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Internacional

Ni Katrina los detiene

"A pesar de la tragedia provocada por el huracán, los señores de la guerra siguen adelante con sus planes de atacar a Irán "

Inti Tumaini
InSurGente

El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, se reunirá con el presidente norteamericano George Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, en Nueva York. No parece haber afectado mucho a los halcones instalados en la Casa Blanca que lo ocurrido en Nueva Orleáns haya sido calificado como un intento de genocidio racial debido a que la mayoría de las víctimas y afectados son negros e hispanos. Es más, apuran, junto a sus amigos Sharon y Blair, los preparativos para llevar a cabo otro genocidio, que incluye bombas atómicas en Irán.

La revista American Conservative Magazine denunció hace unas semanas que Dick Cheney habría dado órdenes para invadir Irán inmediatamente después de que EEUU sufriera un ataque terrorista, aunque Teherán no estuviera implicado. Lo peor de todo es que el supuesto atentado terrorista, podría estar organizado desde el propio Washington.

A principios de agosto pasado, el general de cuatro estrellas Kevin P. Byrnes, jefe del Comando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército, fue relevado del mando a causa de su "conducta personal". Sin embargo, otras fuentes estiman que existe una creciente contestación en un sector de las Fuerzas Armadas que se muestra reticente a obedecer las demenciales órdenes que vienen de la Casa Blanca. Esas fuentes sugieren que Brynes se opuso a que la Administración Bush simulara un ataque terrorista nuclear contra EEUU para justificar una guerra contra Irán en la que se utilizaría armamento nuclear.

Por su parte, la inteligencia israelí difunde noticias contradictorias afirmando que Irán y Siria intentan destruir Israel, algo absurdo si tenemos en cuenta que este país es la quinta potencia nuclear, por delante de Gran Bretaña. El panorama es aterrador porque, tanto Rusia como un buen número de repúblicas de la antigua Unión Soviética, verían afectadas sus economías e intereses en la región. Las guerras por el petróleo pueden amenazar a toda la humanidad.

Poco importa a los oligarcas estadounidenses -auténticos instigadores de toda esta trama criminal- que George Bush sea ya un cadáver político Saben muy bien que, tanto Republicanos como Demócratas, ejecutarán fielmente sus deseos.

El pueblo norteamericano no puede permitir que lo impliquen en una devastadora guerra ni que personajes como Kathleen Blanco, en lugar de tener palabras de consuelo para las víctimas del Katrina, amenace con disparar a matar.

La solución no pasa por cambiar de presidentes o gobernadores. El sistema fascista que ostenta el poder en EEUU, no puede ser expulsado mediante el voto. Hay que aplastarlo en la calle.