Argentina: La lucha continúa
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La multiplicación de Pocho
Gabriela Invinkebried
El Mango del Hacha
Esto es parte de la presentación del libro "Pocho vive", en la
conferencia dada el viernes 16 de septiembre de 2005, en la XI Feria del Libro,
en Santa Fe.
El primer disertante fue Carlos Nuñez, director de la Biblioteca Popular Pocho
Lepratti, quien dio una pequeña reseña sobre el trabajo de Pocho, en la villa
del barrio Ludueña, en Rosario. Mas tarde, Celeste Lepratti contó sobre la vida
de su hermano y sobre el estado de la causa penal.
Después de la presentación tuvimos oportunidad de un mano a mano con Carlos
Nuñez que transcribimos al final de ésta nota.
"Es imposible no hablar del trabajo de Pocho"
La biblioteca nace el 18 de octubre de 2002 y antes de cumplirse el primer año
del asesinato de Pocho, lanzamos una convocatoria abierta para todos los que
conocieran a Pocho, como aquellos otros que estaban impactados por los hechos
del diciembre trágico.
En Rosario, a Pocho lo conoce todo el mundo, esto es así. Si ustedes van por
Rosario, se van a encontrar con la bicicleta con las alas por todas partes, con
las pintadas en todos lados y… es imposible no hablar del trabajo de Pocho.
Entonces se lanzó esta convocatoria abierta que incluía cosas tan diversas como
la vida de Pocho en el seminario, en la escuela, donde trabajaba con sus
compañeros en ATE, en los espacios donde trabajaba con los chicos en Ludueña, y
por supuesto, el libro también trae los informes de la comisión investigadora de
todo lo que se ha querido tapar desde el gobierno, acerca de los verdaderos
responsables de su asesinato y de todos los otros muertos que hubo en la
provincia.
Además te vas a encontrar con una recopilación de lo que fue la jornada de
diciembre de 2001, no sólo en Rosario sino también en todo el país y junto con
eso, las múltiples acciones que se fueron haciendo a partir de las canciones que
las murgas le dedican hoy a Pocho, los temas que se cantan en los barrios, de
esas otras cosas, como lo es el video que ha hecho Pancho y todo el grupo de
amigos. Una investigación excelente, que ahora a partir de la difusión del tema
de León Gieco, alcanza una trascendencia mucho más grande.
La multiplicación de Pocho - A Pocho lo cruzábamos todos los días,
siempre revolviendo su mochila cargada de esperanza y cargada de algún paquete
de fideos para los pibes con los que trabajaba…cargada de sueños… Con él
aprendimos a revalorizar lo que es la política, la manera de construir
socialmente.
Cuando se creó la biblioteca, que llevara el nombre de Claudio Pocho Lepratti,
contamos con el enorme apoyo de Celeste, de Orlando su padre y de todos los
amigos y los grupos que hoy siguen trabajando para lo que llamamos :"La
multiplicación de Pocho".
Pochos hay en todas las ciudades de nuestro hermoso país, que sin embargo siguen
resistiendo las políticas neoliberales que nos han llevado digamos…donde
estamos. El libro es una manera más de recuperar el trabajo que, desde la
militancia social desinteresada todos los días hacia niños, hacia jóvenes, para
volver a construir personas solidarias con clara voluntad de retomar los sueños
colectivos y de apuntar a un futuro que todos merecemos.
Celeste habló un poco sobre su hermano.
Somos seis hermanos, todos menores a Pocho. Nacimos y crecimos en un campo en
zona rural cerca de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Pocho terminó sus
estudios secundarios en Concepción y luego decide estudiar abogacía como alumno
libre de la Universidad Nacional del Litoral. Después, alrededor de los veinte
años, decide ingresar en el Seminario de la Orden Salesiana, en Funes, Santa Fe.
