Tenemos que regresar al estado de derecho, dijo Cinthia Viteri. Está en juego la
democracia, dijo León Febres Cordero. Si no se rectifica el cambio de la Corte,
podemos dejar de participar en las negociaciones del TLC (Tratado de Libre
Comercio), dijo Blasco Peñaherrera Solah. Fíjese lo que puede ocurrir si los
empresarios salen de las negociaciones del TLC con Estados Unidos, dijo Paco
Moncayo, preocupado porque finalmente no se firme el tratado e indirectamente
mostrándose a favor del acuerdo. Y a reglón seguido todos reclaman por la
sociedad civil, porque para lograr vencer en esta guerra necesitan gente
movilizada en las calles. ¿Quién puso a Fabián Alarcón luego que movilizada la
gente se destituyó a Bucaram y el Congreso dentro del Estado de Derecho lo
declaró loco provocando risa a nivel internacional?. ¿Loco? Loco de vivo. ¿Quién
hizo entrar a la presidencia a Gustavo Noboa por la ventana (además de la
embajada estadounidense) y logró que el Congreso dentro del Estado de Derecho
reunido en Guayaquil aceptara una renuncia imaginaria de Jamil Mahuad, después
que el vicepresidente ya había sido posicionado en el Ministerio de Defensa? No
es difícil adivinar. Y las movilizaciones fueron instrumentalizadas por sectores
de poder que han sabido moverse en las sombras. Pero además de clamar por la
imaginaria sociedad civil, Febres Cordero ha decidido elogiar al vicepresidente,
Alfredo Palacio, intentando crear la imagen de un posible substituto de Lucio
Gutiérrez. Pero como sabe que es necesario que la oposición contra el gobierno
(forjada por él, el Partido Social Cristiano, la Izquierda Democrática y las
Cámaras), se conozca a nivel internacional ha decidido pagar el pasaje en avión
de Quito a Guayaquil de los corresponsales extranjeros para que participen en
una conferencia de prensa dirigida por él. Necesita una caja de resonancia en el
exterior y la está buscando. Hasta el momento las escaramuzas del Estado de
Derecho no tienen ningún interés en el exterior. Febres Cordero, Lucio
Gutiérrez, Guillermo Landázuri, Abdalá Bucaram y Alvaro Novoa no representan
nada a nivel informativo internacional, y mucho menos el Estado de Derecho. Sólo
cuando ha existido una gran movilización indígena, o cuando cae un presidente,
las escaramusas del Estado de Derecho son noticia internacional. Tal vez si
cayera Gutiérrez o fuera preso Febres Cordero por las violaciones a los derechos
humanos cometidas durante su gobierno, la noticia sea tenida en cuenta
internacionalmente.
El nombramiento de la Corte Suprema de Justicia es sólo una excusa en la guerra
de intereses. El Estado de Derecho en Ecuador ha sido y es Estado de Derecha, y
seguirá siéndolo. Quien ha salido herida de muerte de estas escaramuzas del
Estado de Derecha es la izquierda que sigue sin rumbo y sin presentar ningún
tipo de alternativa. Pachakutik corrió atrás del Partido Social Cristiano y la
Izquierda Democratica vendiendo sus principios al apoyar un método de elecciones
que iba contra las minorías, sólo porque le favorecía a su alianza electoral con
la Izquierda Democrática en Pichincha y asumiría la segunda vicepresidencia del
Congreso el próximo 5 de enero. Pero se le viró la tortilla, perdieron su
segunda vicepresidencia y ahora se desgaja poco a poco. Y así seguirá si no hay
una profunda reestructura interna que cambie la mirada política de ese
movimiento. El Partido Socialista y el Movimiento Popular Democrático decidieron
ir atrás del gobierno para conseguir algunos nombramientos en el Estado dejando
de lado su discurso y actitud independiente y, por supuesto, la ética. Unos y
otros a su momento, han sido funcionales al Estado de Derecho y al Estado de
Derecha. Tal vez la actitud más sabia en la coyuntura que vive el país, es la
tomada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, al
mantenerse totalmente independiente de las escaramuzas del Estado de Derecha. Ni
con Gutiérrez ni con Febres Cordero. Que Gutiérrez y Febres Cordero muestren las
cartas que tiene debajo de la manga. Que el gobierno, junto al referéndum de su
tan mentada reforma política consulte si los/as ecuatorianos están de acuerdo
con la firma del TLC. Que Gutiérrez antes de continuar su pelea personal con
Febres Cordero, asuma una actitud seria y establezca una Comisión de la Verdad
integrada por personas verdaderamente independientes y comprobadas por su ética,
a partir de organizaciones defensoras de los derechos humanos, que investigue
las violaciones a los derechos humanos en el gobierno del ex presidente.
