Europa |
Disturbios en Francia
Lisandro Otero
Rebelión
La rebeldía interna se extiende en Francia. Ocurren motines cada vez más
impetuosos, hay decenas de policías heridos, miles de autos incendiados,
edificios públicos destruidos, tiroteos indiscriminados. La rebelión se ha
extendido a otras ciudades como Marsella, Niza, Tolosa, Cannes, Lille y
Estrasburgo. La policía ha descubierto fábricas de bombas caseras lo cual es un
indicador del nivel de organización del levantamiento. No hay líderes visibles
del movimiento, por ahora.
Los inmigrantes africanos se han declarado en rebeldía tras muchos años de
segregación, marginalidad y exclusión social. Jacques Chirac ha convocado a
reuniones de emergencia de los altos jefes de la seguridad interior y anunció
que estaba resuelto a actuar con mano dura. El diario New York Times afirmó en
un editorial que este alzamiento se debía a la incapacidad del gobierno francés
de asimilar adecuadamente a sus inmigrantes.
François Miterrand declaró en 1990: "Que puede esperar un joven que nace en un
barrio sin alma, que vive en un inmueble feo, rodeado de indignidad, ante un
paisaje gris lleva una vida gris, y sufre una sociedad que solamente interviene
en su vida cuando hay que prohibir y castigar".
Francia está padeciendo lo que en una época fue llamada "la pesada carga del
hombre blanco": el colonialismo. Durante un siglo Europa explotó los recursos
africanos, puso a sus habitantes al servicio de las grandes corporaciones
financieras, sumió en condiciones de vida infrahumanas a los países que
controlaba. Luego, tras la Segunda Guerra Mundial y la emancipación de las
colonias, los nativos de los viejos asentamientos emigraron al primer mundo
buscando la prosperidad que no disfrutan en suelo propio.
El Ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, un reaccionario hijo de un refugiado
húngaro anticomunista, admirador de Bush, es en parte responsable por su
intolerancia, su rigidez, su coerción sistemática, de este agotamiento de la
paciencia de los inmigrantes a quienes califica de chusma en sus declaraciones
públicas. En el fondo existe una pugna entre Sarkozy y Domique de Villepin,
Primer Ministro, ya que pretenden ambos suceder a Chirac en las elecciones
presidenciales del 2007. Sarkozy se define por los medios expeditivos de la
represión y la tolerancia cero, en tanto que Villepin es partidario de la
negociación, la mesura y el entendimiento.
Algunos analistas consideran a Sarkozy como un animal político sin moral alguna.
En 1983, cuando solo contaba 28 años de edad fue electo alcalde Neuilly, siendo
el más joven regidor de Francia. Según las encuestas el 72% de la población se
opone a la reelección de Chirac lo cual le otorga a Sarkozy algunas
posibilidades electorales Fue recibido por Colin Powell y Condoleezza Rice, con
alfombra roja y grandes honores, en abril del 2004 cuando visitó Estados Unidos.
Algunos analistas comparan esta insurrección con la de de 1968. Pero aquella
tenía ideólogos como Herbert Marcuse y líderes como Daniel Cohn Bendit y se
trataba de un enfrentamiento generacional con grandes alientos filosóficos Ahora
es más bien un episodio de la lucha de clases entre oprimidos y opresores.
El mundo desarrollado se protege de los pobres. Las leyes antimigratorias
dictadas en Estados Unidos, que tanto lesionan a los inmigrantes mexicanos, son
similares a otras medidas que se están adoptando en Europa. Francia y España
para protegerse de los magrebinos, Italia de los albaneses, Alemania de los
turcos, Gran Bretaña de los hindúes y pakistaníes, etc. El desbordamiento
demográfico del Tercer Mundo, los índices de desempleo, la precaria calidad de
la vida impele a emigrar.
Sarkozy es un heredero de las peores tradiciones de Francia: reaccionarios como
Rivarol quien sostuvo los principios de la iglesia y la monarquía y Joseph de
Maistre quien defendió la fe católica, sembró el escepticismo en las conquistas
de la revolución francesa de 1789 y se declaró solidario del orden convencional
y las tradiciones. A ellos se unió más tarde el pensamiento nacionalista burgués
y contrarrevolucionario de Maurice Barres y de Charles Maurras, de los
protofascistas de Acción Francesa y del antisemitismo del proceso Dreyfuss.
Cuando fue ocupado el país por el nazismo germánico hubo colaboracionistas como
Brasillach, Drieu la Rochelle, Petain y Laval.
El actual Presidente Jacques Chirac surgió de un rechazo del pueblo francés
contra el cavernario Jean Marie le Pen, quien representaba a la ultraderecha
profascista. Le Pen ha declarado públicamente que los hornos crematorios de
Hitler en los campos de concentración no constituyen más que "un pequeño
incidente" en la historia. El Frente Nacional de Le Pen, fundado en 1972, con un
programa racista, antisemita, xenofóbico y de economía de mercado
ultraderechista, obtuvo el 17% del electorado.
Esa es la Francia oscura que parcialmente representa Sarkozy y que ahora trata
de ahogar implacable la rebelión de los inmigrantes oprimidos.
gotli2002@yahoo.com