Argentina: La lucha continúa
|
El País de los santos inocentes
Pbro. José Guillermo Mariani
Armas para Croacia y Ecuador, explosión trágica en Río Tercero, atentado
contra la AMIA, crímenes por encargo como el de Cabezas y el de R. Maders,
privatizaciones fraudulentas, enriquecimiento ilícito, vaciamiento de Bancos y
robo con nombre de "corralito", calcinamiento de casi dos centenares de jóvenes
atrapados en una Disco, sobresueldos que fueron burla para los salarios de
hambre . . . y los puntos suspensivos abarcan un montón de delitos semejantes,
ligados con el poder. Sólo hago referencias a los que todavía están de algún
modo sobre el tapete.
Para todo eso "No hay culpables". Todos resultan sobreseídos por falta de
pruebas y, por tanto, oficialmente : inocentes.
¿Qué pasa con la Justicia? ¿No hay suficientes jueces y por eso la lentitud de
los procedimientos causa impunidad, ya que da ocasión para hacer desaparecer
pruebas y testigos? ¿Hay deficiencias legislativas? ¿La policía judicial no es
eficaz en el levantamiento de pruebas? ¿Hay incapacidad o venalidad en los
Jueces? ¿Hay temor de sentenciar lo justo por las amenazas y los hechos
consumados de presiones por parte de los grandes intereses?
De cuando en cuando, espasmódicamente, brotan reacciones populares como el "que
se vayan todos" o el movimiento Blumberg, unificador de las impotencias, a
través del sentimiento de un padre dolorido que, con asesoramiento
estadounidense acaba declarando terroristas urbanos a los chicos de la calle,
después de haber logrado aceptación legislativa para las reformas de leyes de
seguridad.
Pero los delitos ligados con el poder siguen sin culpables. Santos inocentes.
Afortunadamente el vacío de justicia se llena con la información periodística.
No me acusen de ingenuo al hacer esta afirmación. Reconozco el poder de las
grandes cadenas de información con tremendo manejo, a favor de los propios
intereses, de la cantidad y orientación de lo que se publica. Y los periodistas
son generalmente " a sueldo". Deben vivir y complacer, al menos de algún modo, a
quienes los sostienen y los necesitan.
Pero, a pesar de todo, muchos tienen la valentía de investigar, de escarbar
profundo. Y en muchas ocasiones con mayor eficacia que la Justicia. Y así va
apareciendo una sentencia que deja huellas en la historia y, muy despacio, va
convirtiéndose en memoria mantenida por la gente, para los momentos de tomar
decisiones.
Gracias a esto el País de los santos inocentes queda convertido en el País de
los insignes corruptos. Una denominación que ojalá no merezcamos para el futuro.
José Guillermo Mariani (pbro)
Parroquia Nuestra Señora del Valle
www.lacripta.org.ar
La Cripta - Córdoba - Argentina