Argentina: La lucha continúa
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Argentina: La niña mimada de la minería
Argentina: Expoliación Minera (Parte II)
Darío Aranda
Desde Andalgalá, Catamarca
El fiscal de Tucumán Antonio Estofán denunció a la empresa por contaminación. El
juez federal de Santiago del Estero Felipe Terán investiga una denuncia de
presencia de cobre y plomo en el norte provincial y una posible contaminación de
llegaría hasta las turísticas Termas de Río Hondo. La justicia de Rosario
investiga el presunto tráfico documental y exportación ilegal de metales.
Pobladores de Villa Vil, en Catamarca, denunciaron a la empresa por un derrame
tóxico del mineraloducuto. Organizaciones sociales de Tafí del Valle, en
Tucumán, advierten sobre contaminación del aire, radiaciones del electroducto e
invasión de cementerios indígenas. Son sólo cinco de las decenas de acusaciones
que tiene en su contra Minera Alumbrera, impulsadas por una gran diversidad de
sectores, localidades y provincias.
El titular de la empresa, Julián Rooney, respondió a las acusaciones: "No existe
contaminación de ninguna índole. El importante trabajo desplegado y las
conclusiones del monitoreo ambiental han servido para que la industria pueda
demostrar su apego al cumplimiento de las normas ambientales."
Los Autoconvocados exigen desde hace años estudios "independientes" de tierra y
agua. Pero las únicas respuestas que obtienen son análisis a cargo de la misma
empresa o esporádicos y selectivos relevamientos de la provincia. Descreen de
esos estudios porque sindican a la empresa como cómplice de la empresa.
"Alumbrera le significa al gobierno provincial el 70 por ciento de los ingresos
fiscales. Conociendo a nuestra clase dirigente ¿usted cree que denunciarán a sus
sostenedores económicos", advierte Omar Ramos, vecino de lugar.
"Los especialistas recomiendan hacer seguimientos, estudios permanentes, de
meses. Ellos no hacen nada de eso. Para que te des una idea: los estudios de
tierra y aguas no los controla nadie: la empresa selecciona las muestras, las
lleva ella misma al laboratorio y ella misma le informa a los órganos de control
cuáles fueron los resultados", denuncian los Autoconvocados.
Realizar un seguimiento de análisis está lejos del alcance de los vecinos. Pero
exhiben sus pruebas campesinas:
-Antes crecía de todo: aceitunas, manzanas, nueces. Ahora no crece nada. Cada
día la tierra es más pobre.
Asegura Alberto Zossi, habitante ancestral de la zona.
-Los animales se me mueren. No se entiende el por qué. Para mí es porque toman
el agua que baja de La Alumbrera.
Se queja Luis Alvarez.
-Las gallinas son cada vez más enanas. Parecen palomas.
Sonríe Marcela Orellano, que extraña los animales robustos con los que solía
alimentar a su familia.
Un estudio técnico que enarbolan variados sectores fue realizado por el perito
minero Héctor Oscar Nieva. Se trata de su estudio de maestría para la
Universidad de Nancy (en Francia), el cual confirmó que el dique colas (la
enorme olla que hace de basurero minero) tiene filtraciones que contaminan las
napas subterráneas de la zona. La empresa reconoció las pérdidas e instaló un
sistema de retrobombeo para que la solución que escapa al corral minero vuelva a
él. Nieva asegura que la contaminación sigue regándose por el subsuelo
catamarqueño. "El problema podrá agravarse al cierre de la mina. Filtra al río
Vis Vis y el destino final de toda la contaminación será la reserva de agua
dulce más importante de la región. Ya hay mortandad de animales en la zona de
impacto ecológico de la minera. Ellos dicen que no contaminan, pero es evidente
que algo hay', afirmó el especialista.
El presidente de Alumbrera afirmó que "el estudio del ingeniero Nieva toma en
cuenta datos parciales y realiza extrapolaciones que nada tienen que ver con la
realidad de lo que realmente ocurre, por lo tanto carece de fundamento técnico.
En nuestra página web puede encontrarse un trabajo con los argumentos que
explican porqué son inexactas las conclusiones a las que arriba el ingeniero
Nieva".
Desde Greenpeace aseguran que "es evidente que las actividades mineras
frecuentemente producen beneficios económicos a corto plazo a las comunidades.
