Latinoamérica
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Furibundos y exasperados.
Por: Edwin Guerrero Blum
Furibundos y exasperados, casi histéricos, se ha visto aparecer en los
programas radiales y televisivos, a ciertos diputados y empresarios, que no se
encuentran satisfechos con los cambios que el Congreso dispuso en los tribunales
Constitucional y Supremo y en la Corte Suprema de Justicia.
Allí han aparecido Cynthia Viteri, los Blascos (padre e hijo), el Pocho Harb y
otros paniaguados del Partido Socialcristiano, y en especial, del diputado León
Febres Cordero, este último dijo que Gutiérrez se creía el "dueño del país", y
sólo le faltó decir "sin saber que el dueño soy yo". No podía ser de otra
manera, una reacción de esa naturaleza se tenía que venir, pues de pronto se
vieron sin el control de organismos que habían manejado y corrompido a su
antojo, y de los que se habían servido para sus protervos fines. Mediante el
Tribunal Constitucional, dejaron afuera a los vocales del Consejo Directivo del
Seguro Social; trataron de eludir el pago de las cuantiosas deudas contraídas
mañosamente con los bancos quebrados; eliminaron el Método de D'Hont de reparto
de escaños en las elecciones pluripersonales; y otras linduras por el estilo.
Mediante su predominio en el Tribunal Supremo Electoral, dejaron sin
representación proporcional a las minorías en las últimas elecciones y
sentenciaron a su gusto los recursos presentados por quienes les otorgaron los
calificativos que se merecían, mientras los que habían cometido atracos a los
bolsillos de los cuentacorrientistas estaban a punto de ser santificados.
Sin poder defender a la Corte Suprema cesada y tampoco a los tribunales
removidos, los aliados del socialcristia nismo, afirman que no las defienden y
que están de acuerdo en que debían ser reemplazados. Aducen que no están de
acuerdo con el procedimiento que empleó el Congreso, cuando en múltiples
ocasiones han usado uno idéntico cuando les ha convenido. Pr simple resolución
declararon "loco" a Abdalá Bucaram; posesionaron a Gustavo Novoa, en un cuartel;
eligieron a una Corte Suprema y la declararon vitalicia.
No explican porqué durante meses encajonaron el juicio a los vocales del
Tribunal Constitucional; no repararon la violación constitucional que constituía
la presencia de un representante del extinto Partido Conservador en el Tribunal
Supremo Electoral; no dieron trámite a la Ley Orgánica de la Función Judicial.
Los aliados contranatura del socialcristianismo, esto es Pachakutik y la I.D.,
califican con todos los denuestos a la nueva mayoría congresil, y tratan de
endilgar el epíteto de "gobiernistas" a diputados como los del "Movimiento
Popular Democrático", que han mostrado una política coherente con sus
principios, como lo demuestran hechos tales como la censura al Ministro Antonio
Vargas, el enjuiciamiento al Presidente de la República; la reforma al
Presupuesto del Estado contra los deseos del gobierno que trataba de dejar sin
solución el problema de los servidores públicos; su apoyo a los jubilados del
país en su lucha por el aumento de sus pensiones, y múltiples posiciones contra
la alianza gutierrista-socialcristiana, que se diera en los inicios del régimen.
El Blasco guagua, furioso, se rasga las vestiduras y grita "han violado la
Constitución". No le hemos oído decir media palabra sobre la Base de Manta que
no sólo es violatoria de la Constitución, sino de la soberanía nacional, a más
de poner en peligro la seguridad de los habitantes del Ecuador, en un problema
polí tico que le atañe a Colombia. O de las fumigaciones con glifosato. O de la
intervención de tribunales extranjeros en asuntos privativos de las leyes
ecuatorianas. Ahora, con tontera y todo, politiza al gremio de los comerciantes
y amenaza con ir a quejarse a la embajadora Keney y a la OEA. Algunos medios de
comunicación han opinado directamente en este asunto, aunque reconocen que no lo
han hecho en ocasiones anteriores en que ha estado en duda la
"constitucionalidad". Parece que quieren seguir el mal ejemplo de la posición
mediática en Venezuela, cuando asumieron el papel que les correspondía a los
políticos opositores, y hasta auspiciaron un golpe de estado, y recibieron el
rechazo del pueblo. Los alcaldes que recibieron una buena votación de sus
ciudades, como los de Quito y Guayaquil, han creído que esa votación les da vara
alta para intervenir en un intento de desobediencia civil o de desac ato y
movilizaciones, y no comprenden que precisamente por su alejamiento de las
cuestiones políticas y su dedicación a la obra municipal el pueblo les dio una
nueva oportunidad.
El pueblo no va a responder a los llamados de los pelucones; por el contrario,
mira con agrado los cambios en la función judicial y en los organismo de control
electoral y constitucional. Por las paredes del país, aparecen grafitis que
hablan muy claro de esta simpatía. Por ejemplo, en una pared se lee "LFC, el
insepulto del Cortijo"; "Todo lo que se haga contra LFC es constitucional", "Ricaurte,
niño dios del pesebre socialcristiano"; "LFC paga las deudas", y otras más
fuertes. Además, las organizaciones sociales están dispuestas a salir a las
calles para impedir que se tiren abajo los valientes actos del congreso
nacional. Y eso estará muy bien hecho. Y todos los que hemos visto as lo largo
de los años el atropello a los derechos populares debemos estar junto a los
maestros, obreros, estudiantes, jubilados, profesionales, amas de casa, unidos
en esta justa causa.