El diseño de una operación multimillonaria con el "10" convertido de ahora en más en líder de las protestas contra Bush, y en el gran protagonista mediático de la "contra-cumbre". Y todo gracias a Fidel.

IAR-Noticias
Informe especial

Para los expertos, para los que conocen de cerca el negocio televisivo en la Argentina, la visita a Cuba de Maradona antes de la cumbre de presidentes en Mar del Plata, no fue ninguna casualidad.
El encuentro televisivo con el líder cubano, rebotado por todo el planeta por las cadenas internacionales, sirvió de promoción gratuita para su alicaído programa de TV "La Noche del 10" que viene perdiendo audiencia a manos de sus competidores, Marcelo Tinelli y Susana Gimenez.
Lamentamos informarle compañero Fidel: Maradona no es comunista, Maradona es futbolista. Y como agregado: comerciante de la farándula, y advenedizo de las promociones televisivas, que usó a Cuba para proyectar su nuevo negocio con el "anti-Bush", tomando el sano ejemplo del gordo Michael Moore que se convirtió en un multimillonario de Hollywood atacando al presidente de turno del Imperio.
De tal manera que la Isla, azotada por la destrucción de los huracanes, debería cobrar un derecho de "autor" por las ganancias multimillonarias que de ahora en más van a facturar con el "anti-Bush" Maradona y los que le armaron la idea de "enfrentarse" mediáticamente (santificado por el líder de la revolución cubana) al Imperio del Tio Sam.
Fidel Castro, el viejo Comandante que sobrevivió a 600 atentados de la CIA, algo lento de reflejos, creyendo que Maradona era el mismo drogadicto en recuperación de costumbre, legitimó la nueva operación comercial otorgándole chapa y cartel de compañero "revolucionario" al farandulero del balón.
"Yo le prometí al Comandante que iba a encabezar  la manifestación contra Bush", dijo el ex futbolista con cara de convicción ideológica,  ante las cámaras, obviando el detalle de que por su cabeza -según aseguró su ex amigo Coppola- nunca ingresó un solo libro, ni siquiera de recetas de cocina.
Pero el diseño de la operación mediática-comercial, del nuevo look "revolucionario-cheguevarista" del ex "10" de la selección argentina, no salió de la cabeza de Maradona ni de sus más allegados asesores en farándula como lo es el productor "artístico" de su programa, el comerciante y reducidor mediático de cerebros, Adrian Suar.
El Maradona "anti-Bush" salió de las usinas financieras-pensantes del "Grupo Clarín", el gran emporio

mediático, que ha hecho del control y direccionamiento de conducta colectiva con el "entretenimiento" y la "información" su gran filón de rentabilidad comercial.
Perderse el fabuloso negocio "anti-Bush" con Maradona (hoy un asociado del holding) sería como para Hollywood perderse la facturación con las películas "anti-Bush" del gordo oportunista Michael Moore.
Del "anti-Bush" de Maradona puede surgir una veta incalculable de "mercado del espectáculo" con merchandising incorporado que dejaría pálida a la comercialización de remeras y cerveza con la imagen del Che Guevara.
A la imagen de Maradona la conocen hasta los zulúes, y convertirla en rentable mediaticamente -incluso a nivel internacional- para un conglomerado diversificado como el Grupo Clarín, es un juego de chicos.
Maradona se "vende solo" en la prensa internacional, si le agregamos el espectáculo "anti-Bush" y el merchandising, la operación adquiere ribetes monumentales con una rentabilidad sin limites.
Cuando Maradona estaba gordo y con el cerebro

