Argentina: La lucha continúa
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Las montañas son nuestras, el oro ajeno
Andalgalá es la tercera ciudad en importancia de Catamarca. Desde hace diez
años allí funciona una de las minas de oro y cobre más importante del mundo.
Habitantes del lugar aseguran que el emprendimiento no trajo ningún bienestar,
denuncian contaminación y un Estado cómplice. La empresa asegura que todo su
accionar está sujeto a la ley. Los pobladores piden un plebiscito para evitar la
instalación de otro yacimiento, que será el más importante de América y
multiplicaría los problemas.
Darío Aranda
Desde Andalgalá, Catamarca.
Agua para no beber. Aire que mejor no respirar. Un pueblo pobre, sobre
montañas de oro. Son algunas de las contradicciones de Andalgalá, una localidad
catamarqueña de 17 mil habitantes, a 240 kilómetros de la capital provincial,
donde funciona desde hace diez años la mina de oro y cobre más grande de
Argentina y una de las más importantes del mundo. La empresa, Minera Alumbrera,
de un consorcio suizo canadiense, es denunciada por los pobladores de contaminar
la tierra, el aire y el agua. Espacios sociales, gubernamentales y judiciales
del noroeste argentino advierten que la contaminación afectaría a tres
provincias: Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, pero el mayor desastre
–-advierten-- comenzaría en breve: una nueva mina, tres veces más grande, aún
más cerca del pueblo y en las cumbres que proveen agua a toda la región. Los
Vecinos Autoconvocados aseguran que será el tiro de gracia para el pueblo. Piden
un plebiscito al estilo Esquel. Crónica desde Andalgalá: caso testigo de la
minería metalífera a gran escala.
Montañas ricas, pueblo pobre
Cinco horas de micro desde San Miguel de Tucumán. Seis desde San Fernando
del Valle de Catamarca. Siempre por rutas destruidas, ripio al borde del
precipicio, clima desértico. Paisaje de postal. Andalgalá no es pueblo, es una
ciudad. En su centro urbano hay supermercados, celulares que se ofertan en
muchas vidrieras, banda ancha a cada cuadra, muchas farmacias, varias 4 X 4.
También hay un profesorado que se cae a pedazos y le escasea el techo, un solo
hospital que siempre tiene colas con varias horas de espera y barrios que nada
se diferencia de los caídos del mapa del conurbano bonaerense. La plaza
principal de Andalgalá cumple con la regla de toda localidad de la Argentina
profunda: es el epicentro del centro urbano, frente se ubica la Iglesia
(enorme), a pocos metros la municipalidad y la comisaría. Todos se saludan en la
plaza, la calle o los bares. Todos saben qué hace el otro y también todos saben
qué postura tiene el vecino en torno a la minería. Unos pocos trabajan en la
empresa; cobran un promedio de 2.000 pesos. Suma que asegura prosperidad para
los agraciados (en una zona donde la desocupación supera a la media nacional) y
también asegura fidelidad al patrón.
En las calles se comprueba que los adultos y los niños son mayoría, lejos. Hay
pocos jóvenes. La generación de 20 a 30 años pareciera haberse fugado en busca
de ese trabajo que escasea. Los autos estacionados con vidrios bajos y estéreos
tentadores no corren peligro. Hay pocas rejas. Ninguna casa tiene alarma. Todo
con un prolijo y limpio asfalto gris. En el horizonte se imponen las montañas
que esconden, detrás, lo que todos hablan: el oro, el cobre y las instalaciones
de uno de los yacimientos más importantes del mundo. Sólo vehículos 4x4 o motos
enduro pueden espiar la riqueza que guarda el paisaje lunar del noroeste
argentino.
De una u otra forma, todo el tiempo la minería puede ser tema de conversación en
Andalgalá: en un bar, el cronista almuerza un cordero sabroso. Un vecino
antiminería mira con recelo y, cuando ya ganó algo de confianza, arruina el
almuerzo: "Es barato ¿no? Por que es de la zona de Alumbrera. Pocos se animan a
esa carne".
"Hace diez años yo di la bienvenida a la Alumbrera. Creía que era signo de
progreso. Todos estábamos felices. Pero fue el error de mi vida. Todo fue
mentira: no dieron trabajo, trajeron más pobreza y contaminaron todo. Nos están
matando, en serio, se lo juro", confiesa con mirada perdida Urbano Cardozo, un
jubilado andalgalense que evalúa vender su casa y mudarse donde la contaminación
no lo alcance. Junto a una veintena de vecinos milita para que Alumbrera "pague
por el desastre que hizo y que no se instale" el nuevo proyecto. "Será la muerte
del pueblo", asegura.
