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Argentina: La lucha continúa


Peligro... Basura camino hacia el interior de la Provincia de Buenos Aires

Cristian Frers
Argenpress

Los habitantes de localidades del interior de la Provincia de Buenos Aires, se muestran muy intranquilos ante la posibilidad que una parte de sus territorios comunales sean utilizados como depósito final de los residuos urbanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el y el denominado Conurbano Bonaerense.

Este problema esta muy relacionado con el CEAMSE, dado que durante el año 2005 deberá cerrar del depósito de relleno más grande del país, ubicado en la Localidad de Villa Dominico.

Si bien las autoridades del ente tienen pensado instalar un nuevo relleno sanitario a no más de 100 kilómetros de la Capital, el sistemático rechazo de varios municipios como Avellaneda, Quilmes y últimamente Ensenada, han provocado que se decida la posible instalación del nuevo depósito más allá de los 100 kilómetros, previstos originariamente, y se busque en un radio más amplio, como en la Localidad de Carmen de Areco de la Provincia de Buenos Aires, si bien se encuentra a unos 130 km. de la Ciudad , cuenta con la anuencia del Intendente local, podría ser una posible ubicación que resolvería la urgencia del Ente en el destino final de residuos que ya no tienen como ubicar.

Sería importante que la Ciudad de Carmen de Areco contara con un relleno sanitario para tratar y ocuparse de su propia basura domiciliaria, en vez de contar con basureros a cielo abierto que provocan graves problemas ambientales. Antes de hacer un convenio con el CEAMSE para poder ubicar la basura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero solo para la Gran Ciudad, seria bueno que dejaran de barrer la basura debajo de la alfombra, se podría utilizar la Cava Municipal de Carmen de Areco para hacer un relleno sanitario para la basura de la propia ciudad de Carmen. De esta Cava se saca tierra para arreglar las calles de la Localidad, pero poco a poco va convirtiéndose en un basural a cielo abierto, y las lluvias la van convirtiendo en un recipiente de agua con el consiguiente peligro que ello implica, ya que el agua estancanda es el principal vector de enfermedades como el Dengue y el Cólera.

Se podría ocupar este espacio como relleno sanitario local después de realizar un importante estudio de Impacto Ambiental en la zona, y si entonces queda lugar para aceptar la basura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, firmar un Convenio con el CEAMSE.

Trasladar la basura desde la Capital Federal hacia la Localidad de Carmen de Areco provocará no solo un aumento significativo en los costos de traslado de los residuos, sino también continuar con un obsoleto sistema que consiste en llevar la basura a otro lado y no pautar a largo plazo sistemas alternativos de tratamiento y reciclado de desperdicios.

La preocupación de las comunidades del interior no es infundada, ya que hoy la Provincia de Buenos Aires tiene en relación con la basura dos tipos de problemas:

El primer problema se registra en la Capital Federal y el Conurbano Bonaerense frente a lo inadecuado de las modalidades de gestión del C.E.A.M.S.E, el cual mantiene cautivo a más de treinta municipios del área metropolitana en virtud de la Ley del año 1978, la Ley 9.111, obligándolos a pagar para enterrar la basura en dos o tres lugares del Gran Buenos Aires.

El segundo problema, se registra en los Municipios del Interior Bonaerense, para los cuales la preservación del medio ambiente resulta crítica frente a la imposibilidad financiera de desarrollar por sí solos, métodos alternativos de procesamiento para la basura de sus comunas. Ya que, al tratarse de tierras destinadas a la producción, resulta imperiosa la aplicación de un tratamiento adecuado que priorice la preservación de los ecosistemas regionales, los cuales, al no coincidir con los límites políticos de los municipios, hacen que la aparición de un problema, fundamentalmente la contaminación hídrica, se traslade a todo su ámbito de influencia.

Si al problema ambiental apuntado para el interior de la Provincia, se le adiciona el que acarrearía desembarcar con miles de toneladas de basura diaria proveniente del Area Metropolitana, equivalente a más de 200 camiones de hacienda que circularían diariamente por la zona, resulta fácil imaginar, no sólo el grave riesgo de contaminación que ello traería aparejado frente a la imposibilidad de poder ejercer un control efectivo del ingreso y posterior procesamiento de los desechos, sino también ante la alternativa de mantener razonablemente encausado semejante flujo de tránsito vehicular, en desmedro del interés comunitario general que se ha expresado en contrario, no solo en localidades cercanas a la Capital como Avellaneda, Quilmes y Ensenada, sino también las del interior como la Localidad de Carmen de Areco.

Los rellenos sanitarios que rodean la Ciudad de Buenos Aires y se ubican en el conurbano bonaerense fueron construidos en la década de 1970. La estrategia de aquellos años era convertirlos con el tiempo en enormes espacios verdes para la recreación de grandes y chicos. Pero nada de eso, lamentablemente, sucedió. Treinta años más tarde, los rellenos sanitarios, podrían incluirse en el listado de los grandes desastres argentinos, con fuertes puntos en común: la intervención violenta y transformadora sobre el espacio y la tierra, la poca o escasa relevancia entre el resultado y el objetivo inicial y, fundamentalmente, la afectación de la vida de muchas personas; víctimas todas de la degradación, la impunidad y el abandono.

Por otra parte, las entidades representativas de las actividades agropecuarias de la región involucrada en esta problemática Carbap, coninagro, Sociedad Rural Argentina y Federación Agraria Argentina, ya han manifestado su honda preocupación frente a los proyectos que como este se generan para la disposición final de la basura en zonas rurales de alta productividad. Ya que a su entender, llevar adelante proyectos de este tipo implica una nueva falta de consideración y desprecio al sector rural, atacándolo en uno de sus patrimonios más preciados: el derecho de gozar como ciudadanos de un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes, sin comprometer las de generaciones futuras, tal como lo expresan los artículos 41 de la Constitución Nacional y 28 de la Provincia de Buenos Aires.

El relleno sanitario no deja de ser una buena solución, siempre y cuando se cumplan con todas las normas municipales, ambientales y de control que requieren para que pueda ser implementado con eficacia.

* Cristian Frers es Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social.