Argentina: La lucha continúa
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El debate parlamentario en la legislatura porteña deja aristas
para la discusion...
El estado siempre esta. Que tipo de estado tenemos
Elena Luz González Bazán
Argenpress
Como una canción de hace unas décadas, que cantaba Marilina Ross, dice el Sol
siempre está... aquí podríamos decir el Estado siempre está...
El problema es pensar que tipo de estado tenemos, como se regula, quien lo
maneja y para que fines sirve y a quienes responde.
Indudablemente la masacre de República Kromañón desnuda el tipo de Estado
porteño, pero otras tragedias, como la masacre de los obreros en Río Turbio, los
jóvenes asesinados por el gatillo fácil, aquellos accidentes que han avanzado
geométricamente en estas últimas décadas en las rutas y en las calles de nuestro
país, el kromañón de la desocupación que no cesa, los muertos por la inseguridad
laboral, los muertos en los pasos a nivel, la falta de medidas de seguridad en
el trabajo y podríamos seguir enumerando, llenado páginas de hechos de muerte
acumulada. La mortalidad infantil, que asola nuestro país, fundamentalmente, NO
y NE Argentino, los problemas de salud que muestran que el sistema resiste
gracias al elemento humano, los problemas escolares en todos sus niveles, el
bochazo antes de entrar a la universidad parece que hoy preocupa a los grandes
medios, pero esto era 'cantado' cuando se legisló la Ley Federal de Educación. Y
entonces podemos seguir enumerando... sería un infierno...
El sistema capitalista triunfante, luego de la caída del Muro de Berlín, dejó el
paso libre para que en ese Tercer Mundo, al cual pertenecemos, se consolidaran e
impusieron modelos y políticas que acarrearían desocupación, hambre,
desindustrialización, malas condiciones laborales, y la perdida paulatina de
todas las conquistas laborales, sociales y políticas, esto es producto de la
dependencia que tenemos con los países centrales: Estados Unidos de América,
Europa Occidental, Japón, China. Para que estas políticas pudieran pasar,
atravesar nuestras sociedades Latinoamericanas, para hablar de nuestro
continente, era necesario un tipo de Estado, este que algunos les parece que
puede ser un Estado Bobo, o bien para rebatir dicen que el Estado, somos todos.
En principio el Estado es el Estado de poder entre las clases sociales, luego
hay que hablar del Estado como aparato del mismo, que tiene instituciones, leyes
que hacen al régimen y al gobierno. O sea, el Estado es poder y hegemonía, hay
que verlo en su doble función.
El Estado ha garantizado la reproducción de la sociedad, de sus fuerzas
productivas, en este sentido prefiero citar la elaboración teórica que hace Juan
Carlos Cena, en su trabajo El Ferrocidio: 'En nuestro país la constitución del
Estado, tal como se lo conoce en la actualidad, fue un típico proceso en el
marco del desarrollo y consolidación del capitalismo. En este marco capitalista,
el Estado fue cumpliendo la función de asegurar las condiciones apropiadas para
la reproducción del régimen capitalista y, con este fin, realizó actividades
ideológicas, administrativas, económicas, represivas y de defensa. Es decir, el
Estado reflejó y contribuyó a reproducir las relaciones económicas imperantes en
la sociedad'. (el subrayado es mío).
Este planteo nos dice a las claras que este tipo de Estado actual, el que no
cuestionan ninguno de los diputados porteños, donde todos los análisis de los
legisladores apuntaron al funcionamiento administrativo del Estado, no sólo
existe, es efectivo en su planteo ideológico. Es un Estado de clase, el poder lo
tiene la clase dirigente y utiliza a este Estado para su beneficio económico que
es: Ganancia máxima.
¿Nos pueden quedar dudas que no se cumplieron las mínimas, vetustas, o
existentes ordenanzas, leyes o resoluciones que preveían que este boliche, o
mini estadio no estaba en condiciones de funcionar?. No hay dudas que se
violaron todas las normas elementales que pudieron haber evitado la masacre.
Y entonces viene la pregunta. ¿Para qué dos sesiones maratónicas de horas y
horas con un mismo monocorde, monotemático y mono lenguaje de preguntas y
respuestas previsibles, tanto de un lado como del otro, se sucedió
interminablemente?. Simplemente, porque nadie planteo políticas de Estado, nadie
embistió contra el poder y su forma de gobernar en la ciudad. Ya sea por los
compromisos políticos, por coincidencias o por omisión.
Sólo el diputado Bidonde, un hombre que viene del riñón del Teatro, dicho por él
mismo, esta no ha sido su función, denunció las componendas posibles que puede
haber entre el jefe y vice jefe de gobierno y el empresario de la noche
responsable. Nadie más hizo ni un pestañeo de este planteo... pronosticó,
además, la inevitabilidad de posibles kromañones emanados de esta manera de
administrar la ciudad.
Muchos de los que más atacaron los discursos del Jefe de gobierno son los
responsables de haber votado y llevado adelante ese engendro que es el Código
Contravencional y, porque los que no votaron y apoyaron esos engendros, tampoco
tuvieron una respuesta a ese mensaje y trabajo administrativo que fue llevando
en forma tediosa hasta el agotamiento para presentes y ausentes, televidentes y
oyentes. Todo un calculado tedio político. Todos se alinearon al eje discursivo
que impuso, en representación del Estado, Aníbal Ibarra.
Sigue diciendo Juan Carlos Cena: 'Las clases sociales que detentan el poder
económico, a través, de la propiedad de los medios de producción fundamentales,
son las que a su vez ocuparon las posiciones decisivas en el aparato estatal
imprimiendo su sello a todas las orientaciones principales de su actividad'.