Pero también producen impactos ambientales y de salud a largo plazo que las
compañías mineras frecuentemente evitan pagar".
Sin embargo, en declaraciones al diario La Gaceta, el secretario de Minería de
Nación, Jorge Mayoral –-que rechazó hablar con este diario--, sorprendió a los
tucumanos y catamarqueños al negar que exista un problema ambiental ligado a la
actividad minera y aseguró que "algunos, con picardía, pretenden generar
incertidumbre". La Federación de Organizaciones Ambientalistas de Tucumán no
tardó en contestarle: 'No puede ser que el funcionario desconozca que la
actividad desarrollada por la firma no tan sólo mereció la condena de la
comunidad, sino que, además, su principal directivo está imputado por presunta
contaminación, por la Justicia Federal', coincidieron los representantes de la
entidad, Pedro Ottonello y Juan Manuel Prado Iratchet.
En los valles calchaquíes, la Intersectorial de Tafí del Valle –-que reúne a las
organizaciones sociales del lugar-- se declaró por el "no a la minería
metalífera por los graves impactos ambientales que provoca en la comunidad",
aseguró Marcos Pastrana, referente de la Intersectorial, quién recordó que con
las torres del electroducto se invadió espacios sagrados indígenas. Exigen que
la zona de los valles tucumanos sea declarada "área protegida".
El boca a boca en Andalgalá muestra que las enfermedades gastrointestinales se
multiplicaron, pero ni el hospital local ni ningún estamento gubernamental dan
cuenta de estudio alguno. Una sola vez, en 2003, se conocieron estadísticas del
hospital local: confirmaron que, desde la instalación de la mina y hasta 2003,
las enfermedades respiratorias en niños había aumentado de 1374 a 2244. Todos
señalaron como responsable a la mina. Nunca más fueron difundidas datos de salud
del lugar.
"El proyecto fue diseñado siguiendo los estándares ambientales equivalentes a
los requeridos por los países líderes en producción de cobre y oro, y los
lineamientos establecidos por el Banco Mundial", explica Alumbrera en su carpeta
de presentación
Agua, divino tesoro
El agua es el oro del futuro, advierten diversos sectores que hasta aseguran que
las guerras serán por ese recurso natural. En Catamarca "el líquido no falta,
pero tampoco sobra a lo bruto", sonríe Urbano Cardozo, el jubilado militante.
Alumbrera cuenta con un permiso de extracción de 1.100 litros por segundo. Que
es lo mismo a 66.000 litros por minuto: casi cuatro millones de litros por hora
en una zona semidesértica. "Mejor no hacen la cuenta de cuanta agua al día se va
con ese oro", ironiza Blanca Rado, docente jubilada y estudiosa de lo que
acarrea la minería a gran escala.
Alumbrera cuenta con seis pozos perforados a profundidad, de donde chupa el agua
subterránea durante las 24 horas. "La extracción de agua no afecta en absoluto
la disponibilidad de agua de las localidades vecinas", dijo Rooney a Página/12.
La canadiense Northern Orion (accionista de Alumbrera) comenzará en breve las
obras de infraestructura de otro yacimiento, tres veces más grande que Bajo
Alumbrera, a sólo 17 kilómetros del pueblo, en la cima de las montañas ubicadas
frente al centro de la ciudad. Planea extraer oro, plata, cobre y molibdeno. "El
desarrollo de Agua Rica es técnicamente factible, y podría ser desarrollado como
un yacimiento de bajo costo y de larga vida útil", reconoce la carta de
presentación de la misma empresa. Planea procesar, por día, 70.000 toneladas de
roca, con una vida útil de 30 años.
Los Vecinos Autoconvocados remarcan que, además de la misma contaminación que
acarrea Alumbrera, de esa montaña nacen los tres ríos –-el Blanco, Candado y el
Minas--, que alimentan de agua a toda la región: casi un cuarto de la provincia.
Todos reconocen que ese será el último golpe al pueblo. "Ningún pueblo puede
sobrevivir sin agua", dicen una y otra vez. Muchas casas y tierras ya estrenaron
su cartel inmobiliario de "en venta".
-Mis hijas están estudiando en la capital provincial. Yo les pido que por favor
no vuelvan. Que inicien su vida allá, aunque me duela en el alma. ¿A qué van a
venir? Esta es una ciudad condenada.
