Argentina: La lucha continúa
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F.C. Belgrano cargas ¡levántate y anda!
En este proceso de resucitización el banco mundial aportaría el óleo
milagroso para que se levante y ande esta línea férrea un préstamo de u$s 450
millones – mientras, lo podrían declarar en estado de emergencia ante el clamor
y la presión de los gobiernos provinciales voceros de los grandes cargadores
cerealeros – en tanto, el gobierno nacional anda de fracasos espasmódicos en
autismos pregoneros, sin solución de continuidad.
PARTE II
Juan Carlos Cena*
Este no fue un fenómeno técnico administrativo, sino político. Esa concentración
y centralización tiene que ver con el manejo del poder. Entonces, podemos decir
que la centralización de la Administración de la cosa pública hasta nuestros
días – con sus variantes e intentos por federalizarlas-, es una cuestión
política, que determina un riguroso Control y Dirección sobre el Estado.
Esta concentración y centralización del poder de decisión del Estado Argentino
es uno de los vectores que atraviesa de lado a lado, toda la historia de su
desarrollo y consolidación, como el de su administración y empresas públicas y,
en el aparece otro fenómeno que, igualmente atravesará ese proceso: el de la
corrupción.
La corrupción es un hecho político. La centralización es otro hecho político. La
corrupción y la centralización son la condición necesaria y suficiente para
manejar el Estado.
Por lo dicho anteriormente, decía que debemos hacer un esfuerzo para entender y
comprender estos fenómenos, es decir, el porque de la tupacamarización, desguace
y posterior depredación al F.C. Belgrano Cargas. Y del mismo modo, ahora, porque
aparece ese súbito y urgente interés por hacerlo revivir.
¿Es una cuestión de Estado, o es una cuestión de los intereses privados
nacionales socios de las multinacionales que son factores de poder y que
influyen a este Estado? O mejor dicho, ¿que le determinan sus políticas?
Hace casi un año decíamos que este gobierno había definido una política de
estado sobre los ferrocarriles (14/07/2004- Agencia Argenpress): "Serían
ferrocarriles sojeros/graneleros al servicio de los grandes cargadores de
granos, nacionales e internacionales".
Pero antes de tratar de explicar el porque de estas urgencias aperturista del
F.C. Belgrano Cargas, es necesario recordar lo factores que influyeron para su
cierre.
Veamos: El auge de la industria del transporte automotor, que tuvo un desarrollo
deforme y anómalo, no auténtico ni acorde con las verdaderas necesidades
nacionales, este apogeo, fue uno de los tantos factores principales que
incidieron en la ofensiva contra los ferrocarriles. Desde el Estado Nacional se
favoreció y se favorece esta anomalía y deformación de la industria del
transporte automotor.
Con una política independiente, fuera de las influencias coloniales, esta
industria se debería haber desarrollado para complementarse y no para competir
con el ferrocarril. El Estado debió regular, como ocurre en todos los países
centrales del mundo, el transporte nacional terrestre y su complementación.
Dictando una ley general de transporte, como mínimo. Pero como somos un país
dependiente, y se sufren los coletazos de las crisis de los países centrales,
eso no ocurrió. En esos países, el transporte esta regulado y controlado a
través de una ley. En sus colonias, no.
En consecuencia, como la industria del transporte automotor se asentó en nuestro
país para competir y no complementarse con el otro medio, por medio de nuestros
obedientes cipayos, se comenzó el desmontaje de todo un sistema integrado de
transporte ferroviario, de su industria y comunicaciones, sin importarles las
consecuencias sociales funestas. Este desmontaje significó cesantías engañosas a
su personal través de las indemnizaciones, financiadas por el propio Banco
Mundial, que por ese entonces, desde que apareció el general Larkin en tiempos
del frondicismo hasta nuestros días, sufragó los estudios y los salarios de
nuestros cipayos criollos. Comenzaron con el cerramiento de las Escuelas de
capacitación, en el plano empresario apareció la tercerización de la reparación
de locomotoras, vagones, coches y la anulación de otros servicios, como la
clausura de los ramales secundarios que son los afluentes naturales del ramal
central, coches comedores, etc.
En forma paralela el mismo Banco financiaba la construcción de carreteras
paralelas a las vías. Era el subsidio encubierto, a la industria del transporte
automotor, a través de Vialidad Nacional que le iba construyendo las estructuras
al transporte carretero en la red de carreteras. Mientras que el ferrocarril
siempre e hizo cargo de su propia estructura-
Sintetizando, una de las principales causales, entre otras, del cerramiento de
los ferrocarriles, fue la de favorecer la Industria del Transporte Automotor.
Que en vez de ser un medio complementario la hicieron actuar como un medio de
transporte terrestre competitivo. Casi 23 fábricas de camiones, autos, motores,
más las de auto partes, esa era la deformante industria para un país de 30
millones de habitantes.
