Entre las calles Pichincha, Avenida Caseros, Cátulo Castillo y Matheu, se encuentra el edificio donde funcionaba la Cárcel de Caseros. El GCBA realizó un ensayo de implosión y comenzó a informar a los vecinos las medidas de seguridad sobre la demolición del edificio.
Los vecinos,pacientes y trabajadores de los distintos establecimientos de salud nos negamos a que se concrete esta medida por las siguientes razones:
SE DEBE DESRATIZAR CON EFICIENCIA ANTES DE LA DEMOLICIÓN
Esta es una tarea de envergadura dada la magnitud del espacio, no se puede fumigar, y la sustancia a emplear, será peligrosa para las personas también.
UNA NUBE DE POLVO SOBRE LA GRAN CONCENTRACIÓN DE POBLACIÓN Y DE VARIOS HOSPITALES COMO EL GARRAHAN O EL UDAONDO.
Esto hace especialmente insalubre el procedimiento a usar, ya que va a levantar una importante nube de polvo, aún en el caso de que dicho polvo sea controlado
Los directivos de los hospitales Garrahan y Udaondo expresaron su temor por el daño que pueda causar una implosión de la ex-cárcel de Caseros a los pacientes internados en esos centros de salud. Este procedimiento también dispersará en la zona los propios gases de la explosión. Tanto el polvo como los gases son tóxicos y afectarán los distintos instrumentos de los hospitales, entre otras cosas.
EL EDIFICIO CUENTA CON UNA IMPORTANTE CANTIDAD DE ASBESTO O AMIANTO
Es un mineral en fibras cuya función es proteger del fuego y de altas temperaturas todo aquello que recubre. Lo que lo vuelve tan peligroso para el sistema respiratorio es la biopersistencia de las fibras en los pulmones, esto es, que no se eliminan y pueden permanecer intactas por muchos años (en ciertos casos se ha comprobado que más de cien), lo que da tiempo para que el organismo desarrolle formaciones cancerosas. Asimismo, se comprobó que no hay cantidad mínima de fibras inhaladas para causar daño. Una sola incrustada en un pulmón alcanza.
Precisamente, la cárcel iba a ser demolida a fines del año 2000 y el operativo fue detenido por la Secretaría de Salud de la Nación, al haberse advertido que no se había hecho ninguna previsión para retirar los asbestos a tiempo.
También la Defensoría del Pueblo de la Ciudad considera se tenga especial cuidado en la demolición de este edificio, rodeado de hospitales, por ser muy probable que en la Cárcel de Caseros se hayan utilizado fibras de asbesto.
VECINOS, TRABAJADORES DE LOS HOSPITALES ALEDAÑOS A LA CÁRCEL Y EL MOVIMIENTO TERESA RODRÍGUEZ PROPONEN QUE LA DEMOLICIÓN SE HAGA A PICO Y MAZA, PARA DAR TRABAJO A LOS COMPAÑEROS DESOCUPADOS QUE VIVAN EN LA ZONA, Y QUE EN ESE LUGAR SE CONSTRUYAN VIVIENDAS POPULARES PARA OCUPADOS Y DESOCUPADOS.
Movimiento Teresa Rodríguez
Por Trabajo, Dignidad y
Cambio Social
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