Lamenta Dito Salas, concejal de Andalgalá, histórico opositor a Alumbrera.
-"Sin oro se puede vivir, sin agua no. Si avanza la nueva mina, esto será un
pueblo fantasma", auguró Juan Mansilla, un joven profesor de música que también
sabe de historia: "Es increíble, pero está pasando lo mismo que hace 500 años.
Se llegan de afuera, te muestran espejitos, bolsones de comida, se llevan la
riqueza y dejan muerte y destrucción".
"Se chupan el agua", sentenció la Iglesia de Bariloche sobre los empredimientos
mineros que intentan replicar en el sur lo que ya realizan en Andalgalá, donde
la población también es muy creyente, pero la curia local no quiere mover
montañas ni feligreses contra Alumbrera. "Acá la Iglesia tiene poder, pero
también es pro minería", explicó Matías, un joven estudiante en la plaza
principal, frente a la iglesia del pueblo. El no quiso dar su apellido: en su
casa son prominería.
El agua utilizada, es irrecuperable. No hay tratamiento posible para que vuelva
a ser aprovechable. De ponerse en marcha la nueva explotación la cantidad de
agua utilizada será el triple. El nuevo emprendimiento minero se llama,
paradójicamente o por humor negro, "Agua rica". Ironía del destino, la mina
tomará tres veces más de un agua que no será más insípida, ni inodora, ni
incolora.
Plebiscito: Sí o no a la mina
El intendente, José Eduardo Perea, tiene 49 años. Siempre vivió en Andalgalá.
Tez morena, cabello lacio y negro, peinado con prolija raya a la izquierda. Es
justicialista. Piensa unos segundos cada pregunta. Durante la campaña que lo
llevó al ejecutivo municipal había prometido un plebiscito para decidir qué
hacer con el yacimiento de Agua Rica. Pero ahora encontró un inconveniente: "El
pueblo debe decidir, de eso estoy seguro pero es que todavía no está preparado
porque desconoce el tema. Igual, yo le puedo asegurar que desde mi gestión no se
contaminó nada", señaló a Página/12. Cuando se le preguntó cuándo estarán
preparados para el plebiscito los mismos electores que lo llevaron a ser
intendente, dice no saber, pero sí asegura que la empresa es inocente de todo.
Sólo culpa, una y otra vez, a "los anteriores gobiernos que no exigieron que la
empresa cumpla sus promesas"
"El es prominería", explica Dito Salas y arriesga algunas posibles causas a ese
cambió de opinión: "Un solo camión minero vale más que lo que recauda el
municipio en todo el año. Alumbrera paga el combustible de los vehículos
municipales y de la ambulancia, compra insumos para el hospital, paga velorios
de los pobres, reparte bolsones de comida, regala herramientas a las escuelas
técnicas y hasta compra las medallas de egresados, a quienes promete un trabajo
que nunca llegará". Publicidad de la compañía también afirma que entrega
material didáctico a las escuelas, ayuda a los clubes e instituciones sociales,
obsequia juguetes en el Día del Niño, asiste –-siempre según la publicidad
oficial-- a 50 postas sanitarias con medicamentos. Todo lo que en otro tiempo
correspondía al Estado, hoy lo realiza la empresa.
"Jefe comunal o concejal que se oponga a la mina suele cambiar, repentinamente,
de parecer", sonríe Luis Maidana, un joven que trabaja en la terminal de
ómnibus.
¿Y las autoridades provinciales? El responsable de Minería, José Siner nunca
respondió a los numerosos llamados de este diario y, durante dos semanas, estuvo
–-según explicó su secretaria—en un yacimiento en Salta "donde no hay teléfonos,
ni siquiera celulares". El secretario de Agua y Ambiente de Catamarca, Juan
Cristóbal Acuña, fue más directo: dijo a su asistente que él no tiene nada que
decir sobre el tema.
En 2004, Minera Alumbrera facturó 683 millones de dólares: 1.980 millones de
pesos. "Tomando en cuenta los últimos cuatro trimestres (los dos últimos de 2004
y los dos primeros de 2005) Alumbrera pagó, en concepto de regalías, 51 millones
de pesos", explicó Rooney a Página/12. Es el 2,5 de su facturación total.
