismo, en nuestro continente, encontramos casos de
pobreza extrema masiva, como las hambrunas que se vienen registrando en
Centroamérica y en general, se puede hablar de una situación de pobreza en la
mayoría de los países del Tercer Mundo.
El mundo está signado hoy por el terrorismo, la guerra y la crisis económica,
que día a día adquiere proporciones mayores. Resulta útil, anotar algunos datos
aportados por Fidel Castro.
"Pero el mundo y la sociedad capitalista entraban en una etapa enteramente
nueva. Apenas una parte insignificante de las operaciones económicas se
relacionaban con la producción y el comercio mundiales; tres millones de
millones de dólares en operaciones especulativas, vinculadas con las monedas y
otros valores, tenían lugar cada día; en las bolsas de Estados Unidos los
precios de las acciones crecían como espuma, muchas veces sin relación alguna
con las utilidades y ganancias de las empresas. Se crearon verdaderos mitos: no
habría más crisis; el sistema podía regularse, había creado los mecanismos
pertinentes para avanzar y crecer ininterrumpidamente. A tal extremo se llegó en
la creación de riquezas puramente imaginarias, que hubo casos de acciones en las
que, habiéndose invertido mil dólares, su valor se incrementó 800 veces en solo
ocho años. Era como un inmenso globo que se inflaba hasta lo infinito.
Conforme se creaban tales riquezas virtuales se invertían, se gastaban y se
despilfarraban. La experiencia histórica fue ignorada totalmente. Nadie al
parecer se daba cuenta de que cualquier cosa aparentemente intrascendente que
ocurriera en la economía de una región del mundo, podía estremecer el resto del
andamiaje económico mundial".
A veinte años de la Conferencia de La Habana sobre la deuda externa, el
economista Oswaldo Martínez señala que: "de 1986 a 2004, los países del Tercer
Mundo han pagado 4,4 millones de millones de dólares por servicio de la deuda,
lo que equivale a 244 mil millones de dólares al año", lo que quiere decir que
estamos financiando el déficit de los Estados Unidos.
Mucho hay que profundizar sobre el tema, queríamos sólo dejar algunos datos para
su estudio, pero es evidente, que el capitalismo neoliberal y globalizado ha
entrado en una fase de crisis estructural, que en las actuales condiciones, no
puede ser sino global. En un mundo interconectado e interdependiente como el que
vivimos, cualquier cosa que pase en cualquier parte, puede y de hecho es así,
incidir sobre la economía de naciones e, incluso, de regiones enteras.
El debate sobre la alternativa socialista, que es tan diversa como lo es el
pensamiento socialista desde sus orígenes, se asienta en un hecho
incontrovertible: la crisis global del capitalismo neoliberal.
El socialismo y la democracia
Desde el momento en que la mayoría determinante de la izquierda latinoamericana
se deslinda de las posiciones dogmáticas y autoritarias, se registra un renacer
del pensamiento socialista, que en nuestro caso, que viene tomado de la mano de
la democracia, porque no es concebible el socialismo sin democracia, y la
democracia no llega nunca a ser verdadera si no está inmersa en una estrategia
socialista.
La ruptura epistemológica que se deriva de los descubrimientos científicos de
Carlos Marx, es la piedra angular de la interpretación del capitalismo, en tanto
modo de producción, y sirve de referente teórico (entre otros) al estudio
científico del sistema capitalista global.
El carácter democrático del socialismo latinoamericano de la actualidad es un
verdadero desafío y, a la vez, un cuestionamiento a lo que fue el régimen
soviético y a la practica de los partidos comunistas del continente, pero es
también, una crítica directa y contundente a quienes una vez se ubicaron en la
izquierda y cuando llegaron al poder se convirtieron en los más entusiastas
neoliberales, como el boliviano Paz Zamora y de Teodoro Petkoff en Venezuela.
Los revolucionarios hemos comprendido que si bien el socialismo es la resultante
del proceso de desarrollo del capitalismo, no puede ser concebido como su
evolución, el socialismo es una propuesta de organización de la sociedad
distinta a la tradicional y una síntesis teórica de grandes movimientos de
conciencia de los pueblos, de una "reforma intelectual y moral" como tanto
insistió Antonio Gramsci.
¿Cómo expresa Marx el tema de la explotación capitalista y la enajenación que de
ella se deriva? No cabe duda que su descubrimiento más importante fue el de la
plusvalía, es decir, la base económica de la explotación capitalista, porque
desde muy joven, Marx entendió que las relaciones de producción se basan en
relaciones entre seres humanos, unos como explotados y otros como explotadores y
de allí edifica un continente teórico de dimensiones universales, en sus
manuscritos económico-filosóficos de 1844 expresa:
"Así, pues, mediante el trabajo enajenado crea el trabajador la relación de este
trabajo con un hombre que está fuera del trabajo y le es extraño. La relación
del trabajador con el trabajo engendra la relación de éste con el capitalista o
como quiera llamarse al patrono del trabajo. La propiedad privada es, pues, el
resultado, la consecuencia necesaria del trabajo enajenado, de la relación
externa del trabajador con la naturaleza y consigo mismo"
Y más adelante explica:
"De la relación del trabajo con la propiedad privada se sigue, además, que la
emancipación de la propiedad privada, etc., de la servidumbre, se expresa en la
forma política de la emancipación de los trabajadores, no como si se tratase
sólo de la emancipación de éstos, sino porque su emancipación entraña la
emancipación humana general; y esto es así porque toda la servidumbre humana
está encerrada en la relación del trabajador con la producción, y todas las
relaciones serviles son solo modificaciones y consecuencia de esta relación".