Los Vecinos Autoconvocados de Andalgalá son docentes, jubilados, comerciantes,
obreros de la construcción y amas de casa que aprendieron de fórmulas químicas,
historia, procesos de extracción, leyes ambientales y beneficios impositivos que
gozan las compañías. "Es David y Goliat", resumen desde una de las provincias
más pobres del país. Enfrente ubican a las multinacionales mineras más
importante del mundo: la suiza Xstrata (50 por ciento del paquete accionario) y
las canadienses Goldcorp (37,5 por ciento) y Northern Orion (12,5); al Estado en
sus tres niveles –-municipal, provincial y nacional-- y una comunidad dividida
en torno a la empresa: familias desmembradas, hermanos que no se hablan, amigos
de toda la vida hoy distanciados, comerciantes que perdieron clientes por
oponerse a la minería, vecinos que ni se miran. Un pueblo donde la minera, como
la polémica, afecta a todos.
Memoria del saqueo
Octubre de 1994. Cine-Teatro Catamarca, frente a la plaza principal de San
Fernando del Valle. El gobernador Arnoldo Castillo; el entonces secretario de
Minería y actual gobernador de La Rioja, Angel Maza; el ex presidente Carlos
Menem y un ejecutivo, alto, rubio y asistido por traductora, anunciaron el
lanzamiento de las obras de infraestructura del yacimiento Mina Bajo la
Alumbrera, ante un centenar de funcionarios y empresarios eufóricos. "Hoy
comienza el despegue, el día soñado para esta provincia tan postergada", dijo
con lágrimas escurridizas el anciano gobernador. Menem, de prolijísimo traje
azul, no fue menos: "Esta es la Argentina que necesitamos, que se abre al mundo,
que recibe inversiones, que promete un futuro". El ejecutivo de la
multinacional, asistido por una traductora, agradeció: "Nuestra inversión se da
gracias a las nuevas leyes impulsadas por el Gobierno, sin él no podríamos haber
iniciado esta obra".
Tres años después, el 31 de octubre de 1997, Carlos Menem voló con todo su
gabinete a Andalgalá para inaugurar la etapa de extracción. Fiel a su estilo,
fue protagonista activo de la primera explosión en la montaña y de la primera
molienda. Luego sobrevino el fastuoso lunch en las instalaciones de la misma
mina, a 2600 metros, en la exclusiva ciudad en las alturas para los
profesionales y trabajadores de la multinacional.
Andalgalá fue fundada un 12 de julio, hace 347 años, y siempre había estado
presente el buen recuerdo de la minería. A fines del siglo XIX, y hasta
principios del XX, fue una región que conoció el bienestar al abrigo de la
extracción de mineral con el sistema de galerías, en pequeña escala, con enorme
demanda de mano de obra, pico y pala como herramientas, lomo de burro para el
transporte. Fueron años de desarrollo, cuando Catamarca se erigía como sinónimo
de crecimiento; momentos grabados en las memorias familiares, transmitidos a
hijos y nietos. De ahí el germen de la bienvenida y alegría por la llegada de
una empresa minera. "Pero esta vez la extracción sería diferente y los
beneficios repartidos en forma diferente al siglo pasado", lamentó Roberto
Cecenarro, uno de los primeros opositores a Alumbrera y pionero en advertir que
la luna de miel entre pobladores y empresa duraría poco.
La campaña publicitaria de la empresa y los políticos de turno prometía la
construcción de un barrio para cinco mil personas, nuevas escuelas, un hospital
de alta complejidad, rutas asfaltadas, 6.000 puestos de empleo. Ninguna de esas
obras se plasmó. La compañía asegura, hoy, que emplea a 1.800 personas del lugar
y, de forma indirecta, creó 8.200 puestos laborales nuevos. Los Autoconvocados
lo desmienten: dicen que en la mina no trabajan más de 90 personas de Andalgalá.
El resto todos "profesionales foráneos". El intendente, aliado de la empresa,
habla de cifras menores: "Se solía decir que iba haber mil, dos mil, tres mil
puestos de trabajo, pero no hay más de 40 ó 50 andalgalenses efectivos".
Aída Orellana, una mujer delgada, rubia, histriónica y de hablar firme, había
creído, como todos sus vecinos, en las promesas. Invirtió todo lo que tenía, y
más, para construir un pequeño hotel. Creyó que la ciudad crecería, que
Alumbrera le daría huéspedes y prosperidad. Pero los cuartos rara vez alojaron
visitantes. Cuando se dio cuenta del engaño comenzó su militancia contra la
minera. "Fue todo una gran estafa y encima nos envenenan", dice una y otra vez
meneando la cabeza. Tanto se comprometió con la lucha que terminó distanciada
con toda la familia, que aún hoy la sigue culpando por la ausencia de clientes.