Allí cursa cinco años. Ya había tomado los votos de pobreza y castidad, cuando
llegado el momento de tomar los de obediencia, decide salir del Seminario porque
se había encontrado con una contradicción, tenía la necesidad de trabajar más
tiempo con la gente que por ahí más necesita, cosa que hacía pero
esporádicamente; cuando él plantea esto dentro de la institución, recibe una
respuesta negativa. Por eso abandona el Seminario y se instala directamente en
una villa en Rosario, en barrio Ludueña. Una vez instalado en la villa dedica
todo su tiempo a los niños y jóvenes del barrio, formando ocho grupos juveniles
(entre ellos La Vagancia), y no estaba solo, siempre contó con el apoyo
incondicional del un cura, que hace más de 35 años que está en el barrio, él
también Salesiano y con el cual compartían ideas. Estoy hablando de Edgardo
Montaldo, quien le abrió muchas veces la puerta y nunca le dijo que no a Pocho.
En la villa también trabajaba con adultos, él había ingresado a lo que se llama
un Plan pro-huerta de la municipalidad y así llegaba a la casa de un montón de
vecinos con semillas; con conejos; con aves; con distintas cosas que eran la
iniciativa para algún micro emprendimiento. Colaboraba con los vecinos para que
comiencen con esa actividad, para que se empiecen a agrupar, para que formen una
cooperativa o mejorar una salida colectiva, era lo que siempre andaba buscando.
Estas son solo algunas de sus facetas y su recuerdo, que puedo compartir con
ustedes. También puedo decir que algo muy valioso que Pocho tenía era, la
capacidad de no hacerse necesario. Sino que esas personas puedan seguir adelante
solas. Esa era una de las cosas que más me enorgullecían de él.
La causa - Que contradicción, la última vez que estuve en Santa Fe fue el
30 de diciembre de 2004, nos enteramos, los familiares de las víctimas junto con
algunos de los integrantes de la comisión no gubernamental de la masacre de
diciembre de 2001, nos enteramos que la jueza Doldán sobreseía definitivamente a
dos de los responsables de la masacre de 2001, a Enrique Álvarez y Lorenzo
Domínguez, Subsecretario de Seguridad y Ministro de Gobierno durante la gestión
de Reutemann, y éste último personaje que todavía no ha sido citado ni a
declarar, no sólo por las nueve muertes, siete en manos de la policía, sino
también por cientos de heridos que sufrieron los santafesinos.
Tuvimos novedades - El policía que está detenido Esteban Velásquez, el
que lo asesinó, quien está condenado desde agosto del año pasado a 14 años de
prisión pero sin un fallo firme, pidió ampliar su indagatoria. Esto nos hizo
mucho mal, remover tantas cosas. Luego una de las testigos declaró y fue
positivo, haciendo que este policía se incrimine mucho más. Esperamos a partir
de ahora una sentencia definitiva, pero no sólo para él, sino también para todos
los responsables políticos directos del asesinato de mi hermano y otras ocho
personas, que gozan de absoluta y plena impunidad: Carlos Alberto Reutemann,
Lorenzo Domínguez, también Enrique Álvarez y ni hablar de los Jefes Policiales
que, lejos de haber sido investigados, en éste nuevo gobierno han sido
premiados. Muchos de ellos hoy gozan de cargos de mayor jerarquía.
Mi familia repudia la actitud del actual gobierno de Jorge Obeid, de pedir la
absolución de Velásquez, el asesino de mi hermano, a través de la fiscalía, o
sea la defensa del estado. Es absolutamente humillante de parte del actual
gobierno, que de algún modo ha dejado en claro que ha elegido, no solo defender
a un asesino, sino en todo caso trata de cercenar, cada una de nuestras
iniciativas de llegar a los responsables políticos y dar continuidad a la
impunidad.
Entrevista a Carlos Nuñez, director de la Biblioteca Popular "Claudio Pocho
Lepratti"
MdH: La situación del barrio de Ludueña, hoy se ha desmembrado? quién
tomó la posta de Pocho en éstos momentos?