La construcción del socialismo es un hecho de conciencia y sólo generando las
condiciones para la generación de nuevos valores, podemos hablar de que estamos
avanzando hacia el socialismo. La base de una democracia real es la
participación de todo el pueblo en las grandes transformaciones.
El socialismo en Venezuela
Desde el mismo momento en que el Presidente Chávez, desde el Foro Mundial Social
en Porto Alegre se pronunció por abrir un debate acerca del Socialismo del siglo
XXI, muchas han sido las interpretaciones y comentarios. Queremos sí, dejar
sentado que para nosotros la discusión del socialismo no es algo etéreo, o un
ejercicio de imaginación, por muy atractivo que parezca ni mucho menos una
suerte de repetición de slogan de moda, para nosotros la construcción de una
estrategia socialista parte del estudio de la realidad específica de un país
determinado en condiciones determinadas, de las condiciones mundiales y de las
correlaciones de fuerza en el plano internacional y en el plano nacional. Lo
demás es pura palabra hueca y sin contenido.
¿Puede construirse el socialismo desde un capitalismo rentístico como el
venezolano?
Este es quizá, uno de los debates más apasionantes, porque si nos equivocamos
aquí, es decir, si nos equivocamos en la formulación del problema, corremos el
riesgo de cometer un error estratégico.
Hay que desentrañar las razones por las cuales no se sembró el petróleo, a
setenta años de haber lanzado Uslar Pietri la consigna, "hay que sembrar el
petróleo" que tanto consenso ha sumado pero que tan poco éxito ha tenido.
Concuerdo con la apreciación de uno de mis maestros, el doctor Álvaro Silva
Calderón, ex ministro de Energía y Minas y secretario general de la OPEP, cuando
plantea que la siembra del petróleo no se hace regando semillas, sino por
estaca, es decir, que nosotros los venezolanos, estemos en condiciones de
producir en nuestro país, los 187 productos derivados del petróleo, lo que
implica una modificación de la cesta de exportación, que actualmente se compone
de un 60 por ciento de crudo y de un 40 por ciento de productos. Si logramos
invertir esos porcentajes, estamos hablando de una revolución productiva de
grandes dimensiones, que nos colocará en la perspectiva de una estabilidad
económica por varias décadas, según mi criterio, más allá del 2021.
Esta iniciativa está asociada a la recuperación del ingreso petrolero, por parte
de la nación venezolana. Explico:
Desde la nacionalización del petróleo, quienes se convirtieron en la élite
oligárquica de PDVSA, junto a las compañías internacionales, trazaron un plan:
revertir las condiciones políticas y jurídicas que dieron lugar a la
nacionalización, es así como se impulsa, primero la "internacionalización" y
luego la "apertura", tan minuciosamente estudiadas por Juan Carlos Boué y
Bernard Mommer.
Cito a Mommer:
"El ingreso bruto por la producción de hidrocarburos en 1981 llegó a 19,7 mil
millones de dólares estadounidenses, y PDVSA pagó al fisco US$ 13,9 mil
millones, mientras que en el año 2000, la producción llegó a un nivel histórico
de US$ 29,3 mil millones y PDVSA pagó al fisco sólo 11,3 mil millones. En otras
palabras, por cada dólar de ingreso bruto, PDVSA pagó en 1981 al gobierno 71
céntimos en renta, regalías e impuesto, pero sólo 39 céntimos en 2000". (El
petróleo subversivo. enero de 2003)
Esta es la causa principal, en el ámbito económico, de la quiebra de Venezuela y
la raíz de la crisis histórica que estalla en la década de los noventa.
No podemos soslayar, que la puesta en vigencia de la Ley Orgánica de los
Hidrocarburos, instrumento jurídico con el que recupera el ingreso petrolero,
fue uno de los detonantes de la conspiración de la élite de PDVSA y sus aliados
externos en la navidad de 2002 y la alborada de 2003, conspiración que fue
derrotada por el pueblo y por su Fuerza Armada.
Por otro lado, el Presidente Chávez ha trazado una estrategia dirigida a
alcanzar nuestra soberanía alimentaria, liquidando al latifundio y produciendo
el 70 por ciento de los alimentos que consumimos. Si avanzamos a toda velocidad
en esta política, estaremos, también, en presencia de una revolución productiva,
porque en Venezuela hay dos condiciones naturales para que, producto del trabajo
de los venezolanos, se desplieguen las fuerzas productivas: el petróleo y la
tierra.
Vamos, entonces, en el camino de una revolución productiva, que creará las bases
para que se transforme el concepto de propiedad, estamos en condiciones de
cambiar en la Constitución este concepto y adoptar otro, que exprese que estamos
en una transición, y en ese proceso de transición habría tres tipos de
propiedad: la propiedad privada, la propiedad estatal, que ha de convertirse
progresivamente en propiedad de todo el pueblo y la propiedad colectiva, que,
también, deberá convertirse en propiedad de la sociedad toda.
El socialismo requiere de un amplio desarrollo de las fuerzas productivas, de la
democratización total del Estado y la transformación de la sociedad civil y de
la preeminencia de la cultura del trabajo por encima de la cultura del capital.