Argentina: La lucha continúa
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Declaración Final de la III Cumbre de los Pueblos de América
Delegados y delegadas de organizaciones sociales de todas las regiones del
continente, desde Canadá hasta la Patagonia; trabajadores, campesinos,
indígenas, jóvenes y viejos, de todas las razas, mujeres y hombres dignos nos
hemos encontrado aquí en Mar del Plata, Argentina, para hacer oír la voz,
excluida por los poderosos, de todos los pueblos de nuestra América. Como antes
en Santiago de Chile y en Québec, nos hemos encontrado nuevamente frente a la
Cumbre de las Américas que reúne a los presidentes de todo el continente, con la
exclusión de Cuba, porque aunque los discursos oficiales siguen llenándose de
palabras sobre la democracia y la lucha contra la pobreza, los pueblos
seguimos sin ser tomados en cuenta a la hora de decidir sobre nuestros destinos.
También nos encontramos aquí, en esta III Cumbre de los Pueblos, para
profundizar nuestra resistencia a las calamidades neoliberales orquestadas por
el imperio del norte y seguir construyendo alternativas. Venimos demostrando que
es posible cambiar el curso de la historia y nos comprometemos a seguir
avanzando por ese camino.
En el año de 2001, en la cumbre oficial de Québec, cuando todavía la absoluta
mayoría de los gobiernos se inclinaban ciegamente a la ortodoxia neoliberal y a
los dictados de Washington, con la honrosa excepción de Venezuela, Estados
Unidos logró que se fijara el primero de enero del 2005 como la fecha fatal para
que entrara en vigor su nuevo proyecto de dominación llamado Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) y que la Cuarta Cumbre de las Américas a
realizarse previamente en Argentina fuera la culminación de las negociaciones de
este proyecto perverso. Pero el primero de Enero del 2005 amanecimos sin ALCA y
la cumbre oficial de Argentina ha llegado finalmente con las negociaciones del
ALCA estancadas. ¡Hoy estamos también aquí para celebrarlo! Sin embargo, Estados
Unidos no deja en su estrategia de afirmar su hegemonía en el continente por
medio de tratados de libre comercio bilaterales o regionales, como es el que por
un margen estrecho se ha aprobado para Centroamérica y el que buscan imponer
ahora a los países andinos. Además, ahora Washington esta lanzando el Acuerdo
para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN). No obstante las
evidencias incontestables de las desastrosas consecuencias de más de diez años
de Tratado de Libre Comercio, ahora este TLC plus pretende incluso imponer la
política de "seguridad" de los Estados Unidos a toda la región.
Pero el gobierno de Estados Unidos no se conforma con avanzar las piezas del
rompecabezas de su dominación en el continente.
Insiste en acomodarlas en un marco hegemónico único y no ha renunciado al
proyecto del ALCA. Ahora, junto con sus gobiernos incondicionales, viene a Mar
del Plata con la pretensión de revivir el cadáver del ALCA, cuando los pueblos
han expresado claramente su rechazo a una integración subordinada a Estados
Unidos.
Y si su estrategia a favor de las corporaciones norteamericanas ha venido siendo
acompañada de una creciente militarización del continente y de bases militares
estadounidenses, ahora para rematar el genocida George W. Bush ha venido a la
cumbre de Mar del Plata para intentar elevar su política de seguridad a
compromiso continental con el pretexto del combate al terrorismo, cuando la
mejor forma de acabar con él sería el revertir su política intervencionista y
colonialista.
En la declaración oficial que está siendo discutida por los Gobiernos existe la
amenaza real de que puedan pasar, aun matizadas las peores intenciones de los
Estados Unidos. La misma está llena de palabras vacías y propuestas demagógicas
para combatir la pobreza y generar empleo decente; lo concreto es que sus
ofrecimientos perpetúan un modelo que ha hecho cada vez más miserable e injusto
a nuestro continente que posee la peor distribución de la riqueza en el mundo.
Modelo que favorece a unos pocos, que deteriora las condiciones laborales,
profundiza la migración, la destrucción de las comunidades indígenas, el
deterioro del medio ambiente, la privatización de la seguridad social y la
educación, la implementación de normas que protegen los derechos de las
corporaciones y no de los ciudadanos, como es el caso de la propiedad
intelectual.
Además del ALCA, se insiste en avanzar en la Ronda de Doha, que busca otorgar
más poderes a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para imponer reglas
económicas inequitativas a los países menos desarrollados y hacer prevalecer la
agenda corporativa. Se sigue exponiendo al saqueo nuestros bienes naturales,
nuestros yacimientos energéticos; se privatiza la distribución y
comercialización del agua potable; se estimula la apropiación y privatización de
nuestras reservas acuíferas e hidrográficas, convirtiendo un derecho humano como
es el acceso al agua en una mercancía de interés de las transnacionales.
