Coordinadora de Trabajo Carcelario
TMO

Los hechos descriptos, según la versión oficial, hablan de una plan previo y una preparación del accionar. Esta situación no tiene precedentes. ¿Si el plan existió como es posible que en el ámbito de una unidad penitenciaria el Servicio no conociera estas circunstancias?. Según la versión oficial, los internos entran a la guardia por unos barrotes previamente limados
¿Cómo se pueden limar barrotes de un lugar donde siempre hay guardia?.

Carcel de Coronda

Acerca de los sucesos que provocaron la muerte de 13 personas.

La coordinadora de trabajo carcelario expone su posición.

En la reunión mantenida en horas de la mañana por los integrantes de la C.T.C., con la Dirección del Servicio Penitenciario, y luego de concluido el conflicto, la versión que se nos brindó de los acontecimientos es que los internos del Pabellón 7 tomaron de rehenes a la guardia del mismo y con uno de estos como escudo ganan el ala norte del penal, abandonando el personal del servicio penitenciario la guardia de los restantes pabellones. En estas circunstancias, los amotinados habrían ingresado a los pabellones y celda por celda buscan a sus víctimas. El motín concluye sin ningún tipo de petitorio, ni reclamo.

A la luz del discurso oficial surgen los siguientes interrogantes:

Cómo los internos toman los rehenes?

Según la versión oficial entran a la guardia por unos barrotes previamente limados. Cómo se pueden limar barrotes de un lugar donde siempre hay guardia?. De nuestra experiencia podemos decir que generalmente los rehenes son tomados cuando los guardiacarceles ingresan en el penal, nunca en la guardia.-

Cómo es que avanzaron por los pasillos y entraron en los otros pabellones sin ser detenidos?.

La excusa oficial es que no se intervino para salvaguardar la vida de los rehenes. Ahora bien, en todos los motines, los rehenes, sean miembros del servicio penitenciario o particulares, eran retenidos en el pabellón, principalmente para evitar que el servicio ingrese al mismo o para ser escuchados en sus reclamos. Nunca se tomó rehenes para circular dentro del penal. Por otra parte, si nadie los detenía porque no intentaron ganar la calle? Y aun cuando se haya querido preservar la vida de los rehenes, cosa que creemos debe ser así, porque no se limitó su avance a distintos pabellones evitando las muertes que se produjeron en los mismos.-

Los hechos descriptos según la versión oficial, hablan de una plan previo y una preparación del accionar. Esta situación no tiene precedentes. ¿Si el plan existió como es posible que en el ámbito de una unidad penitenciaria el Servicio no conociera estas circunstancias?

Porque si el origen del conflicto es la supuesta rivalidad entre rosarinos y santafesinos, solo hubo víctimas de un solo sector? Y como es que avanzaron celda por celda sin la reacción del otro supuesto grupo en conflicto?.

En esta línea, si el conflicto es entre el norte y el sur y conforme la versión oficial se habría desencadenado en la muerte de Verón, de origen santafesino como se explica que éste era delegado del pabellón doce en donde la mayoría son rosarinos.-

Porque el resto de los detenidos estaban encerrados en sus celdas, si de acuerdo a la información oficial a esa hora se encontraban de recreo dentro de los mismos pabellones? Si los habían encerrado los guardias antes de abandonar la vigilancia, porque en ese tiempo nadie puso fin al avance del supuesto grupo agresor.-

Por otra parte se nos dijo que los días previos estaba todo tranquilo, cuando la información que nos brindaron los familiares y los mismos internos es que la situación era de tensión. Incluso nos denunciaron la existencia de cierta provocación por parte del personal penitenciario, para que se susciten problemas.

También llama la atención que no existiera petitorio, ni pedidos de traslados.

Sin perjuicio, de que sólo se posee públicamente la versión oficial de estos lamentables sucesos estamos esperando poder reunirnos con los voceros de los pabellones, para conocer la versión de los internos en relación al conflicto. La versión oficial no resulta, por lo puntualizado más arriba, creíble y verosímil. Entendemos que de haber ocurrido así los hechos no pudieron acontecer sin la intervención por acción u omisión de parte del servicio penitenciario. En el análisis de estos hechos no podemos dejar de merituar a la hora de evaluarlos la existencia de sectores dentro de la misma órbita del servicio penitenciario que se han opuesto a una política que promueve el diálogo con la población carcelaria, con organismos no gubernamentales y de la sociedad civil para volver a la denominada mano dura. Si bien no desconocemos que la existencia de rivalidad entre santafesinos y rosarinos es un hecho histórico de conflictos de ninguna forma puede generar una situación de violencia de esta naturaleza.

Rosario, 12 de abril de 2005

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