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Argentina: La lucha continúa

Fallo contra un Mc Donald’s
Deben indemnizar a una pasante despedida

La Justicia laboral condenó a la empresa porque consideró que se trató de un fraude laboral, ya que le obligaban a realizar tareas que no tenían que ver con "la educación y formación" de un estudiante.

Clarín

La Justicia laboral condenó a la cadena de casas de comidas rápidas Mc Donald's a indemnizar por despido a una estudiante secundaria que cumplía una pasantía laboral en uno de esos locales comerciales porque "encubría fraudulentamente una relación laboral que revestía las notas típicas de la dependencia".

Según un fallo al que tuvo acceso DyN, las juezas María Laura Rodríguez y Graciela González confirmaron una sentencia de primera instancia y condenaron a la empresa Arcos Dorados S.A., que explota la marca Mc Donald's, a indemnizar a la joven con 3.510,24 pesos, más intereses.

Según la sentencia, la "base legal de la contratación de la actora (pasante) está dado por el aprendizaje por parte de los alumnos y docentes de prácticas que se encuentran relacionadas con su educación y formación, bajo la organización y contralor de la institución educativa a la cual pertenecen". Las camaristas reivindicaron que "las pasantías constituyen una extensión orgánica del sistema educativo y difieren de un vínculo laboral".

Precisamente por esas razones, y basadas sobre relatos de testigos, concluyeron que "no se advierte que las tareas desarrolladas por la actora se relacionen con la educación y formación, toda vez que si bien eran variadas, en su mayoría implicaban la limpieza del lobby, la cocina, los baños, las bandejas, así como estar en la cocina, haciendo hamburguesas o en la caja, atendiendo clientes".

"De dicha descripción no es posible inferir que la actora obtuviera experiencia o práctica en el área de un saber específico que impone la consideración de los estudios cursados", añadieron las camaristas.

"La contratación de la actora como pasante encubría fraudulentamente una relación laboral que revestía las notas típicas de la dependencia", añadieron.

Para las juezas, "si los pasantes efectúan trabajos típicos y corrientes de la empresa, bajo condiciones de contratación que los ponen en un pie de igualdad con los trabajadores dependientes, sin que se respete su objetivo de formación y sin un adecuado seguimiento de la entidad educativa, todo pasa a ser una ficción legal a través de la cual la empresa obtiene un beneficio injustificado".

Ese accionar de la empresa que toma a un pasante "conduce fraudulentamente a la más pronunciada precarización del empleo, teniendo en cuenta, especialmente, la gratuidad que implica", dijeron las magistrados.

La estudiante en cuestión "puso a disposición de la demandada su capacidad de trabajo durante más de cinco horas diarias, seis días a la semana, a cambio de una 'asignación estímulo' que, en la segunda quincena de marzo de 2002, llegó hasta los 100 pesos".

Las juezas resolvieron, además, remitir un oficio a la Secretaría de Educación del gobierno porteño "para que tome nota del incumplimiento incurrido en orden a los derechos y obligaciones que incumben a los organismos centrales de conducción educativa".