Argentina: La lucha continúa
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Capitalismo es corrupción más impunidad
Daniel Gamboa
En agosto de 2003 el Juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó la detención de
Maria Julia Alsogaray, luego de procesarla por peculado, defraudación, falsedad
ideológica e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Luego de 21
meses en prisión, el tribunal oral Nº 6 le concedió, el beneficio de libertad
provisional (excarcelación) en la causa en la que se investiga el pago de
millonarios sobreprecios en la refacción del edificio de la secretaria de
recursos naturales. Paralelamente otro tribunal le concedió igual beneficio en
el expediente relacionado con la publicidad del plan nacional de manejo del
fuego haciéndolo bajo caución juratoria es decir sin pago de fianza.
Omar Chabán empresario responsable del boliche República Cromañón fue en su
momento procesado por homicidio simple con dolo eventual en forma reiterada (193
casos) con el argumento de que desde su posición de organizador del show de la
agrupación callejeros y responsable del boliche conocía los riesgos que se
asumían y pudo haber evitado que se desencadenara la tragedia .
En la semana pasada, dos días después de la liberación de Maria Julia, en un
fallo dividido, la sala quinta en la Cámara de Apelaciones en lo Criminal
resolvió conceder la excarcelación a Omar Chabán, fijando para ese beneficio la
condición previa del pago de una fianza de 500.000 mil pesos. Sin embargo éste,
aconsejado por su defensa, no materializo su libertad aduciendo que espera que
la decisión quede firme.
Maria Julia estuvo muchos meses en prisión transitando esa privación de libertad
con perfil bajo. El sábado 23 de abril el diario La Nación publico una carta
enviada por ella en la que denunciaba el pago de sobresueldos durante el
gobierno de Carlos Menem. Fue esa circunstancia la que movió el precario
equilibrio que existía sobre el tema, siendo la imputada sorpresivamente objeto
de atenciones mediáticas y judiciales que se coronan con el beneficio
excarcelatorio y la paralela reactivación con el llamado a indagatoria a tres ex
ministros menemistas en la causa judicial que hasta entonces dormía el sueño de
los justos. Es evidente que la ex polifuncionaria ha logrado presentarse como la
victima expiatoria de la corrupción menemista.
Con estas dos libertades la burguesía fijo nuevamente, y como lo viene haciendo
desde que pudo equilibrar la relación de fuerzas quebrada el 19 y 20 de
Diciembre de 2001, la agenda pública de la situación nacional. Orientando a los
medios y valiéndose de la funcionalidad del poder judicial centró la atención
sobre aspectos secundarios de la política superestructural con menoscabo
intencional de la situación económica y social que se encuentra enmarcada por la
puja distributiva del excedente social producido por la clase trabajadora en el
curso de los últimos dos años sobre la base de la extensión de la jornada
laboral, la intensificación de los ritmos de trabajo y el proceso combinado
devaluación-inflación regulada, y la extensión geográfica de las luchas
reivindicativas y por aumento de salario.
La liberación de Maria Julia Alsogaray y luego la posibilidad -por ahora
resignada- de conceder el beneficio de libertad provisional de Omar Chabán, y la
trascendencia mediática que se les asignó construyendo artificialmente un debate
público generado en su consecuencia, hacen presentir el montaje de una
estrategia que permitirá en lo futuro instalar el marco adecuado para una
liberación no traumática y revelan como primera aproximación en el análisis una
tendencia enmarcada en la imposibilidad para el conjunto de los sectores
explotados de ver las cosas en perspectivas, de poder detenerse a darle a cada
una de ellas su justa dimensión para no quedar apresados en un juego de
cataratas de noticias que nos hacen en definitiva no comprender ninguna .
No resulta ocioso recordar que el 24 de febrero del 2000, la Cámara de Diputados
votó la media sanción de reforma de la ley Laboral, proyecto que fue girado al
Senado y el 26 de abril de 2000 obtuvo sanción definitiva . En agosto del mismo
año algunos abogados denunciaron la existencia de sobornos a varios legisladores
quedando a cargo del sumario el Juez Carlos Liporachi, luego despojado del
sumario y procesado por corrupción actuando luego en su reemplazo Gabriel
Cavallo.
