Internacional
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El reloj de arena se da vuelta, al imperio se le acaba el tiempo
Toni Solo
Rebelión
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Los objetivos del imperio cambian muy poco de un siglo al otro. El control y
el acceso a la energía y a los recursos mineros son sólo poderosos motivos que
impulsan la política imperial en Latinoamérica. El control de los alimentos y la
seguridad del aprovisionamiento de agua son también factores vitales en los
cálculos ejecutivos imperiales. Para ocultar la evidente injusticia del sistema
imperial, es fundamental para estos últimos que tengan la colaboración de los
medios locales a fin de controlar los términos mismos según los cuales se
discuten los temas económicos y sociales.
Pasados imperios erradicaron lenguajes y culturas enteros de la vida pública de
los países sometidos. El racismo ha sido siempre un instrumento imperial
esencial y continúa en formas sutiles y abiertas en toda Latinoamérica. La
caracterización racista del presidente Hugo Chávez por parte de la oposición
venezolana es un ejemplo palmario en nuestros días. Las actitudes de la elite
gobernante mexicana hacia los indígenas zapatistas representan otro. La
represión racista de los pueblos indígenas continúa en toda Latinoamérica, de
Chile a México, pero pocas veces es mencionada por los medios internacionales.
La coopción de la "sociedad civil"
Durante los últimos veinte años, la coopción de la así llamada "sociedad civil"
se ha convertido en un elemento igualmente importante del control cultural e
intelectual. La "sociedad civil" parece referirse a veces sobre todo a
organizaciones "no-gubernamentales", muchas de las cuales se financian actuando
como agentes, consultores o sub-contratistas para gobiernos extranjeros o para
instituciones internacionales, como el Banco Mundial, controladas por personas
designadas por el imperio. Esas organizaciones no tienen que ser tan
descaradamente politizadas como la ONG Súmate en Venezuela para rendir buenos
servicios a los propósitos imperiales.
El gobierno de EE.UU. y sus aliados corporativos han trabajado durante mucho
tiempo para convencer a la gente en Latinoamérica de que la organización de la
agricultura de sus propios países a fin de satisfacer el consumo interno es anti-económica.
Se supone que se sirve mejor a los consumidores mediante importaciones baratas
de alimentos de EE.UU. Se supone que la urbanización constituye un progreso
inevitable. De esta manera, EE.UU. y sus aliados corporativos de la
agro-industria aumentan su control de las economías agrícolas de países enteros.
Por ejemplo, México, que otrora fue en gran parte autosuficiente en cuanto al
arroz, importa ahora más de un 80% de su consumo anual de EE.UU. (1) Otros
sectores de la agricultura mexicana seguirán por el mismo camino dentro de los
próximos años a medida que entre en pleno efecto el Acuerdo de Libre Comercio de
Norteamérica.
Así los gerentes imperiales podrán mantener inmensas reservas de mano de obra
barata en condiciones de casi total dependencia, en operaciones de estilo
maquila con bajos salarios, o en puestos de trabajo inseguros en el sector
informal. Los dañinos costes nacionales de despoblación rural, de miseria urbana
y de privación social no cuentan. Este sistema no sólo significa que se disparan
los beneficios para las corporaciones globales de la agroindustria. También
significará la subyugación política de los países en cuestión, ya que el
gobierno de EE.UU. y sus aliados corporativos controlarán la seguridad
alimentaria de esos países. El papel de la "sociedad civil" en la conversión de
esa subyugación política en algo "normal" es algo clave en este desarrollo.
El caso hondureño
Se encuentran constantemente ejemplos de este proceso en la literatura
relevante. Los especialistas que los describen tienen una influencia
determinante en la formación de la opinión política en los países en los que
trabajan. Son los expertos, después de todo. Uno de los ejemplos más
concienzudos existentes, de la conclusión de un estudio de la pobreza rural en
Honduras es el siguiente:
"…Sin embargo, ante los hechos de la década pasada parece también ineludible
concluir que el proceso de urbanización probablemente constituirá
una parte importante de la reducción de la pobreza rural en
Honduras. Hasta que la densidad de la población rural sea consistente
con la productividad potencial de los predios, habrá una tendencia de
expulsión de población desde los sectores más densamente pobladas
y donde los suelos son más degradaos. Las intervenciones exitosas de
los programas y proyectos de desarrollo rural, pueden mejorar este
proceso pero parece improbable que se pare de un todo.
"El alternativo [sic] a la absorción urbana de este flujo, sería una
continuación
del proceso de migración rural-rural desde el Oeste y Sur de
Honduras hacia la frontera agrícola del Norte y Este, con consecuencias
ambientales poco aceptables. Esta situación plantea la importancia
de considerar alternativas al respecto, que eviten concentraciones
nuevas de pobreza en los sectores marginales de las ciudades principales
y ofrezcan la posibilidad de una expansión debidamente regulada
de las ciudades intermedias del país." (2)
Una intervención adecuada y oportuna podría haber cambiado esa "conclusión
ineluctable". Pero tanto el propio gobierno de EE.UU. y las instituciones
financieras internacionales intervinieron para imponer soluciones de "libre
mercado" hechas a la medida para corresponder a las prioridades de la política
regional del gobierno de EE.UU. Ahora, después de casi veinte años de estas
políticas de "libre mercado", Honduras es un país incapaz de garantizar la
seguridad alimentaria de su pueblo con la producción agrícola interna,
exactamente tal como lo desean los gerentes imperiales.
