Argentina: La lucha continúa
|
Frente a un nuevo acto de censura en Canal 7
El canal que no nos dejan ver
Anc-Utpba
A raíz de los últimos acontecimientos denunciados por los periodistas de
Canal 7, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) emitió un
comunicado que reproducimos en forma total a continuación:
'El reciente, y reiterado, acto de censura ejecutado por la dirección de Canal
7, al levantar del aire el programa especial 'Vietnam, a 30 años de la guerra'
ratifica la temeraria política que respecto de esa emisora del Estado vienen
llevando adelante las autoridades designadas por el Gobierno Nacional.
'La decisión de no emitir el mencionado programa fue adoptada por el interventor
del Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP), Ricardo Palacio, media hora
antes del horario previsto para su emisión y luego de que fuera anunciado
reiteradamente en las promociones del canal y en avisos publicados en distintos
medios gráficos de alcance masivo.
'Ahora bien, cabe preguntarse por qué este acto de censura indudable pretende
ser amortiguado desde el SNMP, es decir el Gobierno, apelando al gastado y falaz
argumento (que asumen y dinamizan los voceros de esos intereses y asimilan de
manera acrítica los ingenuos), de 'problemas entre sindicatos'.
'En realidad, este repudiable episodio integra una larga cadena de acciones que
esa intervención viene desplegando desde hace varios meses, más precisamente
desde el momento en que resolvió -al levantar Visión Siete, Edición Especial,
que salía los domingos por la noche- que los periodistas no pueden participar de
los programas periodísticos, disposición que originó presentaciones ante el
Ministerio de Trabajo y ante la justicia realizadas por los trabajadores de
prensa del canal y por la UTPBA, además de una campaña pública en la que se
denunciaba la censura y la prohibición del trabajo de los periodistas al
violarse el Convenio Colectivo del sector y, con ello, del Estatuto del
Periodista.
'Tanto lo ocurrido allá por el mes de agosto del año pasado como lo sucedido la
semana anterior debe interpretarse a la luz de una política del Gobierno (dado
que quienes dirigen la emisora son colocados por el Gobierno y dicen
representarlo), que recurriendo a los más perversos vicios de la vieja
politiquería busca saldar confrontaciones y disputas internas por espacios de
poder apelando a medidas drásticas como la censura, por ejemplo, que atenta
contra el derecho a la información de toda una sociedad, y a la mentira mas
indignante y grosera, trasladando las responsabilidades de sus decisiones hacia
los trabajadores.
'Antes del levantamiento de Visión Siete, Edición Especial, la anunciada
discontinuidad de dos programas culturales -Los Siete Locos y El Refugio de la
Cultura- tuvo que ser revisada debido al amplio repudio que provocó aquella
decisión. Esa vuelta atrás fue asumida por el Jefe de Gabinete -de quien depende
la Secretaría de Medios, máxima expresión formal del Gobierno en la materia-,
quien por entonces adelantó que el mayor problema en el Canal del Estado eran
'los sindicatos'.
'Lo ocurrido a partir de entonces marca el recorrido de esa estrategia: salida
del aire de Visión Siete, Edición Especial; prohibición, por parte de las
autoridades del SNMP, de que los periodistas cumplan sus tareas en los programas
periodísticos; decisión del Ministerio de Trabajo (de este Gobierno) de avalar
lo anterior; reconocimiento -tanto en Trabajo, como en el SNMP- que el derecho
no los ampara, que el reclamo de los trabajadores se ajusta a lo que marca el
Convenio pero que la decisión política del Gobierno es no aplicarlo; el retorno
del programa Huella Digital, producido el jueves pasado, sin contemplar el
reclamo original de las funciones que les corresponden a los trabajadores de
prensa; el levantamiento del programa que iba después de Huella Digital
('Vietnam, a los 30 años de la guerra'); el impedimento de la salida al aire
-doce horas después de esto último- del noticiero del viernes al medio día, a
partir de una decisión empresaria que se encubrió en el justificativo de una
acción llevada a cabo por fuerzas ajenas a los trabajadores del noticiero.
'En ese contexto -cruzado, además, por operaciones políticas de todo tipo, que
para no extendernos mucho más dejamos para otra oportunidad- los estúpidos e
idiotas útiles para la ocasión, repitieron -y repiten- la letra de aquellos
dichos del Jefe de Gabinete: es un 'problema entre sindicatos', 'los sindicatos
disputan espacios de poder' y ahora, algunos, hasta se animan al delirio de
'guerra civil' o 'lucha fratricida' (????).
'Para eso pierden de vista u ocultan, entre otras cosas, el contenido de los
programas levantados: hablamos desde Visión Siete, Edición Especial, hasta
Vietnam, a 30 años de la guerra, sin olvidarnos que el especial por los 29 años
del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 estuvo en dudas hasta horas antes de
su salida al aire y que sólo el escándalo que provocaría su no aparición, y la
firme actitud de quienes lo realizaron, determinó que surgiera por la pantalla
tal cual había sido anunciado públicamente.
