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Argentina: La lucha continúa


Los efectos del capitalismo serio que promueve el gobierno de Néstor Kirchner
Los nuevos pobres e indigentes que arroja la inflación

Argenpress

Una vez más las políticas económicas dirigidas a la promoción del mercado externo son sustentadas por los sectores más golpeados por la injusticia social y distributiva. Mientras el gobierno propone boicots a diversas empresas como única alternativa al aumento del costo de vida, los nuevos índices inflacionarios señalan un incremento en las tasas de pobreza e indigencia, que comprende ahora un 42,6 %e la población argentina en relación al 40,2 % del segundo semestre de 2004. A continuación se reproduce el informe elaborado por Ana Rameri y Tomás Raffo, bajo la coordinación del diputado Claudio Lozano.

Iniciado el 2005, la economía Argentina presenta como signo que caracteriza su coyuntura, un incremento sostenido en los precios. El objeto de este material es alertar sobre los efectos sociales concretos que dichos incrementos suponen.

A tal efecto en el cuadro N º 1 presentamos las variaciones mensuales del Indice de Precios al consumidor, de la canasta básica alimentaria (CBA) y de la canasta básica total (CBT). Al respecto se observa que en lo que va del año el IPC se incrementó en un 4%, mientras que los precios de los índices que miden la indigencia y la pobreza (la CBA y la CBT respectivamente) superaron dicho aumento (5,8% para CBA y 4,4% para la CBT).

Dichos aumentos suponen un incremento en los recursos que se precisan para superar los umbrales de indigencia y de pobreza que determinan las citadas canastas. La última información disponible sobre pobreza e indigencia corresponde al segundo semestre del 2004. Como muestra el cuadro N º 2 la pobreza afecta al 40,2% de la población total y la indigencia al 15%.

A los efectos de evaluar el impacto en la pobreza y en la indigencia que supuso los aumentos de precios descriptos en el cuadro N º 1, hemos trabajado en el presente material, con la información de la Base Usuario Ampliada de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC. La última base disponible corresponde al primer semestre del 2004. La metodología que hemos utilizado para estimar el incremento en la pobreza y la indigencia ha sido el siguiente:

- Calculamos las variaciones de las CBA y CBT de marzo del 2005 con respecto a los valores promedio de dichas canastas que corresponden al segundo semestre del 2004. Las variaciones fueron de 6,3% para la CBA y 5,4% para la CBT.
- Con las variaciones observadas, recalculamos las nuevas líneas de pobreza e indigencia para los hogares de la base usuario del primer semestre 2004 y las comparamos con los ingresos que esos hogares presentaban en dicho período.
- Comparamos la nueva situación de pobreza e indigencia que suponen los aumentos observados con la situación vigente en ese período.
- Proyectamos los incrementos de la pobreza y la indigencia de la Base Usuario para el total de la población del país.

Los resultados han sido los siguientes:

Suponiendo que los ingresos se mantienen constantes en lo que va del año, por cada punto porcentual que se incrementa la CBA, los indigentes aumentan en 90.192 personas. Con respecto a la CBT, por cada punto porcentual que aumenta, la pobreza se incrementa en 174.285 personas.

Es decir, que el incremento del 6,3% en la CBA de marzo 2005 respecto al promedio del segundo semestre 2004 arrojó a la indigencia a 568.207 personas más. Por lo que, tal como muestra el cuadro N º 3, la tasas de indigencia pasaría del 15% al 16,5%, lo que representa un incremento del orden del 10%. La cantidad de indigentes afectados sería de 6.396.296 personas.

En los que respecta al incremento de la pobreza, el aumento del 5,4% de la CBT para el mismo período implicó que se incrementara el número de pobres en 941.140 personas. Por lo que, tal como muestra el cuadro N º 4, la tasa de pobreza pasaría del 40,2% al 42,6% (lo que supone un incremento del 6% en la tasa). De esta manera ascendería a Marzo del 2005 a 16.560.421 personas.

Puede argumentarse que esta estimación al suponer constante los ingresos de la población deja de lado una variable central en la estimación de la pobreza y la indigencia.

No obstante debe señalarse que no se dispone de la información de ingresos de la población (la última base disponible con información de pobreza e indigencia corresponde al Primer Semestre 2004) y que la información del índice de salarios, si bien arroja un incremento nominal del 5,8% en el nivel general de salarios a marzo del 2005 respecto a diciembre 2004, para los trabajadores no registrados dicho índice apenas varió un 0,4%, es decir, que prácticamente no varió por lo que no resulta inapropiado suponer constante los ingresos para la población afectada por los dramas de la pobreza y la indigencia.