Para no ser funcionales al Estado de Derecha hay que mantener y profundizar la
recolección de firmas contra el TLC. Nada nos puede distraer de esa tarea
fundamental. Conseguir las firmas es la muestra más clara de poder que se puede
dar desde los movimientos sociales. Las firmas pueden ser el mejor respaldo no
sólo para realizar el referéndum contra el TLC sino para iniciar un camino de
unidad hacia los cambios que el país necesita. Las firmas serían un golpe al
Estado de Derecha. Movilizarse de un lado o del otro de los que están en disputa
hoy es ser instrumentalizados. Incluso decir que es necesario movilizarse contra
Gutiérrez y Febres Cordero a la vez, es otro cuento y quienes dicen eso, también
son utilizados.
Lo que se esconde detrás de esta escaramuza del Estado de Derecha no es
solamente el control del Estado, sino que hay poderosos intereses económicos.
Los "analistas" siguen subestimando la capacidad de acción de Lucio Gutiérrez, y
simplifican las cosas diciendo que es manejado por Bucaram desde Panamá,
asumiendo así las palabras de Febres Cordero. Si hay algo de verdad en la
relación Gutiérrez - Bucaram es la mutua utilización. Gutiérrez ha demostrado
con sus acciones, sus alianzas, sus movidas, ser mucho más inteligente que
Bucaram y Mahuad para moverse en el lodo político y mantenerse en el gobierno.
Ha sabido realizar las alianzas adecuadas en cada momento que lo necesitó.
Colocó ministros necesarios a sus fines en los instantes precisos. ¿O será que a
Raúl Baca lo nombró Bucaram?. Baca cumplió el papel de aplacar los ánimos cuando
Gutiérrez lo necesitaba, ahora es un momento para alguien con otro carácter como
Damerval. Pero seguramente Gutiérrez no va a permitir que venga Bucaran hasta
pocos meses antes de acabar su mandato porque sabe que éste en Ecuador puede
robarle la película y la idea parece ser que se la robe al PSC y a la ID en las
elecciones de 2006. ¿Qué dirá Alvaro Novoa que también está en la alianza y
quiere ser presidente? ¿O será que Bucaram piensa apoyar a Novoa en las próximas
elecciones?
Los analistas tampoco han sabido interpretar que muchas veces la ambigüedad de
Gutiérrez es también una estrategia. Un ejemplo claro es el de la posible
inmunidad para los soldados estadounidenses. Al ser presionado por la Embajada
de Estados Unidos para que dé la inmunidad, y por sectores de las fuerzas
armadas para que no la dé, él le tira la pelota al Congreso. Este en lugar de
realizar un exhorto contra la inmunidad, dice a través de Carlos Vallejo,
presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales, que primero debe
pronunciarse Gutiérrez. Parece no darse cuenta que sólo un exhorto contra la
inmunidad enterraría este tema tan peligros para el país. Gutiérrez no quiere
firmar la inmunidad pero tampoco quiere quedar mal con la Embajada, que parece
estar cansándose de la ambigüedad y ya comienza a presionar con otros métodos.
Así es la historia, y tal vez peor...
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