Argentina: La lucha continúa
|
¡La vida antes que la deuda!
por
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz – Fundación Servicio Paz y
Justicia
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, Línea Fundadora
Beverly Keene, Coordinadora Jubileo Sur/Américas
Rvdo. Ángel Furlan, Iglesia Evangélica Luterana Unida
Rvdo. Juan Pedro Schaad, Iglesia Evangélica del Río de la Plata
Hna. María Bassa, Endepa y Confederación Argentina de Religiosos y Religiosas
Rina Bertaccini y Juan Roque, Movimiento por la Paz, la Soberanía y la
Solidaridad entre los Pueblos
Ante la cancelación de la deuda reclamada por el Fondo Monetario Internacional,
por parte de los gobiernos de Brasil y Argentina:
1- Denunciamos que se cumple con el FMI, dejando de lado
la gran deuda histórica, social y ecológica que se tiene con nuestros pueblos,
con los miles de campesinos que esperan ansiosos la tan mentada reforma agraria,
con los pueblos originarios expulsados de sus tierras, con los niños y niñas que
mueren cada día de hambre en los dos países de mayor producción alimenticia de
América Latina, con los y las trabajadoras que sufren la precarización de sus
empleos y sus salarios, con los millones de argentin@s y brasilen@s que
sobreviven en la miseria. ¿Cuándo se saldará esta enorme deuda con nuestros
pueblos? Mientras Argentina cancela, de un solo pago, los 9.810 millones de
dólares reclamados por el FMI, miles de ahorristas, mayoritariamente jubilados,
siguen dentro del corralito bancario sin poder tener acceso a los ahorros de
toda su vida. Mientras en Brasil se dispone de 15.500 millones de dólares para
pagar al Fondo, continúan las políticas de ajuste y reducción a los principales
gastos e inversiones sociales.
2- Rechazamos que la coordinación entre nuestros paises
se haya puesto al servicio del pago de deudas ilegítimas, inmorales, odiosas y
ya pagadas, y con ello, de la profundización de la impunidad que goza el
organismo contra el cual los mismos gobiernos, haciendo eco de los reclamos
populares, han elevado fundadas críticas acerca de su corresponsabilidad en las
crisis que se sucedieron en nuestros países. En Argentina, el Fondo concedió
préstamos en plena crisis, violando su Carta Orgánica, primero con el "blindaje"
que facilitó la fuga de capitales y luego para compensar a los bancos
involucrados. Desde aquel 19 de diciembre de 2001, en medio de la crisis social
más aguda de nuestra historia, se ha pagado al FMI más de 8.343 millones de
dólares netos. Juntos, nuestros dos países contaban con considerable fuerza para
cuestionar los pagos reclamados por el Fondo en vez de privilegiarlo entre todos
los supuestos acreedores, tanto externos como internos. En cambio, esta decisión
premia al FMI, dejándolo libre de culpa y cargo, mientras profundiza el
incumplimiento de las obligaciones de nuestros gobiernos frente a los millones
de compatriotas que sufren la violación cotidiana de sus derechos humanos
económicos y sociales a través del empobrecimiento y la indigencia.
3- Alertamos que el mismo Fondo Monetario Internacional
es quien propicia la política de desendeudamiento que supuestamente traerá más
autonomía y soberanía para nuestros países. Desde los inicios de la
Administración Bush, opositora acérrima de los grandes préstamos de emergencia
que se estilaron a fines de los años noventa y que dejaron al Fondo con un
pasivo peligrosamente alto y concentrado en cuatro países, ha ganado prioridad
dentro del organismo la necesidad de recuperar su solvencia y por ende,
capacidad de actuar, por medio del cobro riguroso y en la medida posible
anticipado, de las grandes deudas pendientes. A mediados de julio de 2005, el
propio Fondo le planteó a Argentina que debía pagarle su deuda con reservas del
Banco Central. Así, la decisión tomada por los dos gobiernos, complementando la
cancelación que realizó Rusia a fines de 2004, contribuye a cerrar el círculo
del desendeudamiento motorizado por el FMI. El último de los grandes deudores
del Fondo, Turquía, está pagando puntualmente y se encamina también a cancelar
su deuda. Por eso las felicitaciones de Rodrigo de Rato, director gerente del
FMI, no se hicieron esperar. "Nos complace la decisión de Brasil" afirmó
primero, para agregar categóricamente que la "gestión política acumulada por las
autoridades ha proporcionado la base para la confianza de los mercados y
Argentina debería seguir el ejemplo". Dos días después, Argentina cumplió.