Las mismas fuerzas de dominación que lo depredaron, hoy necesitan al ferrocarril
Belgrano Cargas de pie. Es que el sistema de transporte automotor carretero ha
demostrado su incapacidad como medio de transportación terrestre, de que no es
un medio eficiente y seguro para transportar la carga en forma masiva, efectiva
y permanente.
"De acuerdo con un estudio desarrollado por la Bolsa de Granos de Rosario,
productores agrícolas e industrias del Norte argentino ahorrarían un 50% en
fletes si el ferrocarril Belgrano estuviese en buena forma.
En efecto, llevar una carga de granos por camión hacia las terminales portuarias
cuesta no menos de $ 0,10 por kilómetro y por tonelada, cuando por tren el costo
de la misma carga bajaría a $ 0,05.
Otro reciente trabajo de la Bolsa rosarina, manifiesta, que sólo el 15,2% de los
granos llega a Rosario por ferrocarril o barcazas, mientras que casi el 85%
ciento arriba en camiones.
El movimiento de granos hacia el puerto rosarino implica un flujo anual de más
de 1,3 millón de camiones, con fuerte concentración entre los meses de marzo y
julio, cuando se levanta la cosecha gruesa. En plena cosecha circulan alrededor
de 30 mil camiones diarios.
Sólo en fletes la producción granelera gastó alrededor de 700 millones de
dólares para llegar al puerto de Rosario. Y según los estudios, si el
ferrocarril logrará aumentar su participación en las cargas, del actual 15,2% a
tan solo un 23%, los productores gastarían 80 millones de dólares menos por
cosecha.
Esta es la paradoja que se refleja cada día en las más diversas producciones del
Norte argentino, donde muchos emprendimientos terminan siendo inviables por el
exorbitante costo de los fletes. Llevar una carga de granos a Rosario por camión
cuesta exactamente lo mismo que su transporte, en buque, desde el puerto de
Rosario a Europa.
Sin el F.C. Belgrano Cargas resulta imposible cualquier proyecto. Este
ferrocarril, ausente desnuda y demuestra la importancia que tiene el transporte,
en este caso el ferrocarril, como dinamiza el desarrollo de las economías
nacionales y regionales; su incidencia es fundamental, es imposible imaginar
cualquier emprendimiento sin ese modo de transporte, y estos gobernadores del
norte así lo han percibido.
Por eso la preocupación por la integración regional de los cargadores. La
integración que ellos desean implica la supresión total de barreras económicas
entre diferentes países; esto se logra cuando ya no existen formas de
discriminación entre dichas economías. Los actuales procesos de integración, no
sólo apuntan sus objetivos al aspecto económico -mercados ampliados-, sino que
también abarcan aspectos políticos y culturales, que pueden condicionar la
integración, ya sea impulsándola o frenándola." (Ver Argenpress 14/07/2005)
Este último párrafo es significativo, se señalan varios objetivos, que deben
integrarse y desarrollarse en forma conjunta y armónica. Es dable tener en
cuenta la labor de los técnicos de estos organismos. Organismos que tienen
contradicciones entre ellos, pero no antagónicas, porque tienen objetivos
principales consensuados, los mismos son diseñados por equipos de técnicos
integrados. Es de destacar, además, que mientras ellos laboran y van concretando
sus objetivos, van pensado a la vez en el campo popular, como si fuera una tarea
más de sus proyectos, ideando e imponiendo el eje discursivo.
En América Latina, la búsqueda de soluciones a los problemas comunes que tienen
los países, está dada por la necesidad de un mejor posicionamiento a nivel
mundial; de esta manera se dio lugar al surgimiento de numerosos procesos de
integración, entre ellos el Mercosur, el Pacto Andino o el Tratado de Libre
Comercio. Esta tendencia no es reciente, pero recién en la década de los noventa
se dio lugar a la nueva modalidad de integración, que basa sus objetivos
económicos hacia el mercado externo (fundamentalmente el Sudeste asiático), y
que es al que hoy apuntan todos los proyectos que luego consideraremos.
Con este nuevo proyecto de ferrocarril granelero/sojero, dejará de cumplir el
objetivo por el cual fue creado: Ser una empresa de transporte ferroviaria que
desempeñe una función social, es decir: Un servicio Público. Y no como se quiere
transformar ahora, en este nuevo intento: un servicio privado con fines de
lucro, ajeno a todo proyecto nacional.
"El proyecto de reprivatización del Ferrocarril General Belgrano-Carga y el
Ferrocarril Metropolitano (suburbano de pasajeros) es la respuesta y, al mismo
tiempo, la afirmación de que los ferrocarriles continuarán concesionados. Porque
lo esencial será continuar con la misma política privatista (concesionarista),
por otras formas y medios. Esta es la política del transporte ferroviario
diseñada por la Secretaria de Transporte y avalada por el Ministerio de
Planificación Federal, con la aquiescencia del Poder Ejecutivo Nacional"
(Argenpress-14-07-2004) Hace más de un año sentenciábamos el destino del F.C.
Belgrano Cargas.
