Un reportaje periodístico de Juan Gasparini
Presentación de 'La injusticia federal'
Juan Gasparini
Tengo el honor de presentarles este libro, una investigación periodística
concluida en Buenos Aires en diciembre último, que versa sobre el escándalo de
los sobornos en el Senado, que precipitara la caída del Presidente Fernando de
la Rúa en el 2001.
En sus páginas se desnuda el mecanismo de administración de los fondos
reservados en el pasado reciente, que ha convertido a la SIDE (Secretaría de
Informaciones del Estado) en un banco del gobierno de turno para reciclar dinero
y pagar sobresueldos a
(Edhasa, Argentina, 2005)
funcionarios, comprar testigos, periodistas y legisladores, y financiar
irregularmente campañas políticas.
El relato describe las oscuras negociaciones para concertar la ley de
flexibilización en el mercado de trabajo, que propiciaran las coimas, y los
entretelones de los debates parlamentarios, perfilando sus actuaciones los
entonces ministros del gobierno De la Rúa, Mario Alberto Flamarique, en Trabajo,
y Fernando de Santibañes, en la SIDE. La narración se interna a su vez en la
crisis que desencadenara las renuncias de esos dos ministros, del
Vicepresidente, Carlos Chacho Alvarez, y la expulsión del jefe de Gabinete,
Rodolfo Terragno.
En ese contexto se examinan las fortunas de los principales senadores implicados
en este ilícito, entre los que se destacan, Emilio Cantarero, Augusto Alasino,
Remo Costanzo, José Genoud, Ramon Ortega, Ricardo Branda y Alberto Tell. Se da
seguimiento además a los viajes, dentro de los expedientes y al exterior, de
Jose Genoud y Leopoldo Moreau. No se olvidan, por supuesto, las razones que
provocaron el quiebre de Mario Pontaquarto, Secretario Parlamentario del Senado
al ocurrir los hechos, quien en el 2003, autoincriminándose, reveló ciertos
detalles del trasiego de al menos una parte de esta 'coima de la Rúa'.
A partir de un análisis de la causa judicial, la investigación observa el papel
de los jueces que han instruido el sumario, Carlos Liporaci, Gabriel Cavallo y
Rodolfo Canicoba Corral. También las intervenciones de los fiscales Eduardo
Freiler y Federico Delgado, de la Oficina Anticorrupción, y de la Sindicatura
General de la Nación (SIGEN), encabezada por Rafael Bielsa, cuando auditara la
SIDE.
Este libro aparece tras constatarse que la Argentina ha quedado rezagada en la
lucha contra la corrupción en Latinoamérica, como lo han señalado los informes
de Transparencia Internacional y Poder Ciudadano. No solo por la ineficaz
legislación para erradicarla, sino también por los índices que ubica a nuestro
país con bajo puntaje (2,5 sobre 10) relegándolo al puesto 108 en un total de
146. Asimismo porque las persecuciones penales que atañen a los ex presidentes
Carlos Menem y Fernando De la Rúa, languidecen en la inanición. El clan Menem,
por ejemplo, recuperó recientemente 7 millones de dólares de sus cuentas en
Suiza sin que el actual gobierno recurriera la decisión en Ginebra.
Esto acontece en momentos que por asuntos de corrupción bajo gobiernos
democráticos, se hayan en detención preventiva, recientemente domiciliaria, dos
ex presidentes de Costa Rica, Rafael Angel Calderón y Miguel Angel Rodríguez,
este último ex Secretario General de la OEA. A su vez, en Nicaragua, el ex
presidente Arnoldo Alemán ha sido condenado a 20 años de cárcel, y el actual,
Enrique Bolaños, es acusado en el Congreso de recibir prebendas del extranjero.
Al propio tiempo, los pedidos de extradición contra los ex presidentes de
Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, y de Perú, Alberto Fujimori, que huyeran a
Estados Unidos y Japón, requeridos originariamente por crímenes de represión,
vienen de ser ampliados a infracciones de corrupción.
Por otra parte, el informe sobre lavado de dinero que regularmente se trata en
el Senado de los Estados Unidos, provocó el año pasado la inculpación del ex
dictador chileno Augusto Pinochet por delitos comunes al descubrírsele alrededor
de 16 millones de dólares depositados en un banco en Washington, pero tres años
antes, a pesar de los sonados anticipos ventilados por la prensa que motivaran
la creación de una Comisión en la Cámara de Diputados ante un informe similar
del Senado norteamericano, en Argentina no ocurrió absolutamente nada.
A proposición del Presidente Néstor Kirchner, el Senado nombró a fines del 2004
a Daniel Rafecas como nuevo juez federal para ocuparse del cohecho en la Cámara
Alta de la República, el cuarto magistrado instructor desde el año 2000. Se
supone que este concluirá próximamente las medidas pedidas por la Cámara Federal
que anuló los procesamientos que se habían dictado en ese sumario, las cuales se
enumeran en el libro. Rafecas deberá resolver entonces si los tribunales podrán
avanzar para esclarecer el caso emblemático de corrupción que desestabilizara la
democracia argentina, y conducir a sus responsables a la cárcel.
'Todo en esta vida es mejor la segunda vez', Clint Eastwood.