Incluso analistas liberales como los autores de ese estudio señalan que para
mitigar la pobreza rural resultante, las poblaciones rurales deberían pasar a
vidas ligeramente menos empobrecidas en los centros urbanos. Esa observación
simplemente confirma tendencias que han quedado en claro por lo menos desde
fines de los años ochenta. ONGs y la "sociedad civil" se han ganado bien la vida
con todo el proceso. Todo es normal. ¿Qué otro resultado se podía esperar?
El "libre comercio"… por los hermanos Grimm
Pareciera que la pregunta en sí se convierte en algo irrelevante por la opinión
establecida. Pero los ejemplos de Venezuela y Cuba demuestran que semejantes
procesos no son inevitables. Es posible hacer las cosas de otro modo. Los
gobiernos pueden intervenir de manera decisiva para impedir los peores
resultados, como lo señala el propio estudio mencionado. Evidentemente, es cosa
de voluntad política, no de inevitabilidad económica.
La norma imperial de "libre mercado" puede ser impuesta repetidamente a los
pueblos en Latinoamérica. Ahora mismo, en Brasil, Paraguay y Argentina el
monocultivo de soja genética modificada se encamina a destruir la agricultura
sustentable en amplias zonas de las áreas rurales de esos países. A pesar de
ello, la experiencia en Honduras y Nicaragua indica que comunidades rurales
determinadas a quedarse en su sitio, lograrán hacerlo.
Logran sobrevivir mediante la producción de alimentos de subsistencia, trabajos
variados en centros urbanos próximos y remesas ocasionales de dinero desde el
extranjero. Los que renuncian a la vida rural migran simplemente a los centros
urbanos o al extranjero. Al nivel nacional, la soberanía alimentaria en los
países más pequeños ya se ha convertido en gran parte en algo que pertenece al
pasado.
CAFTA y los acuerdos de venta de tu soberanía
Ahora, en circunstancias que el Acuerdo Centroamericano de Libre Comercio (CAFTA,
por sus siglas en inglés) ha sido impuesto mediante la presión y el soborno en
el Congreso de EE.UU., la producción agrícola centroamericana para el consumo
interno será diezmada irrecuperablemente dentro de algunos años. Los recursos
acuáticos forman el próximo ítem en el menú imperial. Los compromisos del CAFTA
debilitan considerablemente la capacidad de los gobiernos nacionales de resistir
la privatización del agua. A pesar de ello, en Nicaragua, los legisladores
tratan de asegurar leyes que puedan permitir una cierta protección a sectores
vulnerables. En Costa Rica, la aprobación legislativa del CAFTA aún no es algo
seguro.
La defensa determinada de sus soberanías por los pueblos de Venezuela, Bolivia y
Ecuador ha impedido hasta ahora acuerdos de venta de sus soberanías en los
Andes. Mucha gente en los países andinos insiste en resistir la burda
intimidación y el empleo de engaños que han caracterizado la negociación
estadounidense del CAFTA y la ratificación resultante. El modelo de integración
regional propuesto por Venezuela hace que la propaganda de "libre comercio" del
tratado resulte tan ridículamente interesada como lo es en realidad.
Ahora mismo, en Ecuador, los trabajadores y las autoridades municipales se
encuentran en conflicto abierto con el gobierno del país. La reciente renuncia
del ministro de economía Rafael Correa significó un viro a la derecha del
gobierno ecuatoriano a favor de un acuerdo de "libre comercio" con EE.UU. y ha
abierto el camino para las rupturas de contratos por las compañías energéticas
extranjeras. Trabajadores indignados y municipalidades de pocos recursos están
empleando huelgas y ocupaciones para insistir en que el gobierno considere sus
necesidades. También quieren que el gobierno asegure que compañías energéticas
extranjeras como Occidental Petroleum cumplan con sus obligaciones
contractuales. (3)
El campo de maniobra disminuye a medida que se escurre la arena…
La gente en todos los países andinos amenazados por la venta de su soberanía
–Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú – formulan preguntas básicas y legítimas:
"¿Por qué iban a vender baratos sus recursos a extranjeros? ¿Por qué acaudaladas
corporaciones extranjeras iban a recibir el mismo trato que empresas nacionales
relativamente vulnerables en esta etapa del desarrollo económico de sus países?
¿Por qué debieran orientar su agricultura hacia cultivos industriales para la
exportación en detrimento de la producción para el consumo interno?