CN: No, en Rosario hay una cosa muy particular, sabemos que nadie lo
sustituye a Pocho, pero sí ha dejado una semilla muy grande que es que se
multipliquen los esfuerzos por seguir con el trabajo de él, y todo lo que apunta
a una sociedad más inclusiva, más igualitaria, más justa. El trabajo con los
pibes lo retomaron los chicos que están en la casa de Pocho, nosotros con la
biblioteca estamos en otro barrio, pero también estamos haciendo el mismo
trabajo. Hay otros grupos como huertas comunitarias y centros de salud con el
nombre de Pocho. Es decir, en Rosario verdaderamente se ha producido algo muy
fuerte en éste sentido, que es recuperar la memoria histórica de Pocho. Y por el
otro lado en los múltiples Pochos que hay en los rincones de país, y que son
olvidados hasta que lamentablemente suceden éstas cosas que no son casuales,
sino que estaban bien orquestadas, para asesinar a los mejores.
MdH: Que sentís sobre la imagen de Pocho "el santificado"?
CN: Mirá nosotros somos respetuosos de aquellos que lo viven de esa
manera. Lo que queremos nosotros redoblar no es el mito, sino la recuperación
del verdadero Pocho de carne y hueso, que empujaba y que tenía más de una
faceta.
Pocho era más que el educador popular, también era el gremialista que combatía,
era el primero en su humildad extrema, nunca iba a ser un getón, ni un
dirigente. Él lo que hacía era escucharte, acompañarte, y tirar por ahí la
palabra justa para que pienses lo que ibas a hacer. De alguna manera Pocho es
eso que hoy nos está faltando, que es correrse de los personalismos y
sinceramente sentir junto al otro.
Mdh: Celeste tiene un nuevo rol hoy en la causa de Pocho?
CN: Celeste lo tiene a ese rol, pero nunca te lo va a decir. Celeste está
trabajando hoy en educación popular en los barrios y en la biblioteca.
MdH: En qué consiste esa "Educación Popular"?
CN: Mirá fundamentalmente yo te lo plantearía así, que los saberes, que
el conocimiento y la transferencia de esa realidad no va a venir de lo que
solamente se da en la escuela o en las universidades, es recuperar el saber
popular, el saber de los barrios, el saber que tienen los movimientos sociales,
los grupos de trabajadores desocupados, de cómo organizarse para combatir.
Pocho, nunca se iba a poner en lugar de maestro, si de acompañar en los momentos
más difíciles.
Nosotros desde el lugar que tenemos en la biblioteca, centramos la educación
popular en 3 ejes, que creemos que son disputa en relación al sistema.
Uno de los ejes es con relación a los modelos de conformación de la subjetividad
actual. Creemos que el sistema hoy te va preparando para que surja una persona
individual, egoísta, pensando en la cuestión más materialista y desinteresada
por los demás. En múltiples espacios, hay un lugar para disputar la manera de
construir la subjetividad donde pueden surgir personas con espíritu solidario,
con espíritu de transformación, espíritu de sentir y pensar en el otro.
El otro espacio en el que centramos nuestra manera de pensar la política. La
política no tiene que ver con lo que se hace en la cámara de diputados o en los
partidos políticos tradicionales. Como dice López Echagüe, la política está en
otra parte, está en los espacios de construcción cotidiana que hay en los
barrios, está en la fábrica recuperada, en los movimientos sociales y donde se
vuelve a refundar la política como herramienta del hombre para alcanzar los
cambios.
El otro espacio que también esta absolutamente ligado, es el del campo del
conocimiento. Así como la política es una cosa muy seria para dejarla sólo en
manos de los políticos, creemos que la educación también es una cosa muy seria
muy fuerte, para solo esperar que venga del lado de los maestros. El
conocimiento es algo que hacemos nosotros todos los días, junto a los docentes.
Creo que tiene que haber un enlace, una articulación entre el saber que sale de
los espacios que pueden ser universitarios, pero con el otro saber que nace
todos los días en el barrio: de la vecina, de la mujer que tiene que
arreglárselas con ciento cincuenta pesos para llegar a fin de mes con sus
chicos… hay un montón de saberes muy ricos. Bueno, entre eso, conocimiento,
política y una forma subjetiva distinta, creemos que están las herramientas para
un cambio que hace falta para el país.