Argentina: La lucha continúa
|
A 30 años del Segundo Villazo
Ruth Werner y Facundo Aguirre
LVO 160
El 20 de marzo se cumplieron 30 años del inicio de la gesta obrera y
popular conocida como el segundo Villazo. Este movimiento surgió en respuesta al
intento del gobierno de Isabel y López Rega -en acuerdo con las patronales de
Acindar, Metcon y Marathon- y de la burocracia sindical de Lorenzo Miguel, de
descabezar a la combativa directiva de la UOM Villa Constitución. 59 días de
huelga, de autoorganización de toda la comunidad en apoyo a los obreros, de
enfrentamientos violentos con la policía, el ejército y las bandas paramilitares
enviadas para sembrar el terror, lograron ser derrotados.
La experiencia de Villa sigue aportando valiosas lecciones a la nueva generación
de luchadores en momentos en que la clase obrera argentina comienza a ponerse en
movimiento por sus reivindicaciones y necesita prepararse para luchar contra
otro gobierno peronista.
La UOM de Villa Constitución encarnó uno de los puntos más altos de organización
y lucha de la clase obrera de nuestro país que en 1969 había iniciado un colosal
ascenso a partir del Cordobazo.
Recordemos que la burguesía y las Fuerzas Armadas terminaron aceptando como
inevitable el regreso de Perón para poner un dique de contención al impulso de
las masas y a su radicalización política. En 1973 el peronismo retornará al
poder y –en sus diversos gobiernos (Cámpora, Lastiri, Perón e Isabel)- intentará
mantener a la clase obrera subordinada y desmovilizada, condenando toda huelga
salarial a la ilegalidad a través del Pacto Social y golpeando selectivamente a
la vanguardia, mientras se le otorgaba un enorme poder a la burocracia sindical
mediante la ley de Asociaciones Profesionales y la participación directa en el
gobierno. Pero estas pretensiones del peronismo chocarán con la tenacidad de los
trabajadores que en 1974 iniciaron una serie de luchas duras y huelgas salvajes
que irán desgastando al Pacto Social. El primer Villazo en marzo de 1974 –que
culminará con una gran victoria obrera- será una de las experiencias más
importantes que harán los trabajadores con el gobierno peronista. La burocracia
de la UOM nacional sufrirá un gran golpe, ya que perderá el control de la
seccional Villa Constitución, surgiendo una dirección obrera combativa,
antiburocrática, políticamente de izquierda y no peronista, encabezada por
Alberto Piccinini y la Lista Marrón.
El gobierno de Isabel y López Rega golpea en Villa
El investigador Oscar Anzorena afirma que el 20 de marzo de 1975 "se realiza el
operativo represivo más importante de los últimos años". Su objetivo asegura
"era desbaratar la organización popular lograda en Villa Constitución en torno
al sindicato metalúrgico, el único a nivel nacional que no respondía a las
directivas de Lorenzo Miguel". Por aquellos días, Isabel y el "brujo" López Rega
alentaban –y organizaban- el terrorismo paraestatal de la Triple A contra la
vanguardia obrera. No es de extrañar entonces que el operativo contara con
"Cuatro mil efectivos de fuerzas conjuntas (que) se movilizaron para tomar la
seccional de la UOM. Allí estaban Acindar (de la familia Acevedo), Marathon y
Metcon de la Ford, dándose la convergencia de intereses entre la burocracia
(Lorenzo Miguel), la patronal y el gobierno de Isabel"1.
Uno de los dirigentes históricos de Villa, Angel Porcu2 relata "El sindicato fue
tomado militarmente e intervenido nuevamente por la burocracia sindical: la
Comisión Directiva, Comisiones Internas, delegados y activistas fuimos
detenidos, torturados y encarcelados. En total fuimos detenidos unos 180
compañeros. No obstante estar detenidos los dirigentes gremiales y los
principales activistas, los 7000 metalúrgicos de inmediato se organizaron y
declararon la huelga en demanda de nuestra libertad y la devolución del
sindicato a la Comisión Directiva legítimamente constituida. Todo el pueblo de
Villa Constitución apoyaba la huelga y a nivel nacional se contaba con la
solidaridad de diversos sectores obreros, políticos y sociales."