Alumbrera reconoce que al yacimiento le quedan diez años de vida y aún hoy sigue
resaltando que el emprendimiento "es una fuente de oportunidades y beneficios
económicos para la Argentina y en especial para las comunidades próximas a sus
instalaciones". "Prometía desarrollo del lugar, comprar a proveedores locales;
pero lo cierto es que de acá no compran ni el tomate o la lechuga para las
ensaladas", refuta Orellana.
La Mina de oro y cobre
El yacimiento de oro y cobre pertenece al estado catamarqueño, la
Universidad de Tucumán y el estado nacional, que conforman la sociedad
Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), pero cedieron la explotación a
las multinacionales. Funciona a 40 kilómetros del casco urbano de Andalgalá, a
300 de la capital provincial, entre montañas y alambrados olímpicos.
Muy pocos pueden ingresar al yacimiento, que trabaja día y noche y donde una
enorme olla de dos kilómetros de diámetro y seis cuadras de profundidad es el
espacio donde explosivos, 36 enormes camiones mineros y monumentales palas
mecánicas remueven 340 toneladas de roca por día. Lejos están las imágenes de
las películas: no hay picos, nos palas, nos hay pepitas de oro y, ni siquiera,
hay mineros.
Por cada tonelada de roca se obtienen seis gramos de oro y seis kilogramos de
cobre. Datos de la misma empresa se ufanan de que Alumbrera utiliza en un solo
mes la misma cantidad de explosivos que se requiere por año en toda la
Argentina. No es casualidad que nubes de polvo llueven tierra en la ciudad.
Además, los especialistas advierten que la remoción de las montañas de rocas
acelera la producción de sulfuros, que con el aire y el agua producen drenajes y
lluvias ácidas, con su contaminación a cuestas.
"Los drenajes ácidos representan uno de los principales problemas ambientales de
la minería. Estos drenajes ocurren cuando los minerales que contienen sulfuros
presenten en la roca se exponen al aire o al agua, convirtiéndose en ácido
sulfúrico. Este ácido puede disolver metales pesados (plomo, zinc, cobre,
arsénico, mercurio o cadmio) presentes en la roca y en los residuos o colas
hacia el agua superficial y subterránea. Producen una contaminación grave. Los
drenajes ácidos ocurren naturalmente, pero son singnificativamente magnificados
como consecuencia de la minería. Además, estos drenajes pueden viajar largas
distancias río abajo", explican desde Greenpeace.
Según datos de la misma empresa, el yacimiento se encuentra entre los diez
grandes emprendimientos de cobre del mundo (con 190 mil toneladas anuales) y
entre los 15 de oro (con 23 mil toneladas). "Minera Alumbrera es el mayor
consumidor eléctrico individual de Argentina", cuenta la misma empresa en su
página de internet. Cuenta con hoteles para empleados y visitantes, 500
habitaciones, comedor, salas de juegos, gimnasio, línea de colectivo interna y
tres aviones propios que hacen de taxi aéreo para ejecutivos hacia Tucumán y
Catamarca.
El proceso de extracción consiste en dinamitar las paredes de la montaña,
transformar las rocas en polvo y diluirlas en soluciones ácidas que purifican el
mineral. Esta solución viscosa es nuevamente purificada por un proceso de
flotación de gran escala. Todos los desechos son destinados a un enorme
basurero, de 30 hectáreas y 150 metros de alto, llamado "dique de colas". El
producto bruto es enviado por un monumental mineraloducto –-un caño bajo
tierra-- de 310 kilómetros de largo que pasa por Catamarca hasta Tucumán.
Transporta un barro con ácido y mineral diluido. Llega hasta Cruz del Norte, en
Tucumán, donde el "Tren Alumbrera" (la empresa cuenta con cuatro locomotoras y
182 vagones propios) transporta concentrados hasta el puerto de Santa Fe. De ahí
viaja rumbo al exterior, donde será refinado. El mega emprendimiento también
cuenta con un electroducto de 220 kilómetros, líneas eléctricas de alta tensión
que atraviesan gran parte de Catamarca y Tucumán.
Las obras de infraestructura requirieron una inversión de 1.200 millones de
dólares. "Poco de ese gasto corre por cuenta de la empresa: el artículo 22 de la
Ley 24.196 legisla que del tres por ciento que la empresa paga de regalías deben
deducirse los costos de transporte, fletes, seguro, molienda, comercialización,
administración, fundición y refinación. De esta forma, las monumentales obras
las paga el Estado", explica Marcos Pastrana, de la Intersectorial de Tafí del
Valle, en Tucumán, donde también acusan la contaminación desde la vecina
Catamarca.