Pueden quedar dudas de quienes son los que han detentado el poder en estas
décadas, como orientaron la política estatal, no hay Estado ausente, hay un
Estado al servicio de estas clases sociales y de sus intereses económicos, y los
medios de comunicación, los grandes medios, son responsables que este Estado no
ejecute tareas que sirvan de colchón para evitar masacres como Kromoñón,
simplemente, porque eso implicaría otro tipo de Estado, y ese otro tipo de
Estado no serviría para este poder económico.
Si las empresas del Estado debían pasar a manos privadas por su ineficiencia y
lo privado era mejor, había que achicar el Estado Hay que preguntarse por qué
hoy ese Estado que se debió achicar está repleto de contratos basuras, ñoquis y
formas de trabajo que van contra toda la legislación laboral que rigió hasta
hace unas décadas y que el mismo Presidente de la Nación dijo que había que
terminar.
Hoy las empresas del Estado no existen, son ineficientes y criminales la
actuación de las empresas privadas que tienen en sus manos las concesiones y el
Estado es un 0800. Hay que decirlo, el Estado es un 0800 para el pueblo, no para
el poder económico.
Luego del avance, desarrollo y caída del Estado de Bienestar, keynesiano o
benefactor, vino este tipo de Estado, que nada tiene que ver con el de
Bienestar. Con este Estado neoliberal y el avance del capitalismo el capital
privado necesitó de los resortes del Estado para su apropiación y consolidación
de su poder económico.
Sigue diciendo Cena: ' Los monopolios que dominaban la producción comenzaron a
utilizar crecientemente el aparato del Estado, que habían captado, en función de
sus intereses. Veremos en este trabajo en forma concreta, como las estructuras
iniciales -Aduana-Puerto- fueron ampliándose y, a la vez, generando otras, con
configuraciones concentradas. De cómo lo estatal-privado- -privado-estatal fue
mutando de acuerdo a como los monopolios se aseguraban la ganancia máxima. Es
decir, el capitalismo que cambia, para no cambiar nada'.
Mutaciones en concordancia con los intereses monopólicos, este es el Estado
actual, pero no sólo el de la Capital Federal, sino el de nuestro país, el de
América Latina, con la excepción de Cuba y Venezuela, es el ejemplo de la paliza
que está soportando Mesa en Bolivia. Y estos ejemplos valen, con todos las
críticas que se puedan hacer, hay Estados que no se arrodillan a los vaivenes de
los intereses monopólicos, no desde el poder del petróleo, sino desde un planteo
ideológico, político y popular.
'Por eso, los monopolios que dominaban la producción, utilizaban crecientemente
la maquinaria del Estado, en función de sus utilidades. Es decir, de un Estado
al servicio del conjunto de los terratenientes luego a los capitalistas
industriales se pasó, a un Estado al servicio del capital financiero: a punto
tal que se engendró una verdadera fusión entre el gran capital monopólico y el
aparato del Estado'. Sostiene Juan Carlos Cena.
Esto es lo que tenemos, un gran capital monopólico y el aparato del Estado
respondiendo a esos intereses, por eso y con gran dolor ha existido Kromañón y
puede haber Kromañón en distintos lugares.
Esta realidad no se resuelve con plebiscitos, referéndum, o consultas, o
interpelaciones, puede haber algunos más sensibles y otros que al entrar a Perú
160 piensen que es el Teatro San Martín, pero no habrá fuertes enjuiciamientos.
Porque la corrupción no es un hecho moral, es político, la corrupción es
necesaria para este engranaje consolide que no se respeten leyes, ni ordenanzas,
para aplicarlo se utiliza el aparato represivo y se persigue al pueblo.
Lamentablemente puede haber más Kromañón, o hay que decirlo de otra forma, hay
Kromañón diarios, en cada accidente sin sentido, ni respuesta, ni condena, en
cada muerte silenciosa por falta de seguridad laboral, en cada hospital donde
faltan los elementos esenciales, en cada realidad familiar donde se vive con 75
centavos por familia. Hay kromañón todos los días...
Continúa afirmando Cena: 'En este país, el capital financiero utilizó en su
beneficio el fabuloso poder de compra del Estado, usufructuó las importantísimas
investigaciones científicas y tecnológicas desarrolladas en el ámbito estatal y
utilizó el poder militar del Estado para reprimir, sojuzgar y aplastar en todo
lugar donde corrían riesgos los intereses del capital.
La fusión se selló con la participación de propietarios o funcionarios de los
monopolios en los puestos claves del Estado. Estos funcionarios -ahora del
Estado- planificaron y ejecutaron las políticas que le señalaron sus verdaderos
patrones: los factores de poder. El subrayado es mío.
No hay salidas mágicas, existe una pelea permanente por cambiar, por modificar
una sociedad que vorazmente se cobra vidas, en este caso muy jóvenes y pequeños.
En la cadena de dolores, los mayores se encuentran en los familiares y amigos,
pero está también en la sociedad, no todos sufren ni padecen estos dolores. Hay
profundas insensibilidades y otros sencillamente se han pasado con equipo y
armamento para servir a este tipo de Estado, que no puede prevenir las masacres,
por el contrario, es esencialmente el responsable, junto con aquellos factores
de poder que se han adueñado del Estado porteño, provincial y nacional.
Como pintaron los jóvenes en Once: No olvidar, no perdonar. Y esa otra consigna
que debemos hacer carne: La única lucha que se pierde es la que se abandona...
Como dice el gran escritor ruso León Tolstoi: pinta tu aldea y pintarás el
mundo, pintemos la Capital Federal y pintaremos nuestro continente...
- "Cuando fuimos a