Europa |
Falsimedia y la Cumbre
Antonio Maira
inSurGente
Los grandes medios de comunicación huyen de las palabras claras, de las palabras
precisas y de las palabras necesarias. La aproximación al mundo real y a sus
conflictos no es precisamente el propósito de Falsimedia. Ante la Cumbre
Iberoamericana que va a empezar en Salamanca, el primer objetivo del Gobierno,
del primer partido de la oposición y de las grandes empresas mediáticas que los
representan o los dirigen, es el de no molestar a los EEUU. En consecuencia
colocan sobre la Cumbre, como mandato inviolable, la conocida voluntad imperial
que sigue tratando a América Latina como su patio trasero. Esta "ley de hierro"
se convierte en la obligación de silenciar a Cuba y a Venezuela, y de falsear
sus propuestas. La censura política y mediática del Gran Ausente contradice el
supuesto espíritu de las Cumbres y anuncia la posibilidad de un fracaso
completo.
No obstante ese encuadre en el servilismo y en la dependencia, la tarea del
gobierno anfitrión de Zapatero y de los grandes medios no va a ser tan fácil
como en reuniones anteriores de la Cumbre. Hay bocas que no se callarán en
Salamanca y que hablarán tan fuerte que no podrán silenciarse.
Tanto Cuba como Venezuela defenderán con muchísima seriedad la idea del
multilateralismo, o lo que es lo mismo, la no ingerencia desde EEUU ni desde la
Unión Europea, en la soberanía de los pueblos de América y del proyecto de
unificación continental sobre bases de cooperación que ha lanzado la Alternativa
Bolivariana para las Américas. El unilateralismo hegemónico que viola
sistemáticamente el derecho internacional es el primer gran enemigo de los
pueblos del continente.
Los dos países analizarán y defenderán la necesidad de la integración
latinoamericana "sobre bases solidarias y humanistas" y no de subordinación al
dios Mercado, algo que no pertenece al mundo de la retórica vacía en la que
navegarán buena parte de los asistentes.
Venezuela ha anunciado que "promoverá a fondo los procesos de integración de
América Latina en la búsqueda de un nuevo equilibrio internacional para defender
la soberanía de las naciones, frente a pretensiones hegemónicas e
imperialistas". Tan poco retórica es esa intención en estos momentos, que ya ha
levantando y levantará ampollas no sólo en la administración norteamericana sino
también en el Gobierno español y en su imperialismo subordinado pero muy potente
de las transnacionales españolas en América Latina.
El canciller venezolano Alí Rodríguez ha afirmado que en relación con "las
contradicciones que caracterizan al mundo de hoy, en particular el norte y el
sur de América, Venezuela mantiene sus principios y si alguien se molesta porque
defendamos lo que otros deberían respetar, por supuesto que habrá alguna
discusión".
La delegación cubana –tal vez el propio presidente Fidel Castro- presentará dos
proyectos de resolución que contarán con un apoyo considerable, y que provocarán
una irritación considerable en Washington. Los dos tienen un fuerte respaldo en
los convenios, tratados y leyes internacionales y en los principios declarados
una y otra vez en estas Cumbres.
Una de ellas será sobre el bloqueo a Cuba, la otra sobre la protección de EEUU
al terrorista Posada Carriles –el innombrable para los medios "progresistas"
que, como El País apoyan descaradamente al Imperio-. La última propuesta de
resolución es en realidad una denuncia de la continuada actividad terrorista de
los EEUU, muy acentuada por la actual administración estadounidense. La lucha
contra el "terrorismo internacional" empieza por la denuncia de la política de
Washington, la "guerra antiterrorista de Bush" es un verdadero fraude y una
coartada para intento de dominio del mundo que por todos los medios realizan los
Estados Unidos.
La posición más "progresista" –de hecho la más cínica- de la prensa española
viene determinada en la siguiente afirmación recogida del periódico de PRISA del
9 de octubre:
"La XV Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Salamanca los próximos días 14
y 15 es para el Ejecutivo español un hito de institucionalización, una ocasión
quizás irrepetible de revitalizar y estructurar un foro que ha venido dando
muestras de fatiga por los excesos de retórica y la falta de contenidos
prácticos. Pero sobre ese objetivo, con el que se ha comprometido José Luís
Rodríguez Zapatero, penden como una amenaza las fuertes personalidades de los
dos líderes iberoamericanos más polémicos: el venezolano Hugo Chávez y sobre
todo el cubano Fidel Castro."
El País no se olvida de ponerse al servicio de la embajada de los Estados Unidos
en España llamando la atención de los servicios de inteligencia de ambos países
sobre las "Organizaciones de apoyo" a estos dos líderes, cuya paternidad niegan
las embajadas respectivas" y que "promueven manifestaciones en torno a la
cumbre".
Finalmente El País alerta sobre uno de los asuntos que van a imponer a la
diplomática y retórica Cumbre de Salamanca los dos dirigentes políticos
latinoamericanos:
"Pero hay un factor objetivo capaz de hacer que la cumbre descarrile del mensaje
de renovación y consolidación institucional: los cubanos quieren que la reunión
de Salamanca se pronuncie sobre el caso del anticastrista Luís Posada Carriles,
el ex agente de la CIA acusado del atentado contra un avión civil cubano que
mató a 73 pasajeros. La Habana reclama su extradición desde EE UU, donde Posada
fue encarcelado en mayo."