Latinoamérica

El Tiempo contactó a 'Antonio García', uno de los miembros del Coce.
¿Qué espera el Coce que logre 'Francisco Galán' en estos tres meses? Los facilitadores que elaboraron la iniciativa de la Casa de Paz, propusieron que 'Galán' adelantara una primera exploración sobre la posibilidad de superar los cinco obstáculos que impiden construir la paz en Colombia. En los múltiples encuentros de 'Francisco' con la sociedad se podrán aproximar conclusiones que identifiquen un camino que permita construir una estrategia de paz.
¿Los contactos de 'Galán' con distintos sectores se convertirán en diálogos del Eln con el Gobierno? Depende de qué tan posible sea superar los obstáculos que bloquean recurrentemente los procesos de paz. La exploración que inicia 'Francisco' con la sociedad tiene ese propósito, pero la superación de los obstáculos depende de las políticas del Estado y del Gobierno. Si no hay flexibilidad en ellos cualquier esfuerzo de paz será inútil con este Gobierno.
Usted ha planteado el tema de la reparación por parte de los paramilitares ¿El Eln estaría dispuesto a reparar a sus víctimas? El Eln acoge voluntariamente el Derecho Internacional Humanitario. En lo de la reparación el Eln aplica las normas internacionales estipuladas para una fuerza beligerante. Cuando se produce un error accidental lo reconocemos y pedimos perdón por el dolor producido, esta es la reparación moral.
La otra tiene que ver con el análisis del error y de acuerdo con nuestra normatividad se sanciona a los responsables. Las reparaciones materiales se pueden hacer o quedar pendientes, en correspondencia a nuestras posibilidades de recursos.
¿Se acogería el Eln a la Ley de Justicia y Paz o bajo que parámetros ven ustedes regresando sus hombres a la vida civil? La Ley de Justicia y Paz favorece los crímenes de lesa humanidad y legaliza el paramilitarismo. El objetivo de los eventuales diálogos del Eln con el gobierno no es que la guerrilla regrese a la vida civil, sino que haya paz con justicia social. Si la paz consistiera en aumentar la 'civilidad' en Colombia, lo correcto sería mirar en otra dirección, pues la militarización de la sociedad siempre ha estado en otro lado. Hay caminos para inhabilitar las armas, como hay caminos para inhabilitar los males y dolores que padecemos los colombianos.
El presidente Uribe ha dicho que está dispuesto a renunciar a "sus convicciones", si ustedes ceden al cese de hostilidades.
El Presidente quiere moverse pero no lo hace y no podemos confundir una proposición condicionada con el reconocimiento de una realidad que para todos es una verdad evidente. La existencia del conflicto, jamás puede estar condicionada a la voluntad de una persona o de la acción futura de un interlocutor. No deja de ser otra talanquera al proceso.
Pero, ¿no coinciden las propuestas y los momentos? La sociedad civil pidiendo el cese y por medio de éste conseguir que el Presidente acepte que hay un conflicto...
La existencia de un conflicto no puede condicionarse a un cese del fuego, pues eso querría decir que tendría que dejar de existir el conflicto para decir que hay conflicto y eso es un tremendo galimatías. Es elemental que si alguien quiere construir la paz, entienda que está en una guerra, pero si está convencido que no hay guerra, entonces ¿qué es lo que se quiere? ¿El Presidente quiere sacar un provecho político electoral de esto? ¿Por qué no lanzarse y aprovechar esa oportunidad? Es obvio que el Presidente quiera sacar réditos políticos con la bandera de la paz, pero eso tiene para él unos costos, pues está obligado a cambiar su discurso, de la guerra a la paz. Pero se requieren hechos, coherencia de proceso. Nosotros estamos lanzados a la política y nuestro escenario es la solución política. Si con este Gobierno no camina nada, una candidatura en la que la paz sea su principal compromiso con Colombia, puede ser atrayente.
Es el tercer gobierno que promueve un proceso con ustedes. ¿Por qué siempre decir no? No siempre el Eln ha dicho que no. En el gobierno Pastrana fue él quien hizo fracasar el proceso; no quiso firmar los acuerdos de la Habana. Un proceso de paz ha de construirse entendiendo que hay obstáculos, pero con el firme propósito de superarlos.