¿Por qué no reciben los productores pequeños y medianos un tratamiento
preferencial como sucede en EE.UU. y Europa? ¿Cómo va a percibir el gobierno los
buenos ingresos perdidos debido a la abolición de los aranceles y otros
impuestos de importación, al mismo tiempo que solicita préstamos para
implementar los necesarios ajustes institucionales y administrativos? ¿Hasta qué
punto son plausibles las afirmaciones sobre una masiva creación de puestos de
trabajo por "inversiones extranjeras" ficticias en operaciones estilo maquila,
como las textiles, cuando en México ocurre todo lo contrario?
El régimen de Bush está desesperado por imponer estos acuerdos de venta de la
soberanía. Es una señal de hasta qué punto se limita el campo de maniobra
imperial. Pronto habrá elecciones en México, Bolivia, Perú y varios países
centroamericanos. Los jefes de las corporaciones multinacionales, los
diplomáticos de EE.UU., la CIA, el FMI y el Banco Mundial, el Comando Sur de los
militares de EE.UU. – los múltiples tentáculos del imperio están en plena
actividad.
Los programas de especialistas en la intervención electoral de EE.UU. como la
Fundación Nacional por la Democracia [NED, por sus siglas en inglés] y el
Instituto Internacional Republicano se inflarán como globos con inmensas
inyecciones de fondos intervencionistas antidemocráticos. Todos los tentáculos
trabajarán frenéticamente para asfixiar cualquier señal de dignidad y
autodeterminación soberanas en los países en cuestión. Con el aumento de los
precios del petróleo, los peliagudos déficit de EE.UU. y el tambaleante dólar,
el tiempo no está de su parte.
El imperialismo a la Sam Beckett – el sol nunca se pone sobre EE.UU.
Venezuela está impulsando decididamente alternativas de integración con sus
vecinos andinos y caribeños y con los países del Mercosur (Brasil, Argentina,
Paraguay y Uruguay). Después del fracasado golpe apoyado por EE.UU. en abril de
2002, han fracasado fútiles intentos del Departamento de Estado de EE.UU. por
aislar a Venezuela. En un momento similar, después de su fracaso en el intento
de destruir la Revolución Cubana a principios de los años sesenta, el presidente
Kennedy y su equipo sacaron a relucir la iniciativa de la Alianza por el
Progreso. Poco después, el gobierno de EE.UU. invadió la República Dominicana y
alentó un golpe militar en Honduras.
En paralelo con las líneas económicas de la Alianza por el Progreso, el gobierno
de EE.UU. instigó escuadrones de la muerte en Guatemala, impulsó un golpe
militar en Brasil y organizó el golpe militar en Chille. Esa política implacable
de asfixia del cambio democrático anunció casi dos décadas de feroz terror
estatal respaldado por el gobierno de EE.UU. en toda Latinoamérica. Más de
treinta años después del golpe en Chile y del fin de la Alianza por el Progreso,
el imperio sigue ofreciendo recuerdos vívidos de sus despiadadas intenciones en
Latinoamérica.
Las autoridades de Estados Unidos ya planifican cómo se las van a arreglar sin
las importaciones de petróleo venezolano. (4) Podría constituir sólo una
planificación razonable para imprevistos. También podría representar siniestros
preparativos para algún tipo de acción militar contra Venezuela una vez que
hayan retirado suficientes soldados de Irak. En 2001, EE.UU. suministró
información detallada para un simulacro de combate de fuerzas de la OTAN para
una intervención militar, llamado Plan Balboa – el objetivo hipotético era un
país idéntico a Venezuela.
El derrotado intento de golpe de 2002 en Venezuela y la continua agonía de Haití
muestran que EE.UU. y sus aliados están tan dispuestos como siempre a utilizar
sucios trucos clandestinos y la agresión abierta para conseguir lo que quieren
en Latinoamérica. Por el momento, el régimen Bush parece darse por satisfecho
con la coopción de países suficientemente ignorantes e insensatos como para
aceptar acuerdos de venta de su soberanía. Pero si ese proceso se detiene o
derrumba, la viabilidad del inspirado impulso de los pueblos latinoamericanos
hacia la integración y la autonomía podría depender de la obstinada resistencia
anti-imperial en Irak y Afganistán.
toni solo es un activista basado en Centroamérica - contactos vía:
www.tonisolo.net
NOTAS
1. "A 10 años del Tratado de Libre Comercio perdió la autosuficiencia arrocera"
INFODEMEX www.argenpress.info 01/08/2005
2. "Desarrollo Rural y Pobreza en Honduras y Nicaragua: ¿Qué sigue? Políticas,
Estrategias y Acciones en Desarrollo Rural y Reducción de Pobreza en Honduras"
Ian Walker & Hugo Noe Pino, 2004 trabajo para las siguientes organizaciones de
desarrollo en el Reino Unido: Regional Unit for Technical Assistance, UK
Government's Department for International Development, Overseas Development
Institute.
3. "Gobierno ecuatoriano decreta en emergencia provincias en paro" Prensa Latina
17 de agosto de 2005
4. "Merco Press: US contingency plan for a Venezuela oil cut off"
www.vheadline.com 9 de agosto de 2005