Argentina: La lucha continúa
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En Argentina la educación es el último mono del Presupuesto
Escuela Normal Superior Nº 9: Violencia es mentir
Hugo Alberto de Pedro
'Los hombres de principios no gobiernan
en nombre de lo que
destruye esos mismos principios'
Domingo Faustino Sarmiento
'Violencia es mentir' es un cartel que en estos momentos está colgado en el
pórtico de entrada de la Escuela Normal Superior Nº 9 'Domingo Faustino
Sarmiento' sita en la Avenida Callao 450 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
en la República Argentina. Lejos ha quedado en el tiempo su inauguración del día
3 de octubre de 1886 y por cuyas aulas la célebre Rosario Vera Peñaloza
impartiera educación a las futuras maestras. Aunque la cuestión edilicia para el
Gobierno de la Ciudad por el paso del tiempo y el incendio del año 1975 merece
simplemente éste comentario 'La reconstrucción fue lenta y muchas veces precaria
pero se siguieron formando Maestros'.
Una cuestión no menor la leyenda del cartel si tenemos en cuenta que ha sido
colocado por los alumnos que protestan sobre las condiciones edilicias, de
salubridad, y de mantenimiento de ese colegio, y nos lleva una vez más a la
cuestión de las violencias y las mentiras.
Los alumnos, 'chicos' para algunos comunicadores que con demasiada perversidad
se refieren a ellos como 'Son unos 15 locos, son 15 forajidos y hay que echar a
los chicos del colegio' (Marcelo Longobardi), cortaron la mitad de los carriles
de una avenida, sacaron los pupitres a la calle y pernoctaron en el
establecimiento educativo con la intención de que 'Las autoridades nos den una
respuesta a nuestros reclamos'. Alguien puede imaginar alguna otra forma de
actuar para lograr la atención de los funcionarios, que están más ocupados en
los plebiscitos de sus gestiones y en las próximas elecciones parlamentarias.
El supuesto caos de tránsito ha sido mucho menor, lo aseguro por haber estado
ayer y hoy por el lugar, al que diariamente producen desocupados, piqueteros,
trabajadores y miles de ciudadanos que con justos motivos realizan cortes de
calles, avenidas y rutas en todo el país reclamando por los derechos al trabajo,
la alimentación, la educación y la salud. Pero claro, ahora la preocupación es
que son estudiantes. Siempre los estudiantes.
Los reaccionarios de hoy son los mismos que los de ayer, porque sencillamente se
reciclan y desgraciadamente se van multiplicando cambiando solamente el ropaje.
Los que el 16 de setiembre de 1976 se manifestaban por el boleto estudiantil en
la Ciudad de La Plata eran estudiantes secundarios y en esa terrible 'Noche de
los Lápices' se encontraron con la intolerancia seguida de la desaparición,
torturas y muerte. También diez años antes, el 29 de julio de 1966, eran
estudiantes los que padecieron la agresión institucional en aquella 'Noche de
los bastones largos'. Con estos antecedentes comunicadotes y políticos deberían
tener mucho cuidado y precaución al realizar mendaces comentarios.
Para desestimar el justo pedido de los alumnos el Gobierno porteño realizó una
inspección en el colegio y asegura que no existe riesgo edilicio, toda una
disfunción perversa porque no debería ser necesario que actúe como reflejo a la
protesta. Para la Subsecretaria de Educación de la Ciudad, Flavia Teregi, queda
minimizado a que 'Hay un grupo de 30 chicos todavía apostados en el hall de
entrada de la escuela' pero como buena funcionaria va más allá al declarar 'No
es normal que yo esté acá'. Entonces nos preguntamos a dónde debería estar la
rentada subsecretaria. Aunque ya sabemos que hará mañana, porque según sus
propios dichos 'Vamos a estar caso por caso estudiando el comportamiento de cada
chico'. Deberían saber los funcionarios que no existe legislación alguna, ni
debido respeto alguno, que considere 'chicos' a los 'alumnos, educandos y/o
estudiantes'.
Para el funcionariato la cuestión pasa por quién debe tomar a su cargo la
actuación policial, la que por centenares de sus miembros se encuentran en los
alrededores del colegio con sus cascos, escudos, palos y canilleras. Nos
preguntamos si esa desesperación por mantener bajo control las protestas es la
misma que tienen para identificar y perseguir a los miles de personajes que se
han robado todo un país y con él las esperanzas y futuro, especialmente de los
jóvenes que, como los alumnos del Normal Nº 9, únicamente persiguen la búsqueda
soluciones a temas que jamás deberían haber sido abandonados. Esto es la
desatención de la educación, de los servicios que ella debería prestar y las
políticas educativas.
Vamos a ser muy claros y para ello nos remitiremos a la Ley Federal de Educación
Nº 24.195, Título VII -Derechos y deberes de la comunidad educativa- Capítulo I
-De los educandos' que establece en el artículo 43 inciso f. que 'Los educandos
tienen derecho a desarrollar sus aprendizajes en edificios que respondan a
normas de seguridad y salubridad que cuenten con instalaciones y equipamiento
que aseguren la calidad y la eficacia del servicio educativo'. No es solamente
un capricho de los estudiantes es una obligación legal, a la que siempre
atienden con desprecio.
Como siempre sucede en estos casos las voces fascistoides se levantan para
condenar indiscriminada y temerariamente a quienes protestan, desinforman y
crean la idea que se trata de 'chicos' manejados por 'otros activistas', les
molesta que encuentren la solidaridad de otros estudiantes. Por eso es que para
la subsecretaria antes mencionada 'Los incitan con llamadas a un celular'.
Bueno, por favor, sabe la ciudadanía argentina de los millones de llamadas a
celulares que han permitido hacer negociados y operaciones políticas que han
tenido como único fin tirar a un pueblo a la pobreza e indigencia. Si hay alguna
duda veamos como en las sesiones parlamentarias nuestros representantes se la
pasan conversando por ese medio inalámbrico de comunicación.
Para el ministro del Interior, Aníbal Fernández, es 'demencial' la toma de la
escuela y se apresuró en señalar que los 'partidos de izquierda' los estaban
estimulando. Si para el ministro que en el año 1994 huía de la justicia
escondido en el baúl de su automóvil cuando era intendente de Quilmes este
reclamo es 'demencial' no extraña que ahora diga 'El pretendido derecho de tomar
una escuela para sí es una locura'. Nos debería responder si la locura no es
desatender la educación y las condiciones edilicias y de seguridad en las
escuelas públicas.
Porque es el mismo Gobierno de la Ciudad el que está realizando trabajos
constructivos en calles y avenidas por doquier, bienvenidas sean pero también
interfieren el tránsito, y es el mismo que se vanagloria del gueto que Carlos
Menem supo crear en Puerto Madero y los que le siguieron lo potenciaron con
dedicación de millonarios presupuestos en infraestructura de todo tipo.
Todos deseamos que la solución sea inmediata, que los alumnos puedan estudiar en
perfectas condiciones, tanto fundamentalmente en lo educacional como en los
medios necesarios para el desarrollo de las actividades escolares.
La cuestión sigue siendo la de las dos Argentinas, la de los políticos, los
exitosos y los millonarios que pretenden dejar todo como está y desprecian a
quienes luchamos diariamente por un futuro mejor; y la de todo un pueblo que
pareciera que está perdiendo la paciencia a lo largo y ancho de la Patria.
Paciencia harto demostrada en medio de los robos y las mentiras impuestas desde
el poder y sus acólitos interesados sostenedores.
Los estudiantes no se equivocan por eso han escrito 'Violencia es mentir'.