Diez años después: las acusaciones
El fiscal de Tucumán Antonio Estofán denunció a la empresa por
contaminación. El juez federal de Santiago del Estero Felipe Terán investiga una
denuncia de presencia de cobre y plomo en el norte provincial y una posible
contaminación de llegaría hasta las turísticas Termas de Río Hondo. La justicia
de Rosario investiga el presunto tráfico documental y exportación ilegal de
metales. Pobladores de Villa Vil, en Catamarca, denunciaron a la empresa por un
derrame tóxico del mineraloducuto. Organizaciones sociales de Tafí del Valle, en
Tucumán, advierten sobre contaminación del aire, radiaciones del electroducto e
invasión de cementerios indígenas. Son sólo cinco de las decenas de acusaciones
que tiene en su contra Minera Alumbrera, impulsadas por una gran diversidad de
sectores, localidades y provincias.
El titular de la empresa, Julián Rooney, respondió a las acusaciones: "No existe
contaminación de ninguna índole. El importante trabajo desplegado y las
conclusiones del monitoreo ambiental han servido para que la industria pueda
demostrar su apego al cumplimiento de las normas ambientales."
Los Autoconvocados exigen desde hace años estudios "independientes" de tierra y
agua. Pero las únicas respuestas que obtienen son análisis a cargo de la misma
empresa o esporádicos y selectivos relevamientos de la provincia. Descreen de
esos estudios porque sindican a la empresa como cómplice de la empresa.
"Alumbrera le significa al gobierno provincial el 70 por ciento de los ingresos
fiscales. Conociendo a nuestra clase dirigente ¿usted cree que denunciarán a sus
sostenedores económicos", advierte Omar Ramos, vecino de lugar.
"Los especialistas recomiendan hacer seguimientos, estudios permanentes, de
meses. Ellos no hacen nada de eso. Para que te des una idea: los estudios de
tierra y aguas no los controla nadie: la empresa selecciona las muestras, las
lleva ella misma al laboratorio y ella misma le informa a los órganos de control
cuáles fueron los resultados", denuncian los Autoconvocados.
Realizar un seguimiento de análisis está lejos del alcance de los vecinos. Pero
exhiben sus pruebas campesinas:
-Antes crecía de todo: aceitunas, manzanas, nueces. Ahora no crece nada. Cada
día la tierra es más pobre.
Asegura Alberto Zossi, habitante ancestral de la zona.
-Los animales se me mueren. No se entiende el por qué. Para mí es porque toman
el agua que baja de La Alumbrera.
Se queja Luis Alvarez.
-Las gallinas son cada vez más enanas. Parecen palomas.
Sonríe Marcela Orellano, que extraña los animales robustos con los que solía
alimentar a su familia.
Un estudio técnico que enarbolan variados sectores fue realizado por el perito
minero Héctor Oscar Nieva. Se trata de su estudio de maestría para la
Universidad de Nancy (en Francia), el cual confirmó que el dique colas (la
enorme olla que hace de basurero minero) tiene filtraciones que contaminan las
napas subterráneas de la zona. La empresa reconoció las pérdidas e instaló un
sistema de retrobombeo para que la solución que escapa al corral minero vuelva a
él. Nieva asegura que la contaminación sigue regándose por el subsuelo
catamarqueño. "El problema podrá agravarse al cierre de la mina. Filtra al río
Vis Vis y el destino final de toda la contaminación será la reserva de agua
dulce más importante de la región. Ya hay mortandad de animales en la zona de
impacto ecológico de la minera. Ellos dicen que no contaminan, pero es evidente
que algo hay", afirmó el especialista.
El presidente de Alumbrera afirmó que "el estudio del ingeniero Nieva toma en
cuenta datos parciales y realiza extrapolaciones que nada tienen que ver con la
realidad de lo que realmente ocurre, por lo tanto carece de fundamento técnico.
En nuestra página web puede encontrarse un trabajo con los argumentos que
explican porqué son inexactas las conclusiones a las que arriba el ingeniero
Nieva".
Desde Greenpeace aseguran que "es evidente que las actividades mineras
frecuentemente producen beneficios económicos a corto plazo a las comunidades.
Pero también producen impactos ambientales y de salud a largo plazo que las
compañías mineras frecuentemente evitan pagar".
Sin embargo, en declaraciones al diario La Gaceta, el secretario de Minería
de Nación, Jorge Mayoral –-que rechazó hablar con este diario--, sorprendió a
los tucumanos y catamarqueños al negar que exista un problema ambiental ligado a
la actividad minera y aseguró que "algunos, con picardía, pretenden generar
incertidumbre". La Federación de Organizaciones Ambientalistas de Tucumán no
tardó en contestarle: "No puede ser que el funcionario desconozca que la
actividad desarrollada por la firma no tan sólo mereció la condena de la
comunidad, sino que, además, su principal directivo está imputado por presunta
contaminación, por la Justicia Federal", coincidieron los representantes de la
entidad, Pedro Ottonello y Juan Manuel Prado Iratchet.