La huelga de 59 días
La respuesta de los obreros a la ocupación militar de la ciudad y a la detención
de sus dirigentes fue la huelga total de 59 días. Mientras tanto, la CGT
Regional Santa Fe desautorizaba el paro y el 21 de marzo, el Ministerio de
Trabajo declaraba ilegal la ocupación obrera de Acindar, amenazando con aplicar
la Ley de Seguridad Nacional Nº 20840.
El descabezamiento de los principales dirigentes no pudo desorganizar a los
obreros. Por el contrario, dio lugar a un proceso de autoorganización que
involucró a toda la comunidad alrededor de los trabajadores. El mismo 20 de
marzo se formó una dirección alternativa: un Comité de Lucha constituido por dos
delegados de Acindar, dos de Marathon y dos de Metcon y, posteriormente, se
agregarían dos delegados de Villber al adherirse solidariamente los obreros de
esta empresa al paro en Villa. Este Comité publicaría varios Boletines de
Huelga. Se organizaron equipos dedicados a la solidaridad, la propaganda y las
guardias. Buena parte del personal jerárquico fue retenido en calidad de rehén
hasta que son desalojadas las fábricas y la lucha continúa en los barrios. Las
comisiones vecinales eligieron responsables para reunirse con los integrantes
del Comité de Lucha y encargarse de la recolección de dinero y víveres para los
huelguistas. Luis Segovia relata cómo la solidaridad lo salva de ser
detenido:"...A la noche, cuando levantaron el operativo entré a Villa (...). A
mí no me detienen por el apoyo de masas que hay (...) llegué a una casa y me
dice una señora: Pase, usted no me conoce pero yo lo conozco. Mi marido trabaja
con usted (...) es por eso que a mí no me agarran: yo vivo dentro del pueblo de
Villa Constitución y es el mismo pueblo el que me cuida a mí (...)".
Los trabajadores del transporte, de la fábrica CILSA, los de la Unión
Ferroviaria y La Fraternidad, los empleados bancarios y docentes, la Federación
Agraria de Arroyo Seco realizarían medidas de fuerza escalonadas reclamando la
libertad de los dirigentes detenidos. La solidaridad se hizo sentir
nacionalmente. En la fábrica Martín Amato en la zona oeste del Gran Buenos Aires
los obreros votaron donar dos días de su jornal para el fondo de huelga y además
realizaron un acto en apoyo que fue reprimido por la policía, siendo detenidos
varios compañeros.
El 27 de marzo, a una semana de la ocupación de Acindar, la policía, por la
noche, desalojó las plantas ocupadas, deteniendo a más de un centenar de
obreros. La patronal y el gobierno multiplicaron las corridas de Falcon verdes,
los disparos en la noche, los asesinatos y detenciones, que continuaban
impunemente. La resistencia en los barrios se refuerza, y por la noches apagando
las luces, con barricadas, y con guardias obreras armadas por los techos para
evitar el ataque de los fachos. El 22 de abril hubo una movilización
extraordinaria que fue reprimida violentamente con el saldo de 2 muertos,
decenas de heridos y de presos.
Las fuerzas hostiles que atacaban a los obreros y al pueblo de Villa lograron el
objetivo de quebrar esta gesta. El 19 de mayo aparecería una solicitada firmada
por el Comité de Lucha anunciando el levantamiento de la huelga, aunque con el
compromiso de no bajar las banderas de lucha. Cuando en junio estalle el
Rodrigazo, Villa estará ausente de esa gran gesta de la clase obrera argentina.
La derrota había calado hondo, sus dirigentes y activistas pasarán años de
cárcel y exilio, y más de 30 de ellos fueron asesinados.
