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El director del FBI de visita para la instalación de una oficina de ese organismo en Asunción
El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Robert S. Mueller,
llegará hoy a Paraguay para chequear los preparativos de instalación de una
oficina permanente de ese organismo en Asunción.
En sus dos días de permanencia, el funcionario estadounidense se reunirá con el
vicepresidente Luis Castiglioni, el titular de la Corte Suprema de Justicia,
Antonio Fretes, y el ministro del Interior, Rogelio Benítez.
Un comunicado de la embajada norteamericana en esta nación justificó la
instalación de un 'Agregado Legal' del FBI a partir de 2007, para cooperar con
la labor de los organismos de seguridad en el combate a crímenes transnacionales
como el narcotráfico y secuestros.
Destacó que esa 'representación diplomática' será el puente de comunicación
entre las autoridades estadounidenses y paraguayas, y estará a cargo de hacer
cumplir las leyes, incluyendo el acceso a las bases de datos de información y
otros recursos.
La nueva oficina permanente del FBI convertirá a Asunción en la octava capital
de Latinoamérica con servicios de Agregado Legal, y la 54 en el mundo, precisa
el documento.
Otras oficinas operan en Buenos Aires, Brasilia, Santiago de Chile, Caracas,
Bogotá, Ciudad de Panamá y Ciudad de México.
Integrantes de la Asociación Paraguayo-Cubana de Cultura 'José Martí', del
Partido Comunista Paraguayo, y de otros gremios asistentes aquí a un debate
regional sobre Terrorismo de Estado, revelaron sus temores sobre la
militarización del Cono Sur.
Coincidieron en que la oficina podría ser utilizada para 'controlar actividades
sociales y progresistas' y no descartaron que una sede del FBI en Asunción
reedite la época de la guerra fría y del 'Operativo Cóndor', implantado por las
dictaduras militares.
El anuncio del Buró Federal sucede en momentos en que analistas políticos,
legisladores y defensores de derechos humanos en Paraguay, Argentina, Brasil y
Uruguay advierten sobre los peligros de la instalación de una base militar del
Pentágono en la Triple Frontera.
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz de Argentina, sostuvo la víspera
que el gobierno y el Congreso paraguayos 'entregaron la soberanía del país a los
militares norteamericanos para sus propósitos hegemónicos'.
Aseguró que Washington 'tiene interés en controlar el Acuífero Guaraní, la mayor
reserva de agua dulce del planeta, y para ello monta servicios de asistencia
médica en zonas rurales de Paraguay, cuyo único propósito es espiar y recolectar
información estratégica'.
También el ex ministro y asesor de Defensa paraguayo Horacio Galeano advirtió
que la cooperación militar con Estados Unidos coloca a su país en 'una posición
vulnerable'.
El ex director del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de Juan Carlos
Wasmosy (1993-1998) considera que la intención es 'usar' a Paraguay como
'reserva estratégica' para intervenir en la región.
En esa dirección, Galeano subrayó la importancia del aeropuerto de la ciudad de
Mariscal Estigarribia, 'uno de los pocos lugares en América Latina que está a
una hora y media de San Pablo, de Río de Janeiro y de Buenos Aires, a dos horas
de Lima y una de la La Paz'.
Para el analista, Estados Unidos 'no va poner allí una base con cinco mil
hombres porque cuesta mucho (...), pero colocará radares, visualización por
satélite, y unos 40 ó 50 hombres para cuidar la plataforma y, en cualquier
momento, operar desde allí