En los valles calchaquíes, la Intersectorial de Tafí del Valle –-que reúne a las
organizaciones sociales del lugar-- se declaró por el "no a la minería
metalífera por los graves impactos ambientales que provoca en la comunidad",
aseguró Marcos Pastrana, referente de la Intersectorial, quién recordó que con
las torres del electroducto se invadió espacios sagrados indígenas. Exigen que
la zona de los valles tucumanos sea declarada "área protegida".
El boca a boca en Andalgalá muestra que las enfermedades gastrointestinales se
multiplicaron, pero ni el hospital local ni ningún estamento gubernamental dan
cuenta de estudio alguno. Una sola vez, en 2003, se conocieron estadísticas del
hospital local: confirmaron que, desde la instalación de la mina y hasta 2003,
las enfermedades respiratorias en niños había aumentado de 1374 a 2244. Todos
señalaron como responsable a la mina. Nunca más fueron difundidas datos de salud
del lugar.
"El proyecto fue diseñado siguiendo los estándares ambientales equivalentes
a los requeridos por los países líderes en producción de cobre y oro, y los
lineamientos establecidos por el Banco Mundial", explica Alumbrera en su carpeta
de presentación
Agua, divino tesoro
El agua es el oro del futuro, advierten diversos sectores que hasta aseguran
que las guerras serán por ese recurso natural. En Catamarca "el líquido no
falta, pero tampoco sobra a lo bruto", sonríe Urbano Cardozo, el jubilado
militante. Alumbrera cuenta con un permiso de extracción de 1.100 litros por
segundo. Que es lo mismo a 66.000 litros por minuto: casi cuatro millones de
litros por hora en una zona semidesértica. "Mejor no hacen la cuenta de cuanta
agua al día se va con ese oro", ironiza Blanca Rado, docente jubilada y
estudiosa de lo que acarrea la minería a gran escala.
Alumbrera cuenta con seis pozos perforados a profundidad, de donde chupa el agua
subterránea durante las 24 horas. "La extracción de agua no afecta en absoluto
la disponibilidad de agua de las localidades vecinas", dijo Rooney a Página/12.
La canadiense Northern Orion (accionista de Alumbrera) comenzará en breve las
obras de infraestructura de otro yacimiento, tres veces más grande que Bajo
Alumbrera, a sólo 17 kilómetros del pueblo, en la cima de las montañas ubicadas
frente al centro de la ciudad. Planea extraer oro, plata, cobre y molibdeno. "El
desarrollo de Agua Rica es técnicamente factible, y podría ser desarrollado como
un yacimiento de bajo costo y de larga vida útil", reconoce la carta de
presentación de la misma empresa. Planea procesar, por día, 70.000 toneladas de
roca, con una vida útil de 30 años.
Los Vecinos Autoconvocados remarcan que, además de la misma contaminación que
acarrea Alumbrera, de esa montaña nacen los tres ríos –-el Blanco, Candado y el
Minas--, que alimentan de agua a toda la región: casi un cuarto de la provincia.
Todos reconocen que ese será el último golpe al pueblo. "Ningún pueblo puede
sobrevivir sin agua", dicen una y otra vez. Muchas casas y tierras ya estrenaron
su cartel inmobiliario de "en venta".
-Mis hijas están estudiando en la capital provincial. Yo les pido que por favor
no vuelvan. Que inicien su vida allá, aunque me duela en el alma. ¿A qué van a
venir? Esta es una ciudad condenada.
Lamenta Dito Salas, concejal de Andalgalá, histórico opositor a Alumbrera.
-"Sin oro se puede vivir, sin agua no. Si avanza la nueva mina, esto será un
pueblo fantasma", auguró Juan Mansilla, un joven profesor de música que también
sabe de historia: "Es increíble, pero está pasando lo mismo que hace 500 años.
Se llegan de afuera, te muestran espejitos, bolsones de comida, se llevan la
riqueza y dejan muerte y destrucción".
"Se chupan el agua", sentenció la Iglesia de Bariloche sobre los empredimientos
mineros que intentan replicar en el sur lo que ya realizan en Andalgalá, donde
la población también es muy creyente, pero la curia local no quiere mover
montañas ni feligreses contra Alumbrera. "Acá la Iglesia tiene poder, pero
también es pro minería", explicó Matías, un joven estudiante en la plaza
principal, frente a la iglesia del pueblo. Él no quiso dar su apellido: en su
casa son prominería.
El agua utilizada, es irrecuperable. No hay tratamiento posible para que vuelva
a ser aprovechable. De ponerse en marcha la nueva explotación la cantidad de
agua utilizada será el triple. El nuevo emprendimiento minero se llama,
paradójicamente o por humor negro, "Agua rica". Ironía del destino, la mina
tomará tres veces más de un agua que no será más insípida, ni inodora, ni
incolora.
Plebiscito: Sí o no a la mina
El intendente, José Eduardo Perea, tiene 49 años. Siempre vivió en Andalgalá.
