El 20 de diciembre de 2001 una parte fundamental de la represión a la
rebelión popular fue ejecutada por la Fuerza 2 del Cuerpo de Operaciones
Federales a las órdenes del entonces subcomisario ERNESTO SERGIO WEBER.
Por la mañana, en la Plaza, fueron sus hombres los que cargaron contra
manifestantes y Madres de Plaza de Mayo. Por la tarde se desplazaron a la zona
de Av. de Mayo y 9 de Julio, con la directiva de evitar que las columnas que se
reagrupaban pudieran llegar a la Plaza.
Entre las cuatro y las cinco de la tarde, los policías dirigidos por Weber
mataron en ese sector a los compañeros Gastón Riva, a Diego Lamagna, y Carlos "Petete"
Almirón.
Weber no ha sido procesado por la jueza María R. Servini de Cubría, a
pesar de que los fiscales, nuestra querella y la propia Cámara Federal lo
señalan como responsable de tres homicidios y numerosas lesiones.
Pero no sólo judicialmente ha sido protegido. El gobierno, éste, que se llena la
boca hablando de libertades, garantías y derechos humanos mientras tiene más
presos políticos, más gatillo fácil y más torturas que ningún otro desde 1983,
lo conserva dentro de la Policía Federal Argentina, la misma que el presidente y
sus ministros, por turno, afirmaron que "depurarían" para que esté integrada por
"hombres y mujeres confiables". Confiables, claro, para que apliquen su política
represiva.