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Argentina: La lucha continúa


Esta es la historia de Gladys que lleva tres días de huelga de hambre en Retiro por los derechos de los discapacitados.

Hace más de veinte años, una joven ansiaba dar a luz a su hijo. No sabía entonces que también daría a luz a la luchadora que había en ella. Y no me refiero sólo a la lucha que hacen las madres sino además a la que tuvo que empezar mientras aprendía a moverse en una silla de ruedas.

Y ese movimiento no fue pendiente abajo ni tampoco en una superficie lisa y libre de escollos.

Ese movimiento fue por un terreno donde otros habían intentado hacer camino, pero donde sus huellas estaban prácticamente borradas por la indiferenci ae inoperancia de funcionarios públicos de todos los colores políticos.

Así fue ella también tratando de marcar un camino no sólo para ella sino para otros qu ecomo ella quieren vivir con toda la potencialidad de sus sentidos y con sólo una debilidad: la falta de motricidad.

Y esa debilidad la hizo fuerte en muchos aspectos y luchó. Luchó contra los funcionarios que no funcionan, los legisladores, los jueces, las empresas de transporte... Luchó.

Pero ahora siente que veinte años de lucha no dan el fruto que necesita: que el transporte público le permita viajar para poder estudiar.

A nadie parece importarle que ella espere dos horas en la parada de colectivos bajo el sol abrasador o la lluvia persistente.
Nadie pareciera preocuparse por conocer cómo hace ella para tolerar los malos tratos o avasallamientos de quienes pretenden que acceda al transporte público como cualquier vecino que puede usar sus piernas.
Nadie trata de velar porque todas las legislaciones existentes se pongan en práctica para ayudar a los discapacitados motores.

Y ella, ya no sabe con qué armas seguir abriendo camino entre tanta soledad, indiferencia, incomprensión e injusticia. Y siente que sólo le queda una herramienta: su propia vida.

Por eso ella, Gladys Ferrara, inició una huelga de hambre hasta que la jueza (Servini de Cubría) que tiene su denuncia sobre violación a los derechos humanos se expida o hasta que el Presidente de la Nación accione para que el transporte público accesible a los discapacitados no sea una declamación de funcionarios sino una conquista que les permita vivir.