Tez morena, cabello lacio y negro, peinado con prolija raya a la izquierda. Es
justicialista. Piensa unos segundos cada pregunta. Durante la campaña que lo
llevó al ejecutivo municipal había prometido un plebiscito para decidir qué
hacer con el yacimiento de Agua Rica. Pero ahora encontró un inconveniente: "El
pueblo debe decidir, de eso estoy seguro pero es que todavía no está preparado
porque desconoce el tema. Igual, yo le puedo asegurar que desde mi gestión no se
contaminó nada", señaló a Página/12. Cuando se le preguntó cuándo estarán
preparados para el plebiscito los mismos electores que lo llevaron a ser
intendente, dice no saber, pero sí asegura que la empresa es inocente de todo.
Sólo culpa, una y otra vez, a "los anteriores gobiernos que no exigieron que la
empresa cumpla sus promesas"
"El es prominería", explica Dito Salas y arriesga algunas posibles causas a ese
cambió de opinión: "Un solo camión minero vale más que lo que recauda el
municipio en todo el año. Alumbrera paga el combustible de los vehículos
municipales y de la ambulancia, compra insumos para el hospital, paga velorios
de los pobres, reparte bolsones de comida, regala herramientas a las escuelas
técnicas y hasta compra las medallas de egresados, a quienes promete un trabajo
que nunca llegará". Publicidad de la compañía también afirma que entrega
material didáctico a las escuelas, ayuda a los clubes e instituciones sociales,
obsequia juguetes en el Día del Niño, asiste –-siempre según la publicidad
oficial-- a 50 postas sanitarias con medicamentos. Todo lo que en otro tiempo
correspondía al Estado, hoy lo realiza la empresa.
"Jefe comunal o concejal que se oponga a la mina suele cambiar, repentinamente,
de parecer", sonríe Luis Maidana, un joven que trabaja en la terminal de
ómnibus.
¿Y las autoridades provinciales? El responsable de Minería, José Siner nunca
respondió a los numerosos llamados de este diario y, durante dos semanas, estuvo
–-según explicó su secretaria—en un yacimiento en Salta "donde no hay teléfonos,
ni siquiera celulares". El secretario de Agua y Ambiente de Catamarca, Juan
Cristóbal Acuña, fue más directo: dijo a su asistente que él no tiene nada que
decir sobre el tema.
En 2004, Minera Alumbrera facturó 683 millones de dólares: 1.980 millones de
pesos. "Tomando en cuenta los últimos cuatro trimestres (los dos últimos de 2004
y los dos primeros de 2005) Alumbrera pagó, en concepto de regalías, 51 millones
de pesos", explicó Rooney a Página/12. Es el 2,5 de su facturación total.
Según la propia empresa, en su publicación "Suplemento comunitario Minera
Alumbrera y la comunidad", se acaba de pagar al municipio de Andalgalá en
concepto de regalías mineras: 14 millones de pesos. Lo que representa el 0.7 por
ciento del oro y el cobre que en el último año se extrajo de las montañas
catamarqueñas.
La diputada Marta Maffei visitó el año pasado la zona y repitió un dato: "Las
diez grandes mineras se llevarán del país minerales por 25.000 millones de
dólares, de los cuales sólo 380 millones quedarán en el país".
Es que el dinero que las mineras se llevan no tiene retención a las
exportaciones (como si pagan, por ejemplo, los productos agropecuarios).
"Ellos no quieren a la Alumbrera porque tienen trabajo y comida, pero somos
muchos los que dependemos de ella, así que no queremos que se vaya", sinceró
Antonio Frías, de unos 40 años, fornido, desocupado; sentado en la plaza central
del pueblo. Una de las pocas voces favorables a la empresa que encontró este
diario.
Los Autoconvocados impulsan un plebiscito vinculante para antes de fin de año,
pero saben que es un arma de doble filo. En caso de llegar a esa instancia, la
gran incógnita es saber qué pasará. Es un contexto muy diferente a Esquel. "Acá
hay mucha necesidad hermano, la empresa tiene aceitado todo su asistencialismo,
deja caer sus migajas en muchos lugares y esa gente, lamentablemente, depende de
Alumbrera para sobrevivir", sinceró Cecenarro, pionero militante contra la
empresa.
Aída Orellana, aunque férrea opositora a la minería, descree que el plebiscito
por el no triunfe. "Acá manda la empresa. Da comida. Es muy diferente a Esquel.
Hay mucha necesidad y la gente obedece a quien pone algo en el plato", lamenta.
Los Autoconvocados le retrucan: "No tenemos nada que perder. Hay que hacer
entender que sin oro se puede vivir, pero sin agua no".