4- Cuestionamos el argumento de que nuestros países
ganarán grados de libertad en el diseño de sus políticas económicas, sobre todo
cuando los mismos gobiernos continúan sus políticas de endeudamiento en los
mercados financieros y con otros organismos como el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo. El visto bueno del Fondo sigue siendo un requisito
para esas transacciones. Asimismo, mientras los dos países continúen integrando
el FMI, permanecerán sujetos a sus políticas de supervisión y control. Es por lo
menos curioso, además, que dos gobiernos que desde hace dos años se han jactado
públicamente de la independencia de sus decisiones frente a los
condicionamientos impuestos por el Fondo, ahora destacan como lo más importante
de su decisión el haber recuperado esa misma independencia. ¿Tendríamos que
haberles creído entonces? ¿o ahora?
5- Rechazamos también por ser cuando menos engañosa, la
afirmación que esta quita significa una reducción del pago de intereses, porque
nuestros países, al mismo tiempo que pagan al FMI, con intereses del 4 a 6%
anual, toman préstamos en el mercado internacional a tasas de interés cercanas o
mayores al 10%, y aún fluctuantes. De hecho si de ahorrar se trata, sería más
sensato cancelar las deudas que conllevan mayores tasas de interés que las
cobradas por el Fondo, como planteó el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz
en su visita a la región unos meses atrás.
6- Señalamos que estas decisiones presidenciales afectan
la soberanía y la construcción democrática de nuestros países, al actuar en
forma unilateral e inconsulta, desconociendo las responsabilidades
constitucionales de los Parlamentos así como también la participación y control
de la ciudadanía. En el caso de Argentina, se pasa por encima del fallo de la
Justicia Federal en la Causa Alejandro Olmos, que sustanció la naturaleza
fraudulenta de la Deuda Externa y la giró al Congreso Nacional para que éste se
haga cargo de gestionar la deuda e identificar y sancionar a los responsables de
su criminal acumulación. En Brasil, se viola la obligación constitucional del
Parlamento de realizar una Auditoría de la Deuda. Asimismo se desoye la voluntad
popular que en varias oportunidades se ha pronunciado sobre estos temas. En
septiembre de 2000, se llevó adelante en Brasil el Plebiscito Popular sobre la
Deuda Externa, donde más de 5.700.000 brasileñ@s se pronunciaron por romper el
acuerdo con el FMI y NO continuar pagando la deuda sin la realización de una
Auditoría. En Argentina, en noviembre de 2003, las 2.300.000 personas que
participaron en la Consulta Popular sobre el ALCA, la Deuda y la Militarización,
también se manifestaron abrumadoramente por el NO pago de la Deuda Externa.
7- Por lo tanto reclamamos a nuestros gobiernos, con los
Parlamentos respectivos y la amplia participación y control ciudadano, que
realicen una Auditoría integral antes de continuar pagando lo que se nos
reclama, para establecer con transparencia y fundamentos, quiénes realmente
deben a quienes. Durante la reciente III Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata,
así como en la II Asamblea Global de Jubileo Sur realizada en setiembre, en La
Habana, los miles de participantes de todo el continente reafirmamos que uno de
los ejes centrales para la construcción de alternativas de Vida y Soberanía es
el reconocimiento de que somos Nosotros, los pueblos, los verdaderos acreedores.
Una Auditoría integral, no sólo de las deudas financieras, sino también de las
enormes deudas sociales, históricas y ecológicas que se adeudan a los pueblos de
Brasil y de Argentina, mostraría con fuerza cuáles son las deudas que tendrían
que ser canceladas con prioridad y urgencia, incluyendo los pagos al Fondo
Monetario Internacional que el mismo tendría que restituir y reparar.
8- Convocamos asimismo a las organizaciones y
movimientos de nuestros países, a la ciudadanía en general, a unirse a estas
demandas, estimulando el debate y la movilización y colaborando en la
investigación, la denuncia y la organización para construir alternativas de
justicia.
¡SI A LA VIDA, NO A LA DEUDA!
¡NO PAGAMOS PORQUE NO DEBEMOS!
¡SOMOS NOSOTR@S LOS ACREEDORES!
Argentina – Brasil, 19 de diciembre de 2005
ADHESIONES:
Julio Gambino, Presidente de Attac-Argentina
Dr. Alejandro Olmos Gaona
José Seoane y Clara Algranati, Osal-Clacso