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Argentina: La lucha contin�a

Prohibido prohibir

Hugo Alberto de Pedro
hugodepedro@speedy.com.ar

Solamente nos resta dejar en claro que la imaginaci�n debe llegar al poder, porque la transformaci�n de la sociedad pasa por cambiar la vida; y que en las calles, le guste al Gobierno Nacional o no le guste, pasa la pol�tica.
Prohibido prohibir
Prohibido prohibir la expresi�n popular

S�lo el hombre incapaz de entender, de sentir ha logrado al final su grandeza prohibir.
Y se niega el sabor y la simple verdad de vivir el amor y en total libertad

Dentro de las muchas tradiciones que tiene el pueblo argentino se encuentra la de manifestarse en la hist�rica Plaza de Mayo. �sa rodeada por el Cabildo, la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Catedral metropolitana, el Ministerio de Econom�a Nacional y la Casa Rosada, entre otros edificios m�s como por ejemplo el del Servicio de Inteligencia del estado (SIDE).

La plaza, nada m�s y nada menos, fue el lugar de encuentro de nuestras queridas Madres, cuando la dictadura militar instaurada en el a�o 1976 comenz� su derrotero genocida. En el a�o 1945, un 17 de octubre, gran parte del pueblo argentino colm� la misma plaza para exigir la libertad de su futuro l�der. Hace 23 a�os, en 1982, se reuni� all� para reivindicar los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas Argentinas. En la Semana Santa del a�o 1987 abrig� a miles que se opon�an a una nueva sublevaci�n militar. A fines del 2001 fue el principal centro de convocatoria para exigir que se vayan todos los pol�ticos que traicionaban la confianza ciudadana.

As� podr�amos seguir se�alando miles de convocatorias, movilizaciones y concentraciones que han tenido como protagonistas a los hijos de �ste pa�s, porque es obligatorio se�alar que han llegado hasta ella para dejar diferentes testimonios ni�as y mujeres, ni�os y hombres desde las m�s alejadas provincias argentinas.

Ayer nom�s, por tercer viernes consecutivo, se ha prohibido llegar hasta la plaza de Mayo a una convocatoria multisectorial de ciudadanos. Miles de efectivos policiales perfectamente armados han sido dispuestos para saturar, para impedir la llegada pac�fica y para intimidar a muchos miles de mujeres y hombres que, en �sta oportunidad, se manifestaban en contra de la futura presencia del terrorista presidente estadounidense; en la IV Cumbre de las Am�ricas convocada para crear trabajo, para enfrentar a la pobreza y para fortalecer la gobernabilidad democr�tica.

A muchos ya no nos caben dudas de cu�les son los motivos que tiene el Gobierno Nacional para actuar como lo est� haciendo. Se ha propuesto encontrar la excusa para, desde su estado de incapacidad para promover la distribuci�n del ingreso nacional, pasar al un estado de represor de las protestas sociales. Justificadamente en crecimiento a todo lo largo y ancho del pa�s.

Afortunadamente la paciencia de quienes nos movilizamos ha hecho posible que los deseos del Gobierno no se cumplan, y en consecuencia no hace m�s que seguir aumentando las gubernamentales histerias y miedos. Las que est�n abonadas en que jam�s sus principales funcionarios han tenido la necesidad de reclamar a las autoridades, y menos a�n, de luchar por los derechos y garant�as vilipendiados y conculcados.

Prohibido prohibir la educaci�n

No se puede prohibir, la elecci�n de pensar, ni se puede impedir la tormenta en el mar.
No se puede prohibir que en un vuelo interior un gorri�n al partir busque un cielo mejor.

El proyecto de pa�s sostenido desde hace m�s de tres d�cadas ha sido el que provoc� que la educaci�n se encuentre desnaturalizada de las necesidades de la formaci�n de excelencia de nuestros ni�os y j�venes en un mundo en constante cambio.

La falta de presupuestos adecuados, el avance de la educaci�n privada en deterioro de la p�blica, la incapacidad de reformular las curr�culas y el denigrante salarios de maestros y profesores demuestran, sin m�s, cu�l es el n�cleo del proyecto.

Prohibido prohibir la salud

No se puede prohibir el impulso vital, ni la gota de miel, ni el granito de sal.
Ni las ganas sin par, ni el deseo sin fin de re�r, de llorar no se puede prohibir.

Cuando advertimos que la falta de atenci�n m�dica adecuada, gratuita y universal ha dejado paso al crecimiento de las empresas de medicina prepaga, que la prevenci�n a las enfermedades curables sigue ausente, que las pol�ticas sanitarias no contemplan a los m�s necesitados, que los hospitales p�blicos se encuentran en un virtual estado de abandono y que los sueldos de los sanitaristas est�n postergados nos convencemos de que las pol�ticas gubernamentales no existen.

Prohibido prohibir la justicia

No se puede prohibir el color tornasol de la tarde al morir en la puesta del sol.
No se puede prohibir el af�n de cantar, ni el deber de decir lo que hay que callar.

El deterioro que sufre la administraci�n de justicia en nuestro pa�s ha vedado las m�s m�nimas seguridades del debido proceso, la investigaci�n adecuada en todos los pleitos y la demora en la resoluci�n de las causas casi siempre atadas a conveniencias del poder. El desembarco de la pol�tica en los diferentes niveles de la justicia demuestran tambi�n otra de las aristas de un proceso en sostenido deterioro.

Prohibido prohibir la dignidad humana

No se puede prohibir, ni se puede negar el derecho a vivir, la raz�n de so�ar.
No se puede prohibir ni el creer, ni el crear, ni la tierra excluir, ni la luna ocultar.

Los millones de habitantes por debajo de los niveles de pobreza y en la indigencia, la falta de alimentaci�n adecuada de nuestros ni�os y ancianos, las condiciones extremas de viviendas inadecuadas e inhumanas para las familias de menores recursos y el constante mantenimiento del desempleo y subempleo complementado con el precario e ilegal son demostraciones de la incapacidad de generar las condiciones necesarias para lograr el bienestar del pueblo.

Prohibido prohibir el bienestar

No se puede prohibir ni una pizca de amor, ni se puede eludir que reto�e la flor.
Ni del alma el vibrar, ni del pulso el latir, ni la vida en su andar, no se puede prohibir.

Cuando advertimos que las pol�ticas del gobierno persiguen no cambiar en absoluto la distribuci�n desigual del ingreso, la equitativa distribuci�n de la riqueza nacional, el sostenimiento del esquema rent�stico capitalista de exclusi�n social y el ahondamiento de las pr�cticas econ�micas y financieras que permiten que los ricos sean cada vez m�s ricos y los pobres cada vez m�s pobres confirmamos cu�l es el rumbo que persiguen los proyectos institucionales.

No abundaremos en detallar las miserias de la pol�tica vern�cula, porque son p�blicas y notorias, y adem�s, porque las venidos denunciando desde hace muchos a�os.

Solamente nos resta dejar en claro que la imaginaci�n debe llegar al poder, porque la transformaci�n de la sociedad pasa por cambiar la vida; y que en las calles, le guste al Gobierno Nacional o no le guste, pasa la pol�tica.

Si tuviese el poder de poder decidir dictar�a una ley: ES PROHIBIDO PROHIBIR

El Gobierno Nacional debe saber, porque se lo escribi� y cant� la querida compa�era Eladia Bl�zquez, por siempre presente, de que est� PROHIBIDO PROHIBIR.     


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