Tres años después los 6,5 millones de dólares de fondo reservados con que se
pagaron las coimas del Senado han quedado impunes por decisión de este último
Juez, que fuera nombrado en esa condición unos años antes por el Consejo de la
Magistratura a instancia del entonces presidente Fernando de la Rúa
En estos días Luis Zamora formuló una denuncia remarcando que entre los
diputados que en 1991 aumentaron sus ingresos a través de montos provenientes de
las partidas de gastos reservados aceptando el método de las sobredietas, se
contaban el actual ministro Pampuro, el secretario general de la Presidencia
Oscar Parrilli, el dirigente y precandidato del ARI, Carlos Raymundi y Carlos
Chacho Alvarez.
Por lo demás los sobresueldos, a pesar de que se calculan en un monto de 4.000
millones de dólares en 20 años, son solamente una cifra menor si se la compara
con las coimas que se pagan por las prestaciones en obras y servicios públicos o
la cadena de incentivos fiscales a las automotrices, Aluar y el resto de las
privatizadas.
Debe recordarse en ese sentido que han pasado nada más que pocos meses de que la
opinión pública también mediatizada e ideologizada quería la cabeza de varios
funcionarios por 60 Kg. de cocaína en los aviones de SW .
Los discursos periodísticos y la moralina eclesiástica que se activaron a partir
de la carta de lectores de Maria Julia Alsogaray en el diario La Nación y su
posterior liberación impulsaron el tema de los sobresueldos de los funcionarios
públicos, alimentando nuevamente la imagen corrupta de los noventa, ocultando la
continuidad básica del régimen que se expresa en el actual gobierno con aquel
modelo de dominación. Mientras tanto las cuestiones auténticamente decisorias
para los sectores explotados, como lo son, las características actuales del
modelo de acumulación capitalista, la distribución de la riqueza, las
condiciones laborales, el sistema impositivo, la propiedad y aprovechamiento de
los recursos naturales, continúan siendo orientadas en interés de los sectores
comprendidos en la función del capital industrial y financiero y la dominación
monopólica
El uso de fondos reservados para el pago de sobresueldos es una forma de
corrupción planificada y sistémica que no puede ser vista exclusivamente
haciendo eje en Maria Julia Alsogaray, colocándola como un paradigma de una
etapa de la vida nacional signada por la idea del botín de guerra en que se
convirtió el Estado durante la administración menemista . Eso sería ocultar que
esos sobresueldos son una forma de corrupción planificada y sistémica, funcional
a la realización de la plusvalía en el modo producción capitalista y que tiene
su continuidad funcional en la actual estructura del estado.
Acceder a posiciones del aparato estatal implica la posibilidad de hacer uso de
las redes del poder y de influencias para obtener beneficios, sea por la vía de
pagos, comisiones o cohechos, para facilitar la obtención de contratos públicos,
etc. La corrupción no obedece a que el Estado se ha transformado en propiedad
privada de los funcionarios. Obedece a que nunca dejó de ser propiedad colectiva
de los capitalistas que se disputan el arbitraje de los funcionarios que les
permitan el espacio para adquirir bienes públicos, ganar licitaciones y
mercados.
En una etapa de cambio social como la que atraviesa Argentina, uno de los
indicadores de la crisis de dominación del poder burgués es la quiebra de la
confianza en 'la Justicia' y el orden jurídico imperante, como resultante de un
largo proceso de desencanto.
La Constitución de un Estado, las leyes y los códigos que en su consecuencia se
dictan se exhiben, por la burguesía, ante los ojos de los trabajadores y el
conjunto de los sectores sociales oprimidos como los reguladores formales del
funcionamiento de una sociedad. Este dogma crea la ficción de la imparcialidad,
inviolabilidad, e inmutabilidad del orden jurídico.