Según la propia empresa, en su publicación "Suplemento comunitario Minera
Alumbrera y la comunidad", se acaba de pagar al municipio de Andalgalá en
concepto de regalías mineras: 14 millones de pesos. Lo que representa el 0.7 por
ciento del oro y el cobre que en el último año se extrajo de las montañas
catamarqueñas.
La diputada Marta Maffei visitó el año pasado la zona y repitió un dato: "Las
diez grandes mineras se llevarán del país minerales por 25.000 millones de
dólares, de los cuales sólo 380 millones quedarán en el país".
Es que el dinero que las mineras se llevan no tiene retención a las
exportaciones (como si pagan, por ejemplo, los productos agropecuarios).
"Ellos no quieren a la Alumbrera porque tienen trabajo y comida, pero somos
muchos los que dependemos de ella, así que no queremos que se vaya", sinceró
Antonio Frías, de unos 40 años, fornido, desocupado; sentado en la plaza central
del pueblo. Una de las pocas voces favorables a la empresa que encontró este
diario.
Los Autoconvocados impulsan un plebiscito vinculante para antes de fin de año,
pero saben que es un arma de doble filo. En caso de llegar a esa instancia, la
gran incógnita es saber qué pasará. Es un contexto muy diferente a Esquel. "Acá
hay mucha necesidad hermano, la empresa tiene aceitado todo su asistencialismo,
deja caer sus migajas en muchos lugares y esa gente, lamentablemente, depende de
Alumbrera para sobrevivir", sinceró Cecenarro, pionero militante contra la
empresa.
Aída Orellana, aunque férrea opositora a la minería, descree que el plebiscito
por el no triunfe. "Acá manda la empresa. Da comida. Es muy diferente a Esquel.
Hay mucha necesidad y la gente obedece a quien pone algo en el plato", lamenta.
Los Autoconvocados le retrucan: "No tenemos nada que perder. Hay que hacer
entender que sin oro se puede vivir, pero sin agua no".
Mientras fundamentaba la negativa del secretario de Minería de Nación, Jorge
Mayoral, para hablar con este diario, los voceros de la Secretaría insistieron
que "las leyes no se pueden cambiar según el gusto de la gente. Hay una
legislación que hay que cumplir. Hay que mantener la previsibilidad. Invitamos
que las comunidades participen junto a las empresas, pero las leyes que están
hay que cumplirlas". Coincidencia: el titular de Alumbrera, Julián Rooney,
destacó la "importancia de mantener reglas de juego claras en el tiempo. El
hecho de que hayan mantenido hasta ahora significa un incentivo para futuras
inversiones".
En abril del año pasado los pobladores de la localidad de Choya (paraje del
departamento de Andalgalá) rechazaron el proyecto de Agua Rica por los riesgos
ambientales que podría causar con la contaminación del agua y el aire. Lo
hicieron mediante un documento al que adhirió un 80 por ciento de la población.
"Bajo de la Alumbrera es una fuente de oportunidades y beneficios económicos
para el país y en especial para aquellas comunidades próximas a sus
instalaciones operativas", reza aún hoy la publicidad de Alumbrera.
De forma similar a hace diez años, la propietaria de Agua Rica, la canadiense
Northern Orion –-que cuenta con el 12,5 por ciento de Alumbrera-- ya promete que
empleará a más de 600 personas y que realizará numerosas obras para el bien de
la comunidad.
Esquel, en Chubut, es el antes de la explotación minera. Jáchal, en San Juan, el
durante. Andalgalá, el después de la extracción: cuando el oro ya no está y la
montaña es un coloso agujereado. Sólo tres del medio centenar de emprendimientos
mineros metalíferos de Argentina, que tienen tantos impulsores como detractores.
Estado y empresariado por un lado. Organizaciones sociales y pobladores por el
otro. Promesas de inversiones, trabajo y desarrollo de un lado. Denuncias de
degradación ambiental, pobreza y saqueos por el otro. Estado de situación de una
polémica silenciada.
Las exportaciones mineras del país se multiplicaron en la última década. Según
datos oficiales de la Secretaría de Industria, Comercio y Minería (Sicym), en
1993 Argentina exportaba 15,8 millones de dólares. Después de aprobadas las
nuevas legislaciones mineras, el cambio fue drástico: en 1999, fue de 705
millones.; en 2001 de 754 millones, en 2002 de 990; 2003, 1.100; y las
proyecciones para 2006 son de 1.466 millones.
