Celia María

Hermanos míos que habitan hoy el lugar más sincero del mundo: Mar del Plata, pero los de la Cumbre de los Pueblos, y no los de la otra mitad:
Convencida estoy que La Tierra girará más despacio para que las estrellas puedan ver vuestra marcha repudiando al representante del gobierno más infeccioso con el que haya que tenido que líarse la humanidad.
Ya me los imagino cargados de color, luz y paz. ¡Sí! Porque ustedes están defendiendo en este pedacito de tiempo la paz del planeta.
Los presidentes, con toda su corte, sus alfombras rojas y sus ridículos arreglos florares no tienen nada que hacer, no tienen nada que decir. Son ustedes, al menos por hoy, el Partido del mundo y les ruego que sean los mejores militantes para que hablen por los que no pudimos acompañarles ¿Y quién dice que no les estamos acompañando? La gente que siente, olfatea y sonríe sin máscaras está a vuestro lado, cantando en la voz de Silvio, pateando goles con Maradona, y sabiendo que por unas horas el mundo nos pertenece.
Todos esos presidentes (con la excepción de ése osado y risueño que ustedes conocen) lo único que harán es beber el agua en copas finas , extenderse la mano y tomarse ridículas fotografías con corbatitas de seda, que usan para limpiarse la nariz cuando nadie los ve. Ellos no hablan en nombre de los pueblos. Son vosotros los que nos representan y les recuerdo a José Martí:
"Cuando se habla en nombre del país- o se dice lo que de veras dice el país, o se calla. Es lícito y honroso aborrecer la violencia, y predicar contra ella, mientras haya modo visible y racional de obtener sin violencia la justicia indispensable al bienestar del hombre; pero cuando se está convencido de que por la diferencia inevitable de los caracteres , por los intereses irreconciliables y distintos , por la diversidad, honda como la mar, de mente política y aspiraciones , no hay modo pacífico suficiente para obtener siquiera derechos mínimos en un pueblo donde estalla ya, en nueva plenitud la capacidad sofocada,- o es ciego el que sostiene , contra la verdad hirviente , el modo pacífico; o es desleal a su pueblo el que no lo ve , y se empeña en proclamarlo. No quiere a su pueblo el que le ahoga su capacidad. No quiere a su pueblo el que se empeña en detenerlo en pleno mundo (...) No quiere a su pueblo el que lo ve piafar, fuerte para el trabajo propio y útil, en los dinteles de la libertad y de la vida ¡y castra a su pueblo y pone a la diligencia de Jaén su pueblo castrado!
Ya sabemos que hoy Jaén no queda en Andalucía.
Nuestras diferencias con "Ellos" son irreconciliables, por tanto hermanos míos ¡A levantar banderas hoy! Ni una sola que se retrase:"trenzadas de manera que no haya soledad" como dice ese otro pícaro de linda sonrisa que esta vez si hará su Cita con Ángeles. Porque eso son vosotros los ángeles del viernes. Banderas bien altas y de todas partes, mas que no falte mi bandera roja, ni la rojinegra que siempre nos unen a todos. Y por todas partes y en cada rincón hoy más que nunca la imagen del CHE flotando en la brisa del mar.
Y así que los presidentes no puedan hablar del ALCA con la que quieren asesinar nuestras economías, que los vacilantes se callen mejor, que los vendidos no levanten la cabeza.
Después de todo esto sabremos quién es quién en América Latina.
Y vosotros todos serán los que nos cuenten y nos digan quienes merecen ser nuestros dirigentes. Y el que no ¡a casita! Que ya Ecuador, Bolivia, Argentina, nos han enseñado a mandarlos a casa (en el mejor de los casos)...Y Venezuela nos enseñó como defender al que debe dirigirnos.
Buena fiesta hermanos y acá nos dejan al resto muertos de envidia, pero con las manos juntas y los labios húmedos para gritar juntos en la, (por esta vez bendita), televisión
Hasta la Victoria Siempre