Europa |
Eduardo Aguirre, embajador de EEUU en España, trabajaba en una inmensa "caza de brujas", y como caza talentos muy especial
Antonio Maira
Cazador
de sospechosos entre los millones de inmigrantes que viven en EEUU. Cazador
también de "talentos guerreros" y suministrador de "carne de cañón" al Tío Sam.
El antiguo niño Peter Pan asimilado por la comunidad cubana en el exilio era,
antes de ser nombrado embajador, el director de los Servicios Federales de
Ciudadanía e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados
Unidos. No se trata de un puesto tradicional en el organigrama de los
funcionarios del Gobierno de los EEUU, sino de un puesto de confianza en un
ministerio muy especial creado en febrero de 2003. Desde esa fecha, Aguirre,
amigo personal del presidente Bush, ocupó ese cargo y desarrolló, junto a otras
actividades que iremos investigando, una muy peculiar relacionada con la
vigilancia de la población inmigrante, y también otra vinculada a la
implantación del imperio y al sostenimiento de su instrumento principal: las
Fuerzas Armadas.
En "Leer más" ampliamos la información sobre sus últimas actividades con
imágenes y palabras...
Antes de todos esos cargos, Eduardo Aguirre, fue vicepresidente y director
ejecutivo del Export-Import Bank, una agencia federal que facilita préstamos,
garantías para conseguirlos y seguros de todo tipo a las compañías
estadounidenses para que "puedan competir" con empresas de otros países. La
experiencia en ese tipo de negociaciones ha sido muy amplia, nuestro personaje
trabajó durante 24 años en el Bank of América. Así pues, el nuevo embajador
parece distar mucho de ese prototipo de persona dialogante y amable que nos ha
presentado Falsimedia.
En ese cargo del nuevo superministerio de Seguridad Nacional, jefe de la USCIS,
el crecido Peter Pan tenía bajo sus órdenes a 15.000 personas encargadas de
resolver 6 millones de solicitudes anuales de extranjeros. Según señala la nota
biográfica oficial: "Bajo su dirección, el USCIS avanzó de manera significativa
y considerable en la tramitación de solicitudes atrasadas y en la mejora del
servicio y de la seguridad nacional.
Así pues investigación de inmigrantes con criterios de "seguridad nacional" en
el ministerio ejecutor de la "Patriot Act".
Un hombre dialogante
En sus ratos libres se dedicaba a viajar por Afganistán e Irak premiando con la
concesión de la ciudadanía a los buenos guerreros que él mismo había
colocado en las manos de Tío Sam, y haciendo propaganda para aumentar el
reclutamiento entre los inmigrantes previamente investigados. Los hispanos eran,
naturalmente, la especialidad de nuestro hombre.