Las causas de la derrota
Pese al heroísmo de los trabajadores y el pueblo, del Comité de lucha, de los
piquetes de autodefensa para enfrentar a los fachos, la huelga de 59 días se
perdió. El segundo Villazo fue derrotado esencialmente porque debió enfrentar
aislado a una "santa alianza" que unía a las fuerzas de represión, a la gran
patronal, al gobierno peronista y a la burocracia sindical. Desde el punto de
vista de la fuerza del proletariado argentino, este movimiento expresó la
derrota de un sector de la vanguardia obrera surgida del Cordobazo cuando la
clase trabajadora más concentrada del país, la del Gran Buenos Aires, recién
comenzaba a ponerse en marcha.
En el plano estrictamente subjetivo, el segundo Villazo sufrió las consecuencias
de un aislamiento que se vio agravado por la decisión de los dirigentes de la
UOM Villa Constitución, René Salamanca del Smata Córdoba, Agustín Tosco, de no
constituir en abril de 1974 -en el plenario de Villa, donde participaron la
mayoría de las organizaciones obreras combativas-, una coordinadora nacional
antiburocrática y clasista. Una organización así hubiera tomado la bandera de
los sindicatos clasistas de Córdoba (SiTraC-SiTraM) de principio de los ’70,
nucleando a todos los sectores antipatronales y antiburocráticos y hubiera
servido para unificar a la vanguardia obrera y enfrentar en mejores condiciones
los golpes que se avecinaban. La política de los dirigentes para que la
coordinadora no tomara cuerpo se basó en la necesidad de no romper lanzas con
los Montoneros que por entonces no quería enfrentar al Pacto Social ni a Perón.3
Las secuelas de la derrota de marzo de 1975 fueron duras. Desde ese entonces, un
ala de la gran burguesía alentará la salida golpista y los métodos de la guerra
civil para aplastar a los obreros. Villa fue a escala local, un ensayo de
revolución y contrarrevolución, que planteó a la clase trabajadora la necesidad
de superar los límites de las direcciones existentes y asumir una estrategia
política y de combate a la altura de las circunstancias, lo que se corporizaba
en la dirección de un partido obrero revolucionario.
Notas
1 "Entre los que formaban parte del operativo se encontraba Aníbal Gordon y
otros 500 hombres, la mayoría de ellos exhibiendo los brazaletes del Ministerio
de Bienestar Social de la Nación, desde donde López Rega comandaba la Triple A",
denuncia Carlos Juvenal en "Buenos Muchachos". Durante esa siniestra madrugada
hubo 300 apresados y 20 desaparecidos. El ex comisario de la Policía Federal
Rodolfo Peregrino Fernández confesó que Martínez de Hoz (otrora Presidente de
Acindar) le pagó 100 dólares a cada uno de los represores. La represión contra
los obreros de Villa Constitución fue comandada por el comisario Antonio
Fischietti, alias "El padrino"reclutado por las Tres A desde la delegación de la
Policía Federal de Tucumán. Como se puede apreciar, el anticipo de los grupos de
tareas de la dictadura militar se pusieron en práctica desde mucho antes –y con
el aval del peronismo- contra los obreros de Villa.
2 Uno de los tres obreros de Acindar que iniciaron la formación en 1970 de la
agrupación clandestina 7 de Septiembre, luego Lista Marrón y posteriormente
transformada en dirección del Sindicato por la lucha del primer Villazo, fue
Angel Porcu, el Gringo.
3 Luego del triunfo del primer Villazo, la directiva de la UOM Villa
Constitución convocó a esta instancia representativa del activismo y de las
luchas contra el pacto social. En aquel plenario nacional fue patente la
ausencia de la JTP. Esto se debió que esta corriente no quería enfrentar al
pacto social ni romper con Perón, que dicho sea de paso en menos de un mes los
echaría de la Plaza de Mayo. Fue por no enfrentarse a la posición de esta
corriente que los principales dirgentes del plenario opusieron tanta resistencia
a la propuesta de impulsar una coordinadora nacional realizada por el PST que
participó con una numerosa delegación obrera. Una propuesta similar adoptó
Política Obrera.