El proyecto de los corredores bioceánicos no las tiene todas a favor, ya hay
voces que dice que "antes de gastar dinero se necesitan datos concretos sobre
los beneficios" Esto lo dijo Antonio Zuidwijk, director de Murchison, en el V
desayuno de actualización de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG),
desarrollado el 9 de agosto pasado en Buenos Aires, con la participación de más
de 100 personas.
También disertó el profesor Juan Roccatagliata, director de Planeamiento
Ferroviario de la Secretaría de Transporte de la Nación; Silvia Sudol, de la
Asociación Argentina de Transporte Internacional (ATACI) y Roberto Destéfano, de
ARLOG.
Las palabras iniciales, precisamente, estuvieron a cargo del director de
Capacitación de ARLOG, quien señaló: "En los corredores bioceánicos no sólo hay
aspectos económicos, comerciales y tecnológicos, sino también cuestiones
geopolíticas. Por ejemplo, un hilo conductor entre Brasil, Bolivia y Perú puede
no interesar a la Argentina". Y agregó: "En América Latina, la extensión de los
ferrocarriles favorece a los corredores bioceánicos. Pero para ello es necesario
que se desarrolle aún más el comercio de las naciones de nuestra región con los
países asiáticos y que haya deseo de invertir en infraestructura".
Antonio Zuidwijk fue concretamente crítico de estas iniciativas. "En el 2000, la
CEPAL (Comisión Económica para América Latina) realizó un estudio con el
objetivo de saber cuáles eran las ventajas competitivas al mover el comercio
entre Sudamérica y Asia vía Océano Pacifico. El estudio concluyó que no existían
ventajas para la salida de cargas de contenedores desde la Argentina por el
océano Pacífico. Los argumentos fueron que el comercio de la costa Atlántica es
tres veces mayor, hay una gran cantidad de líneas de navegación y se usan buques
de mayor tamaño", afirmó.
Los argumentos fueron que el comercio de la costa atlántica es tres veces mayor,
hay una gran cantidad de líneas navieras y se usan buques de mayor tamaño." El
especialista agregó que, realmente, "recién más allá de Hong Kong las distancias
son menores. El puerto de Yokohama sí está más cerca de Chile".
Zuidwijk también comparó el transporte en la llanura respecto del cordillerano.
Afirmó que los costos ferroviarios entre Salta y Antofagasta son más elevados
que entre la provincia argentina y el puerto de Buenos Aires. "Dos modernas
locomotoras, entre Socompa y Antofagasta, pueden tirar 600 toneladas de carga
desde la Argentina –desde Chile menos porque es mayor la pendiente–, mientras
que las mismas locomotoras son capaces de arrastrar 3700 toneladas de carga
entre Tucumán y Buenos Aires."
El experto completó su disertación señalando que "el asunto de los corredores se
trata como una cuestión de moda, sin un análisis completo de costos logísticos
de punta a punta de los productos que se exportan o importan. Antes de gastar
dinero público en el desarrollo de algún corredor bioceánico se deben recoger
datos e información sobre los costos y los beneficios".
¡Qué cuestión esa!, la de recoger datos de información, o como se llama
habitualmente, realizar un estudio de factibilidad sobre la conveniencia o no,
de favorecer el proyecto de los corredores bioceánicos. Por parte de este
gobierno que administra el Estado noticias que haya realizado algún estudio de
factibilidad sobre los corredores bioceánicos no las hay, pretender que la
realicen es no conocer la naturaleza de quienes integran la Secretaria y el
ministerio de Planificación de la cual dependen
Le llegó el turno al profesor Roccatagliata indicó, a su turno, que "las
políticas de Estado de los países más desarrollados toman a los corredores
bioceánicos desde la perspectiva de relacionar el desarrollo y la ordenación del
territorio con la infraestructura de transporte. Aquellas regiones que pueden
participar de la estructura de redes globales son las que tienen ventajas
competitivas". Pero admitió: "Hoy hablamos de regiones que tienen un entramado
socioproductivo de innovación, capacidad tecnológica e infraestructura que
forman un círculo virtuoso. Los corredores bioceánicos son corredores de
desarrollo con tráficos bioceánicos que todavía están lejos de ser
justificados". Sin comentario ante tanta incontinencia verbal.
Por último, Silvia Sudol, representante de ATACI, planteó que "el principal
problema es que el camión esté detenido. No hay mayor costo para una empresa de
transporte de cargas. El punto clave de la problemática está en la frontera y
abarca la normativa y la infraestructura". Y dio ejemplo: "Un camión detenido en
la frontera implica 200 dólares por día, aproximadamente. Entonces, las
autoridades deberían contar con las maquinarias suficientes para los graves
trastornos que ocasionan las nevadas en el Paso Cristo Redentor la ruta más
importante del tránsito hacia Chile". (LA NACION - JOSE CRETTAZ - 16/08/2005)
Es decir, nadie pronuncia palabras que tenga que ver con un proyecto nacional,
sino que se habla de ventajas competitivas, inconvenientes en el transporte
automotor, un poco, más y hay que aplanar la cordillera para que circulen, de
entramado socio productivo de innovación, que poemario…..