Se oculta de esta manera que el fenómeno jurídico, en última instancia, es la
manifestación superestructural de las relaciones de clase y de producción de una
sociedad determinada. Es pilar formal del poder burgués y de su Estado, no sólo
porque regla su funcionamiento y pena las violaciones a la ley, sino porque arma
todo el entretejido de argumentos que moldea la conciencia y la moral de toda la
sociedad
Bajo el capitalismo la justicia defiende los intereses de clase de la Burguesía,
pero en su fase de descomposición, de guerra y revoluciones (el imperialismo),
lo jurídico está al servicio de los sectores más concentrados del gran capital.
En el caso de Argentina es posible verificar en los fallos y sentencia la tutela
al detalle que ejercen los grupos dominantes sobre los Jueces. El Poder Judicial
como parte del aparato del Estado responde esencialmente al proceso económico,
social y político, digitado y dirigido por el gran capital. Por las propias
contradicciones de ese proceso los Jueces pueden incluso chocar contra los otros
poderes y usar la figura de la independencia como recurso para potenciar fallos
a la medida de sus verdaderos amos.
En ese aspecto los ingentes esfuerzos de Duhalde-Kirchner por recomponer la
imagen con cambios de figuras y anulación de las leyes de punto final y
obediencia debida no ha dado un resultado similar al reordenamiento político
conseguido con el llamado a elecciones y la continuidad institucional del poder
burgués. Cala hondo en el sentimiento general de los explotados que no son las
leyes vigentes , ni los jueces quienes corporizan la existencia de un orden
social justo, y que toda lucha por superar las paupérrimas condiciones de vida
deberá enfrentar la política criminal que diseñan ese orden jurídico y
concretizan los organismos judiciales.
Los dos cuerpos Judiciales que dispusieron en un caso la libertad de Maria Julia
Alsogaray y en el otro habilitaron la excarcelación de Chabán, pusieron de
resalto 'la presunción de inocencia ' de la que goza según el ordenamiento legal
todo ciudadano hasta el dictado de una sentencia condenatoria firme de la que
surge el derecho a permanecer en libertad durante todo el trámite de la causa,
agregando que la limitación personal a la libertad durante un proceso penal
desvirtúa la naturaleza cautelar de la prisión preventiva al convertirla en una
verdadera pena anticipada .
Sin embargo los medios ocultaron decir que el 75% de los presos en las cárceles
bonaerenses y en igual proporción en el resto del país, están en idénticas
condición que Alsogaray y Chabán, pero los Jueces no aplican el mismo criterio
de darle la excarcelación e inclusive los legisladores abolieron no hace mucho
tiempo la ley del dos por uno que facilitaba la excarcelación de presos sin
condena firme.
Se explica de esta forma el carácter prevalentemente proletario y subproletario
de la criminalidad puesto de manifiesto por las estadísticas judiciales, y al
mismo tiempo permite comprender la ideología pequeñoburguesa que sustenta la
sospecha dirigida a los componentes de esos sectores sociales, a quienes le
asignan inclinaciones naturales a delinquir (repárese en este sentido en los
frecuentes arrestos para individualizar a personas 'en actitud sospechosa',
fundada sólo en su color de piel, el barrio o villa donde vive, su vestimenta,
etc.) Y la alarma social disfrazada como 'falta de seguridad'
La denuncia del carácter histórico y socialmente determinado de la criminalidad
moderna, el carácter social de la responsabilidad penal y la consiguiente
exigencia de una socialización integral del tratamiento penal son los ejes para
avanzar en la construcción de hipótesis estratégicas de política criminal
trazada desde la perspectiva del proletariado.
No puede haber verdadera justicia en una sociedad dominada por el interés
privado de los grandes empresarios, banqueros y terratenientes y sus agentes a
sueldo en el Poder Judicial, la policía y el gobierno. El primero y más decisivo
instrumento de una política criminal del movimiento obrero está constituido por
la transformación de la estructura productiva y el control del poder del Estado
por los trabajadores.
La lucha por la verdadera justicia esta indisolublemente vinculada a la lucha
por transformar la sociedad de forma tal que las palancas fundamentales de la
economía y el estado no estén en manos de un puñado de parásitos sino bajo el
control democrático de la clase trabajadora y el conjunto de los explotados.