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Silenciada la petición canadiense de enjuiciar a Bush por torturas
La organización canadiense Abogados contra la Guerra da a conocer una victoria en su batalla para que George W. Bush se enfrente a las acusaciones por tortura en Canadá
GlobalResearch.ca
Las acusaciones se extienden desde los famosos casos de tortura practicadas por
las fuerzas estadounidenses en Iraq, Afganistán y Guantánamo (Cuba). Se basan en
la controvertida visita que George W. Bush realizó a Canadá en noviembre de
2004. Las acusaciones se encuadran en las secciones del Código penal canadiense
promulgadas de conformidad con la Convención contra la tortura de Naciones
Unidas, que exige la jurisdicción extraterritorial para ejercer la justicia
contra oficiales, incluso jefes de estado que autoricen o, de alguna forma sean
responsables de actos de tortura.
El lunes [17 de octubre] la Corte Suprema de la Columbia Británica revocó una
orden prohibiendo la publicación de cualquier cosa que tuviera que ver con las
acusaciones presentadas la primera vez. En una sesión a puertas cerradas,
celebrada el 6 de diciembre de 2004 en el Tribunal provincial de la Columbia
Británica, el tribunal rechazó las acusaciones contra Bush sobre la base de las
alegaciones realizadas por el Fiscal general de la Columbia Británica respecto a
que la visita del presidente estaba protegida por su inmunidad diplomática. Se
impuso también una prohibición de publicar cualquier cosa que tuviera que ver
con el procedimiento. El secretismo, la reivindicación de inmunidad y la
prohibición fueron recurridas con toda la contundencia por Abogados contra la
Guerra, que rechazaron todos los aspectos de tal decisión.
El lunes, el juez Satanove, del Tribunal Supremo de la Columbia Británica,
revocó la prohibición después de que los abogados del estado fueran
incapaces de presentar ninguna argumentación para defenderla. La Asociación de
Libertades Civiles de la Columbia Británica se personó contra la prohibición
junto con Abogados contra la Guerra.
"Es una victoria muy importante", manifestó Gail Davidson, quien presentó las
acusaciones, y que junto con Howard Rubin, defendió el caso en nombre de
Abogados contra la Guerra, "porque ello asegura que el proceso será controlado
por la gente en Canadá y en todo el mundo, para estar seguros de que la ley se
aplica con justicia y debidamente y, sobre todo, para estar seguros de que Bush
no quede impune de las acusaciones de tortura."
"El sistema legal estadounidense parece incapaz de hacer justicia y no hay
ningún tribunal internacional con jurisdicción. Así, es responsabilidad de
Canadá hacer cumplir la ley que todos los países del mundo han ratificado pero
que ninguno parece tener ganas de aplicar".
La próxima audiencia tendrá lugar el 25 de noviembre a las 10 de la mañana en el
Tribunal Supremo (3) . Los abogados del estado han manifestado que argumentarán
que el caso ya no es "discutible" porque el fiscal general de Canadá todavía no
ha admitido a trámite la demanda. El catedrático de derecho de la Universidad de
Toronto, Michael Mandel, co-presidente de Abogados contra la Guerra ha
calificado de "vago" este argumento: [Bush] todavía es culpable de [actos de]
tortura ; todavía está libre y nosotros todavía tenemos la obligación de llevar
ante la justicia al os torturadores, de acuerdo a la convención contra la
tortura de Naciones Unidas."
Contactos
Michael Mandel, Tel: +1 416 736-5039: Fax: +1 416-736-5736;