Argentina: La lucha continúa
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El crujir de la tierra de los
mansos
Raul Dargoltz
Diario El Liberal
Tal como aconteció en el Santiagueñazo de 1993 y con las marchas del silencio de
los viernes a partir del doble crimen de la Dársena la tierra de los mansos ha
comenzado a crujir nuevamente. En enero del 2003, el hallazgo de los cadáveres
horriblemente mutilados de Patricia Villalba y Leyla Nazar conmocionaron al país
y a la sociedad santiagueña uniendo el pasado con el presente. La tranquila
provincia se alteraba con las marchas masivas, donde el coraje y valentía de las
organizaciones sociales al lado de los familiares de las víctimas terminaron
generando la Intervención Federal y abriendo una posibilidad de cambio. El
Interventor Lanusse acompañó al principio este proceso y el movimiento social
que había derrotado en las calles a la dictadura juarista se convirtió en el eje
dónde confluyeron la lucha contra la concentración económica y el desmontaje de
un sistema político que había llevado el clientelismo y la corrupción hasta
límites increíbles.(1)
La reforma de la CP se convirtió en el emblema del proceso de cambio, siendo
masivamente acompañada por el movimiento social en marchas, encuentros y un sin
número de actividades. La Sociedad Civil puso sus expectativas en la reforma y
en la Intervención Federal como el instrumento que la llevaría a cabo. Pero la
CSJN, el 21 de septiembre, hizo lugar al amparo presentado por el senador
Zavalía, suspendió el proceso reformista en la provincia, y el señor K. se
olvidó de los derechos humanos conculcados en la provincia por siglos y exigió a
Lanusse el urgente llamado a elecciones que fueron convocadas sin desactivar la
estructura clientelar, la corrupción juarista y la concentración económica.
Justamente los motivos fundamentales de la intervención a la provincia.
Después de Reyes fue la interna del PJ. Pugnaron el viejo Juarismo, representado
por Pancho Cavallotti, abogado de los Juárez, contra el menemismo puro del
diputado nacional Pepe Figueroa, ex Ministro de Desarrollo Social, viejo
conocido de los santiagueños. A Figueroa lo apoyaron la mayoría de los
decrépitos y saltibanquis intendentes juaristas, entre ellos L.Ceres de Las
Termas, que solicitó oportunamente defender con las armas al Matrimonio Ilustre.
El otro candidato era el pintoresco empresario Cantos, dueño del Nuevo Diario y
de LVII, quien llegó a ser diputado nacional con la foto de Menem en sus
boletas. Ganó Pepe, en una reñida elección(Cantos acusó a la Intervención de
fraude) y se convirtió en la figura del Justicialismo unificado dónde nadie
quedó afuera.
El otro candidato con grandes posibilidades era Gerardo Zamora, intendente de la
ciudad capital, ex vice intendente del jinete del zaino José Zavalía, quien
adoptó como estrategia(y vaya que le fue muy bien) guardar silencio ante las
gravísimas violaciones a los Derechos Humanos del Juarismo y la gran
concentración económica en la provincia.
Y la primera contienda electoral de la era Kirshner se puso en marcha. Vinieron
todos a apoyarlo a Pepe para levantar su imagen negativa del 60 % de la
población. Pepe se rodeó con lo "mejor" del Justicialismo y se fotografíó al
lado de los ex- integrantes del STJ. Juarista, de los ex- jueces corruptos que
permitieron la violación de todos los derechos humanos, de los impresentables
intendentes depredadores de nuestros bosques y de nuestros campesinos. No quedó
ninguno afuera. La consigna: para un peronista no hay nada mejor que otro
peronista aunque sea corrupto y haya sido juarista.
Vinieron en un desfile interminable, más grande que el del Giordano en Punta del
Este, repartiendo todo tipo de prebendas, planes sociales, bolsines, etc,
Alicia, la hermana del señor K, Aníbal, el Ministro del Interior, Daniel, el
motonauta, Filmus, el de Educación, Tula el bombista, el tucumano Alperovich,
Fellner, el nunca olvidado ministro de Gobierno de la intervención de Schiaretti.
Por suerte Lanusse se declaró prescindente, mirando para otro costado. Pero era
imposible disimularle a Pepe su imagen. ¿Como cambiarle su altura, su calvicie,
su eterna sonrisa y su pasado.? ¿Por otra parte, cómo podía perder el sr. K en
Santiago?
La vieja política de la prebenda, del menosprecio del individuo, reaparecieron
como en sus mejores días en la provincia más paupérrima. Pero con una gran
diferencia. Ya no están Musa Azar, sus archivos secretos y el Matrimonio
ilustre. Hemos recuperado el espíritu de libertad, que conseguimos en las calles
de Santiago. Esta vez fue la decisión soberana del pueblo santiagueño la que le
mostró al Gobierno nacional qué es lo que quería.
Zamora ganó con el voto urbano de la ciudad capital y de La Banda, y también con
el de las principales ciudades del interior, bastión del justicialismo, de los
llamados jefes territoriales. El movimiento social que juntó 20.000 personas en
la Plaza Libertad y 102.000 firmas solicitando la Reforma Constitucional y que
por falta de experiencia y de tiempo no pudo concretar todo su dinamismo en una
opción política propia lo apoyó, fue determinante y votó claramente entre lo que
entendía era el futuro y el retroceso al pasado del oprobio.
"La tierra de los Mansos ha comenzado a crujir y su fuerza todavía tímida marca
el camino por donde quiere transitar los próximos años. El pueblo está pidiendo
una democracia real, una justicia independiente sólo esclava de la ley y el
derecho, un Estado garante del bien común y el destierro definitivo de los
paternalismos y señoríos autoritarios.(1)
Que todo esto no lo olvide nuestro electo gobernador.. El pueblo santiagueño ya
no es el mismo.
Nota: (1) Dargoltz, Raul, Gerez O, Cao Horacio, Vaca.. J, "Santiago.El Ala que
brota", Buenos Aires, Edit. Utopias, 2.005
(2) ibid.,