'Son los mismos que pierden de vista u ocultan el abierto ataque al Estatuto del
Periodista y el Convenio Colectivo que conlleva esa determinación del Canal y
del SNMP y llegan, por el contrario, a la absurda y malintencionada conclusión
que quienes garantizaron con su lucha que el Canal no se privatice son los
responsables de un desquicio -administrativo, comunicacional y político- que los
trabajadores de prensa y la UTPBA se han encargado de denunciar durante años.
Mientras los que mienten acerca de la situación con el discurso de un 'problema
de sindicatos´, censuran programas periodísticos, insisten en manejos y acuerdos
poco claros -de los que se hizo eco la propia SIGEN, organismo que por lo que se
sabe hasta aquí no es un sindicato, que en estos días dio a conocer algunos
datos- y persiguen a los periodistas del canal, sus representantes y la UTPBA,
se colocan en el rol de 'víctimas' de un problema que no es de ellos y que ellos
no provocan.
'Sin embargo, esas mismas 'víctimas' reconocen, siempre por lo bajo, que su
objetivo es quedarse con el control total del canal en el marco de la disputa
planteada entre líneas que dicen responder a un mismo Gobierno. Pero para esos
que pierden de vista u ocultan lo que puertas adentro del Canal 7 todos conocen
la política del Gobierno en la materia, de los funcionarios del SNMP -a no ser
para jugar a favor de alguno en esa interna- y de sus fuerzas de choque alcanza
un valor minimizado y distorsionado a la hora de referirse al tema Canal 7, ya
sea que quienes lo expresen sean escribas con letra oficial o analistas
superficiales y sin medida del problema de fondo.
'Y varios de ellos, encima, se atribuyen el patrimonio exclusivo de pensar y
proyectar ideas para un Canal Público ('por sobre las confrontaciones
estériles', afirman entre ignorantes e hipócritas) y hasta de arriesgar
interpretaciones desopilantes acerca de cómo impacta la realidad de Canal 7, que
ellos dicen ver, sobre el futuro de un proyecto como Telesur (que, vale
repetirlo, como UTPBA entendemos como 'quizás el paso más importante que se haya
dado en Latinoamérica en el terreno de la comunicación no subordinada a los
sectores dominantes de la economía, la política y la cultura de masas',
reportaje a Juan Carlos Camaño, presidente de la FELAP, miembro de conducción de
la UTPBA, publicación UTPBA-FELAP, abril 2005).
'¿Alguien tomó la determinación que el Canal sea, una vez más, terreno de
negocios personales o corporativos, por fuera del interés colectivo en un Canal
público? ¿Alguien tomó la decisión de que el Convenio Colectivo de prensa
televisada no se cumple o se cumple según mi conveniencia? ¿Alguien resolvió que
los periodistas-trabajadores de prensa no trabajen más en los programas
periodísticos? ¿Alguien vio la veta para ir contra el Estatuto del Periodista
por vía supuestamente indirecta y jugar a su derogación?
'¿Alguien decidió hacer tierra arrasada de los trabajadores de prensa del canal,
sus representantes y su organización, la UTPBA, usando el poder del Estado,
apelando incluso a fuerzas ajenas a la actividad periodística, con el objetivo
final de garantizar contenidos con trabajadores afines a esas intenciones e
intereses más allá de su condición de ser o no trabajadores de prensa?
'¿Alguien cree que es una dificultad que los trabajadores de prensa digan que
una política pública de comunicación debe contener, entre otros sectores
sociales, a los trabajadores de prensa y sus organizaciones representativas?
¿Alguien puede ser tan estúpido de no observar que mientras se levantaba un
programa sobre Vietnam hecho por los trabajadores de prensa del noticiero se
ponía al aire otro que no respetaba el derecho de los trabajadores de prensa por
decisión directa del Gobierno, por serle absolutamente funcional en su
contenido?
'Alguien debería contestar esto y no son precisamente los trabajadores y su
organización.
Por último: ¿Alguien de este gremio, donde miles de firmas respaldaron la lucha
contra la derogación del Estatuto y donde a pesar de todos los embates contra
sus derechos laborales y profesionales, nunca se entregó el Convenio Colectivo,
estaría de acuerdo con que tanto uno como el otro se cayeran?
' ¿Alguien estaría de acuerdo con que los mismos que arrebataron por la fuerza
el otorgamiento de la Matrícula profesional, que por Estatuto le corresponde a
la organización, y que ahora son la punta de lanza de la destrucción de nuestro
Convenio sean declarados inocentes frente a semejante atropello?
'No se trata de una 'pelea entre sindicatos', repetimos desde una visión
integral del conflicto que se plantea. Se trata de una decisión política (atacar
a los trabajadores de prensa, su organización y usar el canal público como coto
de caza de sus intereses) que va en línea, objetivamente, con los reclamos de
los grupos empresarios del sector y de las miserables disputas partidarias
internas, apelando al doble discurso tan grosero que no debería confundir ni
siquiera al más incauto de los incautos.
'El que vea otra cosa, está mirando otro canal'.