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Argentina: La lucha contin�a

Las artes ag�nicas del progresismo cromagn�nico.

Jos� Rodriguez Blacdog
Red Libertaria Argentina

Hace unos pocos d�as vivimos un hecho singular en Buenos Aires, singular dado los tiempos que corren, tiempos de "ca�da de la credibilidad", para la pol�tica partidista. Se realiz� una manifestaci�n a favor del "Jefe de gobierno" An�bal Ibarra. Intentaremos decir algo m�s sobre el tema, sofocando la repugnancia que provoca el hecho.
La marcha se convoc� con una solicitada en los diarios, en ella, y posteriormente en la marcha hubo nombres interesantes para pensar. Muchos de ellos firmaron dicha solicitada convencidos genuinamente de estar haci�ndolo por una causa "correcta": detener una maniobra de la derecha. Otros lo hicieron con el argumento de defender nuestras "valiosas instituciones", esas mismas instituciones que tanto bienestar e igualdad garantizan a nuestros ciudadanos. Algunos firmantes lo hicieron desde organizaciones sociales y/o populares, muchos otros, lo hicieron desde "la cultura".
Todo esto responde a dos l�gicas subyacentes.
No est� de m�s mencionar que los propagandistas y organizadores de la movida fueran Bord� Comunicaci�n y Consultora AR. Ambas empresas beneficiarias directas del uso discrecional de los fondos del GCBA am�n de ser sus el principal accionista de una de ellas, el esposo de la Jefa de Gabinete porte�a y la titular de la otra, una operadora de medios de Moneta y Hadad. (Aquella que hizo la operaci�n de publicar en el diario de Hadad la versi�n de que qui�n encendi� la bengala de Cromagn�n fue el hijo del abogado Jos� Iglesias) 1
Pero volvamos a las l�gicas que otorgan sentido al comportamiento del progresismo local, �stas como ya mencion�ramos son dos: una, derivada de la l�gica corporativa que mantiene a la clase pol�tica, cohesionada como clase y alejada de otras instancias de la vida social, la otra, no es m�s que la l�gica de la devoluci�n de favores.
Vamos por partes, analicemos ambas cuestiones sin perder de vista que el caso particular no hace m�s que ejemplificar modos de funcionamiento generales del sistema. Malos anarcos ser�amos si no hici�ramos el esfuerzo de encontrar aquellas razones estructurales que hacen de fundamento a la opresi�n, y nos qued�ramos en el terreno de la indignaci�n moral.

En primer t�rmino, la l�gica corporativa:

Esta no es exclusiva del progresismo, sino, de la clase pol�tica en general y se basa en un c�lculo sencillo de autoprotecci�n. El razonamiento es similar al que sigue: "si permitimos que un alto cargo ejecutivo del Estado sea responsabilizable por las acciones y omisiones del accionar de ese mismo Estado, cuando nos toque a cualquiera de nosotros una funci�n de esas caracter�sticas, vamos a ser responsables de cualquier cosa que ocurra. Para evitar que ocurran "accidentes" es preciso en primer t�rmino eliminar la corrupci�n y eliminar la influencia de los lobbys empresariales, es decir, desfinanciar nuestra vida pol�tica y condenarnos a compartir la pobreza con el resto de los ciudadanos. Por lo tanto, la mejor opci�n, es dejar asentado, que gobierno y responsabilidad no van juntas: el gobierno lo ejercemos nosotros, las v�ctimas las pone el pueblo y la responsabilidad la tendr� exclusivamente el chivo expiatorio de turno, el cual en contadas excepciones ser� uno de los nuestros."
Una muestra: lobby o corrupci�n empresaria mediante las licencias de funcionamiento de los micros escolares fueron extendidas en un 40 %, dado que hoy los micros son m�s caros y no existen cr�ditos baratos para reemplazarlos. El d�a que ojal� nunca llegue, que un micro lleno de infantes se incruste en una vivienda por un fallo en los frenos o la direcci�n, toda la pantomima de cromagn�n ser� repetida. El gobierno endilgar� la responsabilidad a funcionarios de planta menores y al chofer o a la empresa de transportes, las v�ctimas las habr� puesto el pueblo y la responsabilidad...
Creo que podr�amos mencionar muchosejemplos si quisi�ramos y nos diera el espacio.

