Argentina: La lucha continúa
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Una Gestión ni Segura ni Pública
Pablo Benito
Tercer Mundo Online
Los trece muertos de Coronda no son consecuencia directa de la pobreza. Si lo
son, en todo caso, la superpoblación carcelaria y la impunidad abastecida por
una Justicia corrompida. Pero en el Penal lo que ocurrió fue un atentado con
ejecutores y con autores intelectuales. En el subsuelo de la provincia de Santa
Fe se ha declarado la guerra por apropiarse del producto de la economía ilegal.
Esta escalada de violencia tiene mucho que ver con lo institucional y poco
relacionada está a "explosiones" del ánimo.
El haber pasado un tiempo en uno de los centros de detención paridos por la
neoliberal década del 90 hizo que, al escuchar "13 muertos" en el Penal de
Coronda, uno piense que habría decenas de heridos. Más no, sólo cinco heridos y
de gravedad indican que no hubo pelea. Los asesinos se dirigieron a sus
objetivos directamente realizaron su cometido y volvieron sin problemas a sus
"lugares".
Evidentemente, no se trató de una reyerta sino de una emboscada en la cual 13
personas estuvieron indefensa hasta el punto de no alcanzar siquiera a herir, en
su resistencia, a los agresores. Resulta imposible imaginar semejante matanza
planificada sin la complicidad y actuación en el "dejar hacer" de personal
Penitenciario con un importante grado de decisión sobre la vida del Penal.
Y el tema aquí es que, la realidad no resiste un encubrimiento más: las fuerzas
de seguridad se encuentran inmersas en una lucha intestina tan profunda como
siniestra.
Es preocupante el letargo política de la sociedad que no reacciona ante hechos
que están demostrando, claramente, que la sociedad santafesina se está
gangsterizando.
Desde estas páginas intentamos advertir, de todas las maneras posibles, lo que
vivimos en carne propia de parte del Subsecretario de Seguridad, Alejandro Rossi
quien, a días de asumido en su cargo planificó su venganza, sobre periodistas
que lo habíamos denunciado, por su desempeño como miembro de un oscuro doble
papel de funcionario y asesor de UTA en la conformación del "Cártel del
Transporte"… pasó, se olvidó incluso la utilización de las Tropas de Operaciones
Especiales por parte del funcionario, incluso sin autorización judiciales y fue
la Justicia misma la encargada de proteger a quien se había extralimitado en sus
funciones.
El día mismo en que se sabe que a Rossi se le dicta la Falta de Mérito por el
incidente protagonizado con el taxista rosarino, se ejecuta la matanza de
Coronda, cae asesinado un agente en Rosario y al día siguiente – ayer – policías
se declaran en estado de rebeldía y desconocen a los funcionarios políticos de
seguridad, Roberto Rosua, Alejandro Rossi, y Perazzo su capacidad de manejar las
fuerzas.
Demasiados indicios ocurrieron en algo más de un año para identificar que la
gestión de seguridad del gobierno de Obeid es, cuanto menos, temeraria y lisiada
por la escasa o nula ascendencia de los funcionarios frente a sus subalternos.
Da miedo escuchar a comunicadores sociales decir que entre "portar" y
"encañonar" hay una diferencia de 45 grados y eso es un motivo exculpante para
el Jefe de Seguridad quien responde a una accidente de tránsito bajando con un
arma de guerra y cubriendo el hecho con el accionar de sus subordinados, pero da
terror que esas palabras "pasen", ante la opinión pública, como si nada. No
importa ya que quien dirige la policía un día diga "yo no tenía arma alguna es
todo mentira" faltando a la verdad con una soberbia increíble y a los pocos
días, en el mismo tono, confiese "estaba armado pero no le apunté".
Y entonces vemos el robo de combustible y el posterior descabezamiento de la URI,
el crimen de Sandra Cabrera, el decomiso en la ciudad de Santa Fe de heroína
(con todo lo que eso significa), el tráfico de influencias entre jueces y
funcionarios, la conformación de fuerzas parapoliciales para realizar
inteligencia a sectores políticos opositores, Jefes policiales sospechados
reubicados en puestos de dirección, inundados detenidos y hasta un Senador
Nacional y caudillo provincial como Reutemann con la impunidad de amenazar
públicamente a un inundado con un "a vos ya te vamos a agarrar" de barrabrava al
igual que el gobernador que ordena la detención de un policía cual si fuera un
rey en un partido de fútbol. Atentados terroristas a sedes bancarias y amenazas
a instituciones en las que se implica a una persona al azar, hasta llegar a un
Juez Federal al que se lo amenaza colocando un féretro con restos de un niño en
su interior en la puerta de una radio.
Santa Fe, lamentablemente, está en los albores de una situación como la que vivó
provincia de Buenos Aires y Capital Federal con los secuestros – que dicho y sea
de paso hoy por "arte de magia" dejaron de producirse. La violencia, los hechos
criminales son, evidentemente la continuación de la política por otros medios.
Tienen un método. No es ni más ni menos que el Crimen en su fase de
organización.
Ayer asistimos a uno de los crímenes más sangrientos de nuestra historia y
escuchamos a un Ministro cuya solución propuesta a la sociedad, pasa por hacer
un muro entre rosarinos y santafesinos.
Lo peor es que muchos, aunque no lo tomen en serio, no se sorprenden por tamaño
desvarío. Ese es hoy el principal enemigo de la cultura de una sociedad
adormecida. No existe ya espacio para el entrenamiento de la capacidad de
asombro.