Argentina: La lucha continúa

  Los trabajadores del Garrahan realizan medidas de fuerza para equiparar su sueldo al valor de la canasta familiar: $ 1.800. El gobierno ha destinado un volumen de dinero para otorgar aumentos, después de años de inmovilidad salarial, pero distribuido de modo que los directivos, que ya cobraban $ 5.000 en la mano, reciben 1.200 de aumento, mientras los de sueldos más bajos sólo $ 140, con lo que quedan lejos de percibir lo mínimo que un trabajador, en un país rico como este, puede aspirar, o sea el valor de la canasta familiar. ¿Son criminales los trabajadores del Garrahan por sostener estas demandas, cuando con el mismo monto ya dispuesto, mejor distribuido, se termina el conflicto?
Hay trabajadores que ganan un tercio de esa suma, o menos: ¿los perjudica la lucha del Garrahan? Al contrario: es un fuerte estímulo para que los trabajadores empecemos a reclamar lo que nos corresponde, para que caigamos en la cuenta de que no es pecado pedir lo justo, para que comprendamos que la economía debe estar al servicio de la gente y no al revés.
No podemos dejar solos a los compañeros del Garrahan: permitir que los derrote este gobierno, que protege los intereses de la patronal, es escupir al cielo, es firmar nuestra propia derrota cuando queramos salir a reclamar lo que nos corresponde.
 
Cárcel y balas: el programa del gobierno
 
Pero eso no es todo: escuchemos al ministro Bielsa, candidato estrella del peronismo en la Capital. Él dice (La Nación, 28-8-05) que hay que "evitar proporcionarles un muerto a los sectores que salen con palos y se tapan la cara". No es que rechace la idea de responder con balas a las demandas de los desposeídos, sino que no lo hace por conveniencia, "por no darles un muerto a los piqueteros", como insiste más adelante. Pero no dice sólo eso. Refiriéndose a los que protestan, realiza este strip tease ideológico: "Algunos dicen que hay que meter a todos presos, pero ¿en qué cárceles? ¿Dónde metés 2.000 tipos presos en la Capital?". O sea, la idea es buena, y voluntad, no falta, pero no tenemos tanta capacidad de reclusión, ¡y eso que los hacinamos!, ¿eh?
En este marco ideológico, ¿a quién puede extrañarle que la política del gobierno frente a los trabajadores del Garrahan sea irreductible y represiva, que consista en forzar el conflicto y luego querer "resolverlo" con sanciones y despidos?
Por eso nosotros estamos con los trabajadores del Garrahan e instamos a todos los trabajadores a solidarizarse también activamente. Para empezar, mañana, viernes 2, marchamos desde Congreso a Plaza de Mayo por "Salud, educación, trabajo y salario". Los trabajadores del Garrahan y quienes los apoyamos salimos del hospital, Combate de Los Pozos 1881 (a media cuadre de Av. Brasil) a las 16 y a las 17 nos encontramos con otras organizaciones en Congreso.
Hay bonos de la Junta Interna del hospital para reunir un fondo de huelga. Consígalos y acérqueselos a sus compañeros, condiscípulos y amigos para que todos puedan colaborar con la magnífica lucha del Garrahan.
VECINOS MEMORIOSOS.