Según los mismos datos oficiales: los minerales metaliferos como el oro, la
plata y el cobre representan las dos terceras partes del volumen exportado de lo
denominado "boom minero". "Es que las leyes del menemato son seductoras:
ambientales e impositivamente son altamente beneficiosas para las empresa",
explica Marcos Pastrana, de Tafí del Valle.
El legislador Carlos Tinnirello, especializado en el tema, aseguró que "las
empresas mineras recién inician la invasión en el país, pero las proyecciones de
las mismas empresas indican que nos espera una gran invasión de empresas. Y,
desde ya, nunca se pueden desarrollar este tipo de emprendimientos sin
compromisos políticos de los gobernadores y del ejecutivo nacional, que escuchan
mucho a las mineras pero muy poco a las poblaciones que alertan sobre los
riesgos, sobre todo las vertientes de aguas que se comprometen"
"Las mineras manejan los medios, las municipalidades, las provincias, a los
funcionarios aún más altos. Ejercen hostigamiento sobre las poblaciones que se
oponen y engañan prometiendo un bienestar que nunca llegará. En tanto, los
poderes ejecutivos, legislativos y hasta judiciales están a disposición de las
empresas, que siempre tienen a mano artilugios políticos y legales para
conseguir sus fines. Hay que tomar conciencia que se trata del saqueo de los
recursos naturales del país", denunció Tinnirello.
En el lujoso hotel de Toronto, Canadá, donde se desarrolló el Congreso Mundial
de Minería, todos los especialistas prominería fijaran sus ojos en Argentina y
la catalogaron como "la niña mimada" del sector. Remarcaron que la vedette del
momento cuenta con 5.000 kilómetros de cordillera, un 75 por ciento de sus
recursos inexploradas y una regalarías de sólo el tres por ciento.
Multinacionales de Estados Unidos, Canadá, Australia, Chile y Europa señalaron a
Argentina como la región a invertir y a Latinoamérica como del destino de la
década. No dejan de fijar las ventajas de legislación vigente. En el shopping
minero internacional estuvieron, junto al secretario de Minería de la Nación,
Jorge Mayoral, gobernadores y autoridades mineras de San Juan, Mendoza,
Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y Santa Cruz.
Luego de la feria minera, el secretario de Minería viajó a Washington para
mantener un encuentro con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), Enrique Iglesias, quién impulsa la minería como "desarrollo para toda la
región". "Por solicitud del ministro de Planificación Federal, Inversión Pública
y Servicios de la Nación, Julio De Vido, Mayoral se reunió con Iglesias a fin de
evaluar planes de apoyo para impulsar la actividad minera de Argentina y
fomentar el desarrollo sustentable de la pequeña, mediana y gran minería",
informó la gacetilla de prensa oficial de la Secretaría.
En ese congreso, la minera estatal YMAD –-propietaria del Yacimiento Alumbrera--
ofreció a compañías internacionales un conjunto de "áreas ricas en cobre, oro,
plata y molibdeno, de Catamarca". En una reseña comercial titulada 'YMAD, A
Great Opportunity (La Gran Oportunidad)", la empresa explicó a los ejecutivos de
las multinacionales: 'Se han alumbrado nuevas reservas y se ha desarrollado un
ambicioso plan de perforaciones. Hay un área con estructuras de oro, plata y
manganeso".
El Plan Bianual 2004-2005 de la Secretaría de Minería nacional insiste con que
Argentina cuenta con oportunidades mayores que otras regiones por el "replanteo
de marcos tributarios y jurídicos" con los que cuenta (las leyes de la década
del 90).
Desde la Cámara de Empresas Mineras (CAEM) publicitan que el sector exporta casi
tanto como el trigo. Pero las diferencias radicales son tres: el agro, a pesar
de su industrialización, emplea mucha mayor mano de obra; tiene retenciones a
las exportaciones (por cada tonelada que sale, un porcentaje queda en el país)
y, sobre todo, la tierra sufre una degradación, pero que puede ser tratada;
mientras que los minerales son un recurso no renovable: lo que se va, no vuelve.
Resulta una zona improductiva, empobrecida –ya sin su riqueza mineral- y
contaminada.