estallado por la droga, su amigo Guillermo Coppola le manejaba el negocio al "por menor", desperdiciando el enorme potencial internacional de la imagen del prócer emblemático del mundo futbolero.
Con el Grupo Clarín la cosa se revierte: Maradona es un filón que puede llegar a multiplicar la capacidad financiera y comercial del megagrupo, por su alto nivel de penetración en la prensa internacional desde donde se  maneja el cerebrote alienado de las grandes mayorías planetarias
Y Maradona está envalentonado.
En sus últimas apariciones (capaz que ayudado con alguna "dosis" medida) suele decir refiriéndose al actual  presidente del Imperio, George W Bush: ¿Y ese quién es?.
Denme un Maradona y "moveré el mundo" solía decir chistoso entre sus íntimos el contador Magneto, el mandamás y genio financiero del Grupo Clarín antes de que el "10" se hiciera realidad en su vida.
Ya lo tiene: y encima consiguió, sin ninguna inversión, la "legitimación cubana"  como valor agregado para el negocio caminante del "anti-Bush" maradoniano  que tendrá su bautismo de fuego este jueves y viernes en Mar del Plata.
El primero que tiró una piedra (o intentó tirarla) contra este meganegocio en ciernes, fue el Premio Nobel de la Paz Adolfo Perez Esquivel quien dijo que el ex jugador "jamás participó de ninguna manifestación" y agregó que "sería bueno que participe de otras movilizaciones".
Cosa que no le molesta mucho a Maradona y al "Grupo Clarín", ya que la idea es que, de ahora en más, el futbolista participe de cuanta movilización "anti-Bush" haya, con el diario Clarín,Canal 13 y toda la red radial y televisiva del holding detrás suyo para cubrir en "exclusiva" la nueva imagen de Maradona "líder social" proyectado al mundo por todas las cadenas internacionales.
Negocio redondo, con promoción planetaria gratuita.
Este incomparable "producto Maradona" ya comenzó a funcionar a full con la venida a Mar del

Plata del idiota y genocida compulsivo, George W Bush, a quién todo el mundo quiere verlo como a Drácula: consumiéndose en las llamas del infierno.

La primera movida será una peregrinación "anti-Bush" del nuevo "líder social" a Mar del Plata encabezando las protestas con toda la prensa internacional detrás, y cuya cobertura, con detalles exclusivos, será difundida en su programa y en el resto de la programación periodística del "Grupo Clarín", incluido el diario Clarín.
Hay que señalarles, de paso, a Fidel Castro y a sus asesores en medios, que Maradona tarifa a US$ 150.000 cada entrevista periodística para contar intimidades y anécdotas de su amistad con el presidente cubano, por la cual deberían cobrarle algún derecho.
Por lo menos deberían percibir algún ingreso por el derecho de "legitimación" que otorgó Fidel Castro al nuevo negocio de la protesta social con "lock maradoniano" que ya está funcionando en la Argentina y en el mundo: el protagonismo de Maradona en las cadenas internacionales, salvo Bush,  supera a la cualquier presidente que va a participar de la cumbre en Mar del Plata.
Y hay que puntualizar: hay un gran negocio mediático montado alrededor de la "contra-cumbre" con Maradona como protagonista principal.
Un negocio que trasciende incluso al "Grupo Clarín" y al propio Maradona. Cientos de movileros y fotógrafos ya están listos para tomar las "exclusivas" del nuevo Maradona "antiimperialista" que se echarán a rodar por todo el planeta con gran facturación de ganancias.
El líder piquetero Oscar Kuperman calificó en Radio 10 de "payasada" la marcha del viernes contra el presidente de los EEUU que va a ser encabezada por Maradona. Se olvidó de advertir sobre el negocio que se esconde detrás de la payasada.

 Kuperman, líder de la Coordinadora de Unidad Barrial (CUBa), manifestó que es una "payasada la caminata" que se anunció para el viernes próximo con el objetivo de rechazar la presencia del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush con Maradona a la cabeza.

"Es una marcha de repudio la nuestra, no como la payasada de Maradona y Bonasso, que es una caminata", manifestó el líder de la organización anarquista, más preocupado por su propio negocio político que por develar la maniobra de engaño comercial con Maradona.
Sea, como fuere, el negocio con la "protesta maradoniana" ya está funcionando y dando réditos mediáticos a full.
Si hay alguna duda: visitar en Internet a los portales y titulares de las grandes cadenas internacionales mediáticas.
El mundo está teñido de Maradona "anti-Bush", para la alegría de las finanzas de Maradona y del "Grupo Clarín".
Y de los medios y periodistas que ya comenzaron a cosechar réditos (comerciales) de lectores y teleaudiencia mostrando al mundo la conversión combativa "anti-Bush" del célebre pateador de pelotas  de Villa Fiorito.
Como diría Clinton: "es la economía, estúpido".