Argentina: La lucha continúa
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Eduardo Andrade Bone
La Audiencia Nacional de España ha condenado a Adolfo Scilingo a 640 años de
cárcel por delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura
argentina. La resolución judicial indica que está completamente probado que
Scilingo estuvo involucrado en los 'vuelos de la muerte' y fue responsable al
menos de la muerte de 30 personas.
El represor argentino ha sido condenado por 30 penas de 21 años de cárcel por
asesinato; a otros cinco por detención ilegal y cinco más por torturas. El fallo
fue determinado por la Sección Tercera de la Sala de lo penal de la Audiencia
Nacional.La fiscal a cargo del proceso, solicitaba más 9 mil años de cárcel para
el miembro de los aparatos represivos de la última dictadura argentina, que
fuera encabezada por Rafael Videla.
El texto del fallo por el magistrado que tuvo que dar a conocer la sentencia,
José Ricardo de Prada, provocó en la la sala emoción y muestras espontáneas de
alegría. Al margen del dictamen, la pena impuesta a Scilingo es ostensiblemente
menor de lo que pedía la fiscal Dolores Delgado (9.138 años de prisión por
delitos de genocidio y terrorismo) y las acusaciones populares y particulares
(6.626 años de cárcel).
Está resolución judicial tiene un valor histórico no sólo porque se trata del
primer criminal de la dictadura argentina (1976-1983) procesado y condenado en
presencia por un tribunal extranjero, sino que además abre la posibilidad de que
por primera vez un torturador que está acusado por delitos cometidos durante el
terrorismo de Estado sea condenado por genocidio.
Scilingo convirtió su juicio en una teatralización de capítulos lleno de
mentiras, en los que se negó a declarar, simuló mareos, problemas de salud e
incluso trastornos mentales.
Los tribunales consideran en su resolución, que consta de 209 folios, que
Scilingo participó en la denominada lucha contra la insurgencia organizada por
la dictadura argentina y que en concreto durante su estancia en la Escuela de
Mecánica de la Armada (ESMA) entre 1976 y 1977 participó en dos 'vuelos de la
muerte' en los que lanzó vivas al mar a 30 personas a las que previamente se le
administraba un tranquilizante.
Además, se explica en el dictamen que Scilingo conoció las torturas que se
aplicaban en la ESMA a los detenidos y que incluso fue testigo de los
interrogatorio a una joven a la que se aplicó la llamada picana eléctrica
(descargas eléctricas).
También se considera probada su participación en un secuestro a mediados de 1977
y su conocimiento de los denominados 'asados', en los que se calcinaban los
cuerpos de las personas que fallecían en la ESMA durante su cautiverio, ya que
como jefe de automotores facilitó el material necesario para ello.
La afirmación judicial sobre la culpabilidad de Scilingo se ha sustentado
fundamentalmente, recuerda el tribunal, en sus propias declaraciones judiciales
emitidas ante el juez de instrucción a su llegada a España, aunque se retractara
después de ellas en el juicio.
En las afuera de los tribunales se encontraban una gran cantidad de personas,
especialmente exiliados argentinos y latinoamericanos, que celebraron con una
gran alegría el dictamen de la justicia española.
Sin duda que los esfuerzos desplegados por las entidades de defensa de los
derechos humanos de la Argentina, así como las organizaciones de los familiares
de detenidos desaparecidos de este país, también han recibido con júbilo el
fallo judicial y en cierto, modo compensa los grandes esfuerzos desplegados por
el esclarecimiento de las violaciones de los derechos humanos en la Argentina y
en el conos sur latinoamericano. Aunque la lucha por la verdad y la justicia, no
termina con el encarcelamiento del criminal Adolfo Scilingo.