Mientras fundamentaba la negativa del secretario de Minería de Nación, Jorge
Mayoral, para hablar con este diario, los voceros de la Secretaría insistieron
que "las leyes no se pueden cambiar según el gusto de la gente. Hay una
legislación que hay que cumplir. Hay que mantener la previsibilidad. Invitamos
que las comunidades participen junto a las empresas, pero las leyes que están
hay que cumplirlas". Coincidencia: el titular de Alumbrera, Julián Rooney,
destacó la "importancia de mantener reglas de juego claras en el tiempo. El
hecho de que hayan mantenido hasta ahora significa un incentivo para futuras
inversiones".
En abril del año pasado los pobladores de la localidad de Choya (paraje del
departamento de Andalgalá) rechazaron el proyecto de Agua Rica por los riesgos
ambientales que podría causar con la contaminación del agua y el aire. Lo
hicieron mediante un documento al que adhirió un 80 por ciento de la población.
"Bajo de la Alumbrera es una fuente de oportunidades y beneficios económicos
para el país y en especial para aquellas comunidades próximas a sus
instalaciones operativas", reza aún hoy la publicidad de Alumbrera.
De forma similar a hace diez años, la propietaria de Agua Rica, la canadiense
Northern Orion –-que cuenta con el 12,5 por ciento de Alumbrera-- ya promete que
empleará a más de 600 personas y que realizará numerosas obras para el bien de
la comunidad.
ARGENTINA: LA NIÑA MIMADA DE LA MINERÍA (Por D. A)
Esquel, en Chubut, es el antes de la explotación minera. Jáchal, en San Juan, el
durante. Andalgalá, el después de la extracción: cuando el oro ya no está y la
montaña es un coloso agujereado. Sólo tres del medio centenar de emprendimientos
mineros metalíferos de Argentina, que tienen tantos impulsores como detractores.
Estado y empresariado por un lado. Organizaciones sociales y pobladores por el
otro. Promesas de inversiones, trabajo y desarrollo de un lado. Denuncias de
degradación ambiental, pobreza y saqueos por el otro. Estado de situación de una
polémica silenciada.
Las exportaciones mineras del país se multiplicaron en la última década. Según
datos oficiales de la Secretaría de Industria, Comercio y Minería (Sicym), en
1993 Argentina exportaba 15,8 millones de dólares. Después de aprobadas las
nuevas legislaciones mineras, el cambio fue drástico: en 1999, fue de 705
millones.; en 2001 de 754 millones, en 2002 de 990; 2003, 1.100; y las
proyecciones para 2006 son de 1.466 millones.
Según los mismos datos oficiales: los minerales metaliferos como el oro, la
plata y el cobre representan las dos terceras partes del volumen exportado de lo
denominado "boom minero". "Es que las leyes del menemato son seductoras:
ambientales e impositivamente son altamente beneficiosas para las empresa",
explica Marcos Pastrana, de Tafí del Valle.
El legislador Carlos Tinnirello, especializado en el tema, aseguró que "las
empresas mineras recién inician la invasión en el país, pero las proyecciones de
las mismas empresas indican que nos espera una gran invasión de empresas. Y,
desde ya, nunca se pueden desarrollar este tipo de emprendimientos sin
compromisos políticos de los gobernadores y del ejecutivo nacional, que escuchan
mucho a las mineras pero muy poco a las poblaciones que alertan sobre los
riesgos, sobre todo las vertientes de aguas que se comprometen"
"Las mineras manejan los medios, las municipalidades, las provincias, a los
funcionarios aún más altos. Ejercen hostigamiento sobre las poblaciones que se
oponen y engañan prometiendo un bienestar que nunca llegará. En tanto, los
poderes ejecutivos, legislativos y hasta judiciales están a disposición de las
empresas, que siempre tienen a mano artilugios políticos y legales para
conseguir sus fines. Hay que tomar conciencia que se trata del saqueo de los
recursos naturales del país", denunció Tinnirello.
En el lujoso hotel de Toronto, Canadá, donde se desarrolló el Congreso Mundial
de Minería, todos los especialistas prominería fijaran sus ojos en Argentina y
la catalogaron como "la niña mimada" del sector. Remarcaron que la vedette del
momento cuenta con 5.000 kilómetros de cordillera, un 75 por ciento de sus
recursos inexploradas y una regalarías de sólo el tres por ciento.
Multinacionales de Estados Unidos, Canadá, Australia, Chile y Europa señalaron a
Argentina como la región a invertir y a Latinoamérica como del destino de la
década. No dejan de fijar las ventajas de legislación vigente. En el shopping
minero internacional estuvieron, junto al secretario de Minería de la Nación,
Jorge Mayoral, gobernadores y autoridades mineras de San Juan, Mendoza,
Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y Santa Cruz.
