Latinoam�rica
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Crimen y castigo
Tito Alvarado
Rebeli�n
Por el t�tulo de este art�culo se pudiera pensar que vamos a hablar de
literatura o lo que viene a ser casi lo mismo, es la constataci�n de que no hay
nada original. Queremos hablar del Crimen continuado del ex general, ex senador
vitalicio, ex autodeclarado enfermo mental, ex poseedor de diversas cuentas en
diversos bancos con diversos nombres. Todo un personaje, como para incluirlo en
la f�rtil literatura chilena.
El crimen de este se�or, cuyo nombre no quiero escribir es uno y muchos a la
vez. A partir de aqu� puedo estar en desacuerdo con muchos que ven en el
quehacer humano hechos est�ticos y tambi�n puedo estar en desacuerdo con algunos
dial�cticos que ven a corta distancia. �Cu�l es el crimen primero de este se�or
tan traido y llevado? La traici�n dir�n quienes frecuentan escasamente el
diccionario. A juzgar por su actuaci�n �ltima el crime primero de este se�or es
el miedo, que lo llevo luego al odio y los cr�menes que en justicia se le
imputan m�s otros que algunos callan y otros no toman en cuenta.
Todo un general y resulta que es en el fondo un simple carne y hueso acorralado,
lo es ahora, lo fue ayer. Cambia el escenario, los miedos contra los cuales se
defiende con odio. Miedo a la oscuridad, miedo al sudor, miedo a valerse por si
mismo y que mejor que optar al oficio de par�sito de la sociedad. En un ej�rcito
democr�tico (en aut�ntico sentido de ellos) quien tiene padres con dinero
estudia para oficial y sale de teniente, aptitudes y actitudes m�s, menos y una
gran cuota de astucia sibilina, el salido de teniente termina como general. Un
reprobado que estudi� para la guerra y a fuerza de no terminar frustrado, se las
ingeni�, con la interesada ayuda de los gringos, para armar guerra a su propio
pueblo: conspiraci�n, plan golpista aprobado en Washington, golpe de estado,
borr�n de todas las garant�as constitucionales, represi�n brutal, asesinatos,
torturas, prisi�n, campos de concentraci�n, juicios de guerra, presos pol�ticos
desaparecidos, desarticulaci�n social, e ntrega de los recursos m�s preciados
del pa�s a capitales extranjeros, malversaci�n de fondos, corrupci�n,
privatizaci�n a precio de huevo del patrimonio de todos, robo y algunos etc. que
se me escapan.
Para conseguir todo eso, que en un tiempo fue pol�tica de estado, actu� con la
complicidad de los grandes due�os de Chile, de los so�adores que aspiraban a
sucederle en el poder y ahora yacen bajo tierra, de los que se conformaron con
un c�modo papel de amanuenses "super" bien pagados y de los que ahora son
neoliberales y ayer posaron de revolucionarios. Entre todos convirtieron a Chile
en un pa�s de asco.
El castigo para ese criminal, para esos criminales, debe ser uno y muchos. Ya se
ha destapado la olla, ya nadie puede asegurar inocencia basada en ignorancia de
los hechos. Ya nadie puede hacerse el sorgo o alegar que lo tenemos curco. El
crimen se sabe, algunos inculpados se conocen. Ahora ha de hacerse justicia,
ahora es el tiempo de sanar la herida con la verdad y parte de la verdad es
saber el nombre de todos los criminales y establecer qu� cr�menes cometieron,
luego de esto a cada cual su castigo seg�n su grado de culpa.
En Chile nada volver� a ser como fue ni nada ser� como pudo ser de no haber
existido el golpe de estado. Asumamos el Chile actual y del pasmo, del asco
pasemos a la justicia, al justo castigo, a la remodelaci�n del pa�s que
queremos: un Chile con una nueva constituci�n, reflejo de todo lo que somos y
podemos ser, un sistema electoral que permita la representaci�n equitativa de
todas las corrientes del pensamiento, una democracia que se exprese en todos los
�mbitos del quehacer: parlamento, ej�rcito, educaci�n, cultura, trabajo,
salario, etc.
Si luego del crimen lo justo es el castigo, luego del castigo lo justo ha de ser
un Chile realmente nuevo. El secreto es no detener el movimiento.