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Argentina: La lucha continúa

II Congreso Latinoamericano de Cartoneros

Daniel Giovannini
CONOSUR

Mucha gente pequeña
en muchos lugares pequeños
haciendo cosas pequeñas
cambiará la faz de la tierra.
(Proverbio africano en un cartel del Congreso)

Los cartoneros llegaron a San Leopoldo, Brasil de todas partes del país anfitrión, y de varios lugares de América. Estuvieron reunidos tres días discutiendo sobre sus problemas, intercambiando sus sueños y sus formas de organización. Las luchas de estos hombres y mujeres tuvieron momentos de esperanza y alegría traducidos en conclusiones comunes y en cantos compartidos

Entre el 23 y el 25 de enero de 2005 se realizó en San Leopoldo, a 32 kilómetros de Porto Alegre, el II Congreso Latinoamericano de Catadores con la asistencia de cartoneros llegados de todas las regiones de Brasil, desde localidades fronterizas con Colombia, San Pablo, Fortaleza hasta de más al sur como Caxias o Uruguayana, así como delegaciones de Uruguay, Chile, Colombia y Argentina.

Los objetivos generales fueron hacer un balance de las conclusiones del I Congreso del año 2003 y acordar nuevas propuestas para el futuro.

Los habitantes de esta pequeña ciudad, con una iglesia más grande que su plaza, estaban preparados para recibir con solidaridad a los mil cincuenta visitantes que fueron albergados en varios centros y casas particulares. El congreso se desarrolló en un desproporcionado estadio cerrado, con capacidad para doce mil personas. Una especie de Luna Park en el medio de dos manzanas de pasto, que a falta de árboles vio crecer carpas donde se desarrollaron los talleres o mini plenarios en los que se discutió sobre las luchas y las expectativas de estos trabajadores. Tres computadoras dispuestas en una de las salas del estadio oficiaron de sala de prensa y apoyo para redactar propuestas e informes para las delegaciones. Los asistentes dispusieron de un centro de salud que acompaña el desarrollo del movimiento de catadores brasilero. Sicólogos, médicos generalistas, odontólogos, sociólogos, herboristas han conformado desde hace tres años un grupo autónomo que articula con los cartoneros y que apoyados en la educación popular atiende sus problemas de salud, apuntando a la prevención y apoyando sus reclamos de ser incluidos en el sistema universal de salud de Brasil, que debería alcanzarlos pero que en la práctica los excluye.

Cada jornada del Congreso estuvo matizada con presentaciones culturales de artistas populares o producciones de algunas de las delegaciones que reflejaban en sus poesías las vivencias y los sueños de quienes están en la base de la pirámide social.

La actividad se desarrolló en forma de plenarios por la mañana y de talleres por la tarde. Las conclusiones fueron el resultado de estos talleres.

En los afiches del congreso se encuentran a los auspiciantes del evento, alrededor de dos docenas de entidades. La fundación Luterana de Diaconia acompaña el crecimiento del Movimiento Nacional de Catadores y Recicladores (MNCR) casi desde sus inicios y apoyó este encuentro. Para la ocasión se fueron sumando otras agrupaciones religiosas, el Municipio de San Leopoldo y empresas como Petrobras que aportó doscientos mil reales (unos doscientos mil pesos argentinos.

Bruno, integrante del MNCR explica: 'Estamos acá no gracias a un favor del intendente o al regalo de alguna empresa, estamos acá con gente en la calle que marca una correlación de fuerzas'.

La delegación argentina

Catorce fueron los argentinos presentes en el congreso. Cartoneras del Tren Blanco de José León Suárez, miembros de la Cooperativa del Bajo Flores, trabajadores de la localidad de Bella Vista sufrientes pasajeros del cartonero del ex tren San Martín, una delegada del tren diesel de Zárate, cartoneros de La Plata, de Guernica y asambleístas de Wilde se prepararon en sólo una semana para estar en San Leopoldo.

Si bien el Congreso se venía gestando desde hacía más de seis meses la falta de coordinación entre los distintos grupos de cartoneros en Argentina hizo que el MNCR no encontrara un interlocutor, habida cuenta que no querían la intermediación de los organismos oficiales. Los asambleístas del taller de Cartoneros y Vecinos de las Asambleas Autónomas hicieron los contactos de último momento y quedó conformada la delegación.

'No trajimos ni una bandera argentina' fue la primera queja a coro que se escuchó desde el grupo.

No obstante la coordinación fue surgiendo sobre la marcha y creció en la medida que fueron transcurriendo los días hasta estar en condiciones de hacer su aporte como grupo, aporte que se vio reflejado en las conclusiones finales. Hasta la bandera, hecha en papel apareció para la hora de las presentaciones. Lograron armar un stand argentino, con informaciones diversas, un power point sobre la construcción autónoma de una escuelita en José León Suárez, información sobre el Ceamse e hicieron circular la foto de Diego Duarte, desaparecido en el enterradero Norte III hace casi un año.