Luego de la feria minera, el secretario de Minería viajó a Washington para
mantener un encuentro con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), Enrique Iglesias, quién impulsa la minería como "desarrollo para toda la
región". "Por solicitud del ministro de Planificación Federal, Inversión Pública
y Servicios de la Nación, Julio De Vido, Mayoral se reunió con Iglesias a fin de
evaluar planes de apoyo para impulsar la actividad minera de Argentina y
fomentar el desarrollo sustentable de la pequeña, mediana y gran minería",
informó la gacetilla de prensa oficial de la Secretaría.
En ese congreso, la minera estatal YMAD –-propietaria del Yacimiento Alumbrera--
ofreció a compañías internacionales un conjunto de "áreas ricas en cobre, oro,
plata y molibdeno, de Catamarca". En una reseña comercial titulada "YMAD, A
Great Opportunity (La Gran Oportunidad)", la empresa explicó a los ejecutivos de
las multinacionales: "Se han alumbrado nuevas reservas y se ha desarrollado un
ambicioso plan de perforaciones. Hay un área con estructuras de oro, plata y
manganeso".
El Plan Bianual 2004-2005 de la Secretaría de Minería nacional insiste con que
Argentina cuenta con oportunidades mayores que otras regiones por el "replanteo
de marcos tributarios y jurídicos" con los que cuenta (las leyes de la década
del 90).
Desde la Cámara de Empresas Mineras (CAEM) publicitan que el sector exporta casi
tanto como el trigo. Pero las diferencias radicales son tres: el agro, a pesar
de su industrialización, emplea mucha mayor mano de obra; tiene retenciones a
las exportaciones (por cada tonelada que sale, un porcentaje queda en el país)
y, sobre todo, la tierra sufre una degradación, pero que puede ser tratada;
mientras que los minerales son un recurso no renovable: lo que se va, no vuelve.
Resulta una zona improductiva, empobrecida –ya sin su riqueza mineral- y
contaminada
UNA LEGISLACIÓN A MEDIDA (Por D. A.)
"Las leyes mineras son beneficiosas, al extremo para las empresas", resumen
desde la Red de Comunidades Afectadas por la Minería, que nuclea a habitantes de
San Juan, Chubut, Córdoba, Tucumán, Río Negro y Catamarca. SI bien corresponde a
las provincias el dominio originario de los recursos, éstas (dueña del mineral)
no pueden cobrar más del tres por ciento del precio internacional de venta de
los metales. Pero a ese tres por ciento las compañías deducen los costos de
transporte, fletes, seguro, molienda, comercialización, administración,
fundición y refinación. "Las multinacionales no tienen retenciones a la
exportación, no deben liquidar divisas (no ingresa el dinero de sus ventas al
país, todo se dirige al exterior), no pagan impuestos de ingresos brutos, ni a
los combustibles (el que todos pagan cuando cargan nafta), ni sellos, ni tasas
para la importación; deducen gastos al doble a los fines del impuesto a las
ganancias, en los primeros cinco años no pagan impuestos nacionales,
provinciales ni municipales. Por ejemplo, no pagan impuestos a las ganancias ni
ingresos brutos. No pagan IVA ni impuestos por ingreso de maquinarias", explican
desde la Red de Comunidades. Además, gozan de estabilidad fiscal por 30 años.
Esto es: cualquier modificación -–ejemplo: impuesto al cheque, que pagan todos
los argentinos, o el corralito de 2001-- no los afecta. Eufemísticamente lo
llaman: "régimen minero confiable".
LA SITUACION MUNDIAL (Por D. A.)
Diversos especialistas internacionales aseguran que no es casualidad que en los
países de primer mundo (sobre todo Estados Unidos y Europa) la minería de
metales esté prohibida o esté regulariza por controles tan estrictos que las
compañías huyen de sus países de origen. A partir de los noventa (con nuevas
leyes a su favor) las multinacionales comenzaron a operar en toda Latinoamérica.
Hoy, el mapa de Latinoamérica muestra, sobre todo el cordón de Los Andes, un
sinfín de puntos que exhiben cómo se reprodujeron los emprendimientos mineros en
toda la región, siempre en manos de una decena de empresas.
América Latina continúa siendo el primer destino de los fondos destinados a la
exploración minera mundial, según indica un informe realizado por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la ONU. En 2004, la quinta
parte de recursos internacionales destinados al sector tuvieron como destino la
región: 774 millones de dólares.
Perú fue el país latinoamericano que recibió el mayor aporte de fondos para
exploración minera con 196 millones; seguido de México con 154 millones; Brasil
con 131, Chile con 109 y Argentina con 53 millones.
El informe, titulado "Condiciones y características de operación de la industria
minera en América Latina durante el bienio 2004-2005", realizado por Eduardo
Chaparro, asegura que "esta tendencia muestra el interés de las empresas de
abrir y ampliar sus portafolios de inversiones y de mirar países en donde aún
hay mucho por descubrir".