En segundo t�rmino, la devoluci�n de favores:

�Por qu� casualidad de nuestra vida social, el grueso de los firmantes de la solicitada se corresponde con el grueso de nuestro "escenario cultural porte�o"?
�Por qu� motivo el gobierno porte�o es valorado tan altamente con relaci�n a "lo cultural"? pregunta que est� relacionada con el porqu� es tan central "lo cultural" para el gobierno de la ciudad.
Una por una: El grueso de los firmantes come del plato del gobierno. Tener trabajo es algo altamente apreciado sobre todo por el sector cultural que en un pa�s con las tremendas necesidades sociales como tiene �ste, no podr�a jam�s sostenerse a costa de un p�blico por varias razones escaso y/o pobre.
Por otra parte, aquellos que construyen la opini�n sobre "lo cultural" son la avanzada de la clase hacia la cual esa actividad cultural est� dirigida: la clase media alta porte�a y �sta clase es central para el gobierno, pues ella construye la opini�n pol�tica desde sus atrios culturales y period�sticos. Es decir, el r�dito simb�lico se capitaliza como r�dito pol�tico de manera directa. Una obra de teatro prestigiosa se traduce en muchos m�s votos, que una inspecci�n molesta y angustiante a un boliche, un hotel o un teatro.
Es por eso que los "sin techo" porte�os son hacinados en hoteles al borde del derrumbe, pero tenemos coquetos parques y jardines enrejados por toda la ciudad. Es por eso que no existe un plan de viviendas econ�micas para solucionar los problemas de quienes viven hacinados en villas miserias y s� hay un canal de cable del gobierno dirigido a unos pocos.
Aqu� tambi�n, como en el caso anterior el listado de ejemplos puede ser extremadamente alto.
Y dec�amos antes que �stas l�gicas subyacen a modos generales de funcionamiento del sistema:
La l�gica corporativa y la construcci�n de consenso mediante la distribuci�n de favores funcionan en diferentes escalas, �mbitos, y temporalidades. Son cuestiones estructurales del sistema.
Para la corporaci�n pol�tica EL CAPITAL ES EL VOTO, y ya sabemos que el capital reconoce una tendencia a la acumulaci�n y la ampliaci�n. Es por ello, que todo partido que participe de la l�gica electoral, por mucho que afirme ser obrero o de los trabajadores participa necesariamente de la misma l�gica. Acumular y ampliar su capital es decir los votos, es su misi�n fundamental.

�Entonces que ocurre con los trabajadores?

Sencillamente no cuajan con la l�gica de partido. Lo �nico que posee el trabajador es su fuerza de trabajo, la cual tiende a conservar y reproducir, la l�gica del capital le es ajena y extra�a, sea capital empresario o capital pol�tico. Lo �nico que beneficia al trabajador es la destrucci�n del capital, es decir, el acceso total a los medios de producci�n y los bienes producidos.
Ning�n otro sector o clase est� dispuesto a destruir capital.
Durruti dec�a que los trabajadores no temen destruir porque son ellos los que lo han construido todo y son los �nicos que saben y pueden volver a construirlo.

�Ahora, qu� podemos hacer las v�ctimas de las l�gicas del capital con respecto a todo esto?

Luchar, y exigir por el control social de la totalidad del presupuesto p�blico ser�a un buen comienzo.
Que federaciones de asambleas territoriales y federaciones de asambleas de trabajadores se vinculen en una confederaci�n que asigne el presupuesto de modo directo ser�a un objetivo.
Mientras tanto los artistas e intelectuales burgueses que sientan que sus geniales creaciones deben ser imperiosamente conocidas por el resto de los mortales que se asocien y hagan sus propios esfuerzos. Que trabajen por la subsistencia como el resto de los mortales y que en su tiempo libre hagan lo que m�s les plazca ( o el sistema les permita)

�Significa esto que no nos importa "la cultura"?

Significa que en primer lugar, no tenemos porque compartir el significado que la palabra cultura tiene para los burgueses.
En segundo lugar, es parte de una definici�n posible de cultura, el impulsar el tipo de relaciones pol�ticas que nos permitan decidir sobre el excedente de lo que los trabajadores producimos. Que aqu�l que sienta necesidad de manifestarse pueda hacerlo sin comprometer los recursos que en otras �reas resulten indispensables.
En definitiva, queremos que el pueblo imponga su escala de valores y no que los valores del mercado (mercado electoral incluido) determinen las prioridades.
Entre otras cosas �sta nueva cultura que llevamos en nuestros corazones, �ste nuevo mundo que late, ser� una cultura de la responsabilidad y no de la agachada y el r�dito. Un mundo en donde por supuesto podr�n ocurrir accidentes, pero ya no "accidentes".
Un mundo en d�nde la cromagn�nica puesta en escena de la burgues�a y el progresismo sean s�lo la amarga pesadilla de un artista basada en el recuerdo de un mundo muerto y fr�o, casi olvidado en las ruinas del pasado.
Ver la nota de opini�n de H. Verbitsky del diario "P�gina 12" del 27/11/

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