La sorpresa mayor para el grupo fue reconocer que no estaban tan atrás en las luchas como a priori parecía. Estos hombres y mujeres han tenido que trazar caminos diferentes a los de los brasileros o uruguayos que recién comienzan a oponerse a la tercerización en la recolección de residuos. Han tenido que pelearle directamente a las empresas privadas que manejan los residuos desde hace casi 30 años, su derecho a ganarse la supervivencia y no han encontrado ningún tipo de interlocutor en las esferas gubernamentales donde están enquistados los gerentes de dichas empresas con el único objetivo de perpetuar el negocio. En los talleres quedó claro que algunos grupos, sobre todo los que vinieron desde el norte de Brasil, esperan respuestas positivas de los organismos de gobierno en una suerte de ingenuidad que no se comprendía en la delegación. No todos los brasileros presentes comparten esta visión; 'Esto de creer que se puede conseguir algo sin luchar es ingenuidad en algunos, temor en otros, catadores y militantes, y deshonestidad política de otros' nos dijo un miembro del MNCR.

Estela del tren diesel de Zárate nos comentó después de uno de los talleres del segundo día de trabajos: 'No entiendo que esperan del Estado. El Estado lo único que puede hacer es cagarlos'.

Jogo bonito, también en organización

En una de las rondas de las mini plenarias había una pareja de catadores que con cierta timidez, manifestaron que no tenían mucho que aportar. Ademar, del estado de Minas Gerais respondió rápidamente; 'Todos tenemos algo que aprender y todos tenemos algo que enseñar, compañeros' frase que estimuló a los remisos. En ese clima se desarrollaron las discusiones en las que por momentos se plantearon profundas diferencias políticas, sobre todo a la hora de proponer movilizaciones confrontando con el gobierno progresista de Lula, sin levantar la voz y con un evidente espíritu de acuerdo entre ellos.

El MNCR tiene sus raíces en Río Grande do Sul. En este estado los cartoneros llegan a sesenta mil en tanto en todo el país las estimaciones indican que rondan los quinientos mil.

En Gravataí, una localidad cercana a la Capital Estatal, Porto Alegre, nació el primer galpón de acopio en 1996, donde además se reunía la villa para discutir sobre las necesidades básicas como luz y agua. En ese momento comienza el aporte de los militantes del movimiento Resistencia Popular y de un movimiento femenino, Mujeres Libertarias.

Bruno es un periodista de Porto Alegre que forma parte del movimiento Resistencia Popular desde 1997. 'A veces sé que parece esquizofrénico decir nos movilizamos, o hicimos una barricada, siendo que muchos de nosotros no somos catadores, pero es que conformamos otra identidad, otro 'nosotros' en el cual aportamos nuestros conocimientos pero no como técnicos'

Juntos, catadores y militantes, han organizado las luchas por los derechos de quienes están en la 'base de la base de la pirámide social, más abajo sólo están sus hermanos presos o sus hermanas prostituidas' agrega Bruno.

Han ofrecido resistencia a las trampas del tipo presupuesto participativo, que en este Estado permite discutir a la ciudadanía sobre el 4% del gasto. Han conseguido galpones, prensas para enfardado, dos camiones, todos elementos que permiten saltearse a los intermediarios del negocio del recuperado, y ahora van por vivienda digna, salud y educación de tiempo completo para sus hijos.

Evinha, de Caxias do sul, explica: 'Los catadores tienen que tener una morada donde retornar todos los días y por esto luchamos. La organización de estos objetivos no es solo del MNCR, sino que es paralela, con otras organizaciones porque ser o no catadores, todos tenemos que tener una vivienda. Para mí estos años de lucha me han convertido en una flor que abrió'

Para Bruno, la organización 'Gaúcha' es más solidaria, igualmente clasista a la del resto de Brasil pero más combativa con lo que refleja una disparidad en el crecimiento de la organización.

Final abierto

El II Congreso dejó algo más que conclusiones escritas. Dejó un intercambio de vivencias entre todas las delegaciones que podría funcionar como motor para la organización local y continental. Los cartoneros tienen claro que nada se puede copiar porque caminan por realidades diferentes, pero sí compartieron las mismas necesidades en cuanto al reconocimiento de su trabajo, no solo como parte de una cadena productiva, sino como un servicio indispensable desde el punto de vista ecológico y en cuanto a combatir la tercerización. Tienen la misma necesidad alrededor de los derechos por una vivienda digna o sistemas de educación que impliquen la contención de sus hijos, para que estos no tengan que salir a cartonear. La misma certeza de que sólo la lucha les permitirá alcanzar sus objetivos.

En las palabras de Silvio, delegado colombiano, encontramos una síntesis del espíritu del Congreso: 'En Mexico nos dicen pepenadores, en Perú y Ecuador, minadores, en Colombia, recicladores, en Uruguay, clasificadores, En Argentina, Paraguay y Chile, cartoneros, En Brasil catadores, en la India, cirujas y en general somos basuriegos. Pero somos unos mismos, somos los pobres, somos los que reciclamos, somos los que limpiamos el mundo de la basura del consumo. ¿Y qué queremos? Queremos reconocimiento económico, social y ambiental... para lograrlo necesitamos tener las manos en la basura... la cabeza, fuera de la basura'.