Para imponer estas políticas, el imperio y sus cómplices cuentan con el chantaje
de la deuda externa, impidiendo el desarrollo de los pueblos en violación de
todos nuestros derechos humanos. La declaración de los presidentes no ofrece
ninguna salida concreta, como seria la anulación y no pago de la deuda
ilegitima, la restitución de lo que se ha cobrado de mas y el resarcimiento de
las deudas históricas, sociales y ecológicas adeudadas a los pueblos de nuestra
América.
Las y los delegados de los distintos pueblos de América estamos aquí no solo
para denunciar, estamos acá porque venimos resistiendo las políticas del imperio
y sus aliados. Pero tambien venimos construyendo alternativas populares, a
partir de la solidaridad y la unidad de nuestros pueblos, construyendo tejido
social desde abajo, desde la autonomía y diversidad de nuestros movimientos con
el propósito de alcanzar una sociedad inclusiva, justa y digna.
Desde esta III Cumbre de los Pueblos de América declaramos:
1) Las negociaciones para crear un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)
deben ser SUSPENDIDAS INMEDIATA Y DEFINITIVAMENTE, lo mismo que todo tratado de
libre comercio bilateral o regional. Asumimos la resistencia de los pueblos
andinos y de Costa Rica contra el Tratado de Libre Comercio, la de los pueblos
del Caribe porque los EPAS no signifiquen una nueva era de colonialismo
disfrazado y la lucha de los pueblos de América del Norte, Chile y Centroamérica
por echar atrás los tratados de esta naturaleza que ya pesan sobre ellos.
2) Todo acuerdo entre las naciones debe partir de principios basados en el
respeto de los derechos humanos, la dimension social, el respeto a la soberania,
la complementariedad, la cooperación, la solidaridad, la consideración de las
asimetrías económicas favoreciendo a los países menos desarrollados.
3) Nos empeñamos en favorecer e impulsar procesos alternativos de integración
regional. Como la Alternativa Boliviariana de las Americas (ALBA).
4) Asumimos las conclusiones y las acciones nacidas en los foros, talleres,
encuentros de esta Cumbre y nos comprometemos a seguir profundizando nuestro
proceso de construccion de alternativas 5) Hay que anular toda la deuda
externa ilegitima, injusta e impagable del Sur, de manera inmediata y sin
condiciones. Nos asumimos como acredores para cobrar la deuda social, ecologica
e historica con nuestros pueblos.
6) Asumimos la lucha de nuestros pueblos por la distribución equitativa de la
riqueza, con trabajo digno y justicia social, para erradicar la pobreza, el
desempleo y la exclusión social.
7) Acordamos promover la diversificación de la producción, la protección de las
semillas criollas patrimonio de la humanidad, la soberanía alimentaria de los
pueblos, la agricultura sostenible y una reforma agraria integral.
8) Rechazamos enérgicamente la militarización del continente promovida por el
imperio del norte. Denunciamos la doctrina de la llamada cooperación para la
seguridad hemisférica como un mecanismo para la represión de las luchas
populares.
Rechazamos la presencia de tropas de Estados Unidos en nuestro continente, no
queremos bases ni enclaves militares. Condenamos el terrorismo de Estado Mundial
de la Administración Bush que pretende regar de sangre las legítimas rebeldías
de nuestros pueblos.
9) Condenamos la inmoralidad del gobierno de Estados Unidos, que mientras habla
de luchar contra el terrorismo protege al terrorista Posada Carriles y mantiene
en la cárcel a cinco luchadores patriotas cubanos. Exigimos su inmediata
libertad! 10) Repudiamos la presencia en estas dignas tierras latinoamericanas
de George W. Bush, principal promotor de la guerra en el mundo y cabecilla del
credo neoliberal que afecta incluso los intereses de su propio pueblo. Desde
aquí mandamos un mensaje de solidaridad a los hombres y mujeres estadounidenses
dignos que sienten vergüenza por tener un gobierno condenado por la humanidad y
lo resisten contra viento y marea.
Después de Québec construimos una gran campaña y consulta popular continentales
contra el ALCA y logramos frenarla. Hoy, ante la pretensión de revivir las
negociaciones del ALCA y sumarle los objetivos militaristas de Estados Unidos,
en esta III Cumbre de los Pueblos de América asumimos el compromiso de redoblar
nuestra resistencia, fortalecer nuestra unidad en la diversidad y convocar a una
nueva y mas grande movilización continental para enterrar el ALCA para siempre y
construir al mismo tiempo bajo su impulso nuestra alternativa de una América
justa, libre y solidaria.
Mar del Plata, Argentina, a 4 de noviembre del 2005