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¿Por qué la reelección del narcoparamilitar Uribe Vélez?
Horacio DuqueHay muchas respuestas a esta pregunta. La más difundida por el gobierno y los
medios de comunicación que lo aplauden es que se trata de premiar a quien lo ha
hecho bien, a quien ha realizado un buen gobierno. Si el actual Presidente ha
cumplido una gestión buena para Colombia, pues lo mejor es mantenerlo en su
cargo, argumentan sus defensores.
Obviamente se trata de una cruel falacia. De una ficción forzada por la
manipulación de los grandes medios de comunicación. La actual realidad social,
económica y política de Colombia no puede ser peor, con la gestión del actual
gobierno. Es un desastre absoluto. La pobreza es indescriptible. La miseria
carcome a millones. El desempleo es un cáncer social. Los ricos son mas ricos y
su opulencia insulta a las grandes mayorías del país. La corrupción es una
práctica consuetudinaria en la administración pública. El clientelismo es la
forma común en la actividad política de los grandes caciques. El desplazamiento
de personas azota a mas de 4 millones. La impunidad de los paramilitares es
política de Estado. El narcotráfico vive su época de oro. La violencia se ensaña
en los más débiles. La guerra civil sigue su curso. La soberanía de la nación es
ultrajada por la potencia imperialista.
Así que el asunto es más complejo. El actual inquilino de la Casa de Nariño
llegó a su cargo con la tarea de ganar la guerra. Esa fue la orden impartida por
los poderosos dueños del país. Y guerra es lo que hemos tenido en estos tres
años con enormes gastos bélicos en el presupuesto y gigantescas inversiones en
el Ejercito y demás aparatos represivos. Sin embargo, casi a punto de culminar
el actual mandato, el conflicto sigue más vigente que nunca. La guerra civil se
profundiza y en vista de tal circunstancia Bush ha ordenado ampliar el Plan
Colombia con una segunda fase que se extiende hasta el 2010. Los gringos no
creyeron la historia de que el conflicto era una ficción y por eso tomaron las
medidas correspondientes.
Por tal razón se necesitaba la reelección por una sola vez de Alvaro Uribe, la
mas profunda obra de reingeniería hecha en Colombia al sistema político de
dominación oligárquica en muchos años. Con mucho, supera la reforma
constitucional del 91 y sus mas de 400 artículos. Acá fue suficiente el solo
"articulito" de Fabio Echeverri para poner las cosas en su lugar. Para dar forma
a un Golpe de Estado que se llevó por delante, cual huracán, lo poco de
institucionalidad democrática que aún existía en este país. La reelección es la
síntesis del Frente Nacional, claro que ahora sin el inútil bipartidismo que es
un cadáver insepulto. En épocas de globalización y "revolución empresarial y
tecnológica" esas maquinarias estorban, impiden la buena gestión de los
negocios.
Al capitalismo globalizado y dependiente de las poderosas multinacionales que
controlan al mundo desde los Estados Unidos no le interesa dar solución a los
agudos problemas sociales de nuestra nación. Su ley sagrada es la de la ganancia
y acumulación desmedida de fortuna, que importa que el costo sea el sudor y las
lagrimas de millones de proletarios, campesinos y marginados.
Menos interesa sentarse a realizar diálogos y negociaciones con la guerrilla
estructurada en la resistencia al despotismo político y la voracidad
oligárquica, durante los últimos 50 años. A la guerrilla y a cualquier forma de
resistencia popular armada hay que derrotarla, hay que aplastarla sin
contemplación. Esa misión debe proseguirla el caudillo de la ultraderecha.
Uribe Vélez es el nuevo emblema de la guerra contrainsurgente patrocinada por el
Pentágono. Por eso se necesita su reelección y así lo han dicho desde la Casa
Blanca, donde no ahorran elogios para esta marioneta imperial, que se ha
convertido en un peligro público para todos los pueblos del continente
suramericano.
Con la reelección del caudillo narcoparamilitar -que ya es un hecho porque los
Golpes de Estado no se equivocan- entramos en una nueva etapa de la guerra
contra el pueblo de Colombia.
Esa guerra tiene un nombre, es el conflicto ético, como versión de la Guerra
Asimétrica diseñada por los centros imperialistas del pensamiento militar, con
unas formas y una metodología muy concretas.
La guerra contrainsurgente que acompañará la reelección de Uribe Vélez incluye:
a) Segunda Fase del Plan Colombia; b) Un caudillo carismático que 'ame' a su
pueblo; c) El restablecimiento del orden publico con la Seguridad Democrática;
d) El control de la población; e) El proceso político; f) Campañas de operación
psicológica, eficaces y penetrantes, con propaganda a los Derechos Humanos; g)
La policía en frente, apoyada por los militares; h) La fuerza policíaca
expandida, diversificada con redes de informantes; i) Fuerzas Militares
convencionales reorientadas por la contrainsurgencia; j) Fuerzas Especiales,
asesoras dentro de las fuerzas nativas; k) Asegurar las fronteras y negar
refugio a los insurgentes; y l) Autoridad del Ejecutivo, sin los estorbos de
Cortes, jueces y partidos de oposición.
Son las prácticas operacionales exitosas observadas en mas de 17 casos de
insurgencia en el mundo y que ahora serán política oficial con la reelección.
Así que la continuación de la guerra contrainsurgente para derrotar y aplastar
la guerrilla revolucionaria campesina es la principal causa de la reelección del
caudillo paramilitar Alvaro Uribe. Lo otro es puro cuento de hadas.