Modesto Emilio Guerrero
Argenpress

      El sentimiento m�s expresado por el marplatense com�n es el temor, el miedo, en cualquiera de sus manifestaciones. Por suerte, para la mayor�a de estos apacibles ciudadanos acostumbrados a la vida tur�stica de este fri� puerto ubicado a 400 Km de la Capital, el miedo tiene un solo culpable: George W. Bush. Y mejor a�n: la gente lo ha convertido en una sola actitud: rechazo a �l. Esta sana reacci�n social es comprensible cuando se vive la sensaci�n de estar en una ciudad sitiada con una cabeza de playa internacional y una vigilancia policial como si hubiera estado de sitio.
Ocurre, a pesar del cuidado que pusieron en guardar las apariencias en una ciudad cuyo mayor capital es, precisamente, su apariencia.
      Es como los tranquilos habitantes entendieran que si no fuera por la anunciada presencia del presidente estadounidense, Mar del Plata vivir�a las delicias del mensaje del afiche que hizo imprimir la Municipalidad: 'Mar del Plata Ciudad Cumbre'.
      Cualquier ciudadano en la calle, en los bares o restaurantes, autobuses, en los pintorescos quioscos de esquina o en los ciber-caf�s, cualquiera dice frases como estas que pudimos registrar:       'El problema no son los presidentes, es el presidente Bush que trae los peligros del terrorismo'       'Si no fuera por la presencia de Bush nuestra ciudad seria una fiesta'       'Dicen que puede haber problemas porque viene el presidente de los Estados Unidos'       'Si no fuera por este hijo de puta, no vendr�an los piqueteros y los violentos a jodernos la ciudad'       '�No podr�an hacer la cumbre esta sin Bush?'       'Menos mal que vienen Ch�vez y Maradona as� Bush respeta un poco'       Botica ideol�gica       Como es normal, la gente expresa a trav�s del sentimiento contra el presidente Bush todas sus concepciones, creencias pol�ticas, posiciones sociales, intereses particulares, ilusiones y confusiones a partir de realidades particulares. Vericuetos ideol�gicos donde la bueno y lo malo se mezclan tal como est�n mezclados en la realidad gris de sus existencias. Sin embargo, en medio de la madeja ideol�gica se percibe la identificaci�n de Bush con im�genes como 'Torres gemelas', 'Irak', 'terrorismo', 'odio a Ch�vez' y cosas parecidas.
      Uno de los signos m�s llamativos lo encontramos en los taxistas de la ciudad. Si se hiciera un relevamiento de sus opiniones, posiblemente m�s del 90 por ciento estar�a contra la presencia del fulano yanqui en Mar del Plata. Esto es mucho pedirle a un sector social caracterizado por sus opiniones pol�ticas conservadoras.
      Para algunos observadores, este sentimiento tan marcado entre los habitantes anfitriones, nutrir� de much�sima gente la marcha que encabezaran Maradona y las decenas de organizaciones que convocan a la manifestaci�n del viernes. Sin embargo, puede ocurrir lo contrario. Lo que dicen que piensan hacer varios vecinos a los que escuchamos expresiones, es que se guardar�n en sus casas con sus familiares 'y veremos todo por la tele porque no se sabe que puede pasar'. Ah� esta el secreto.
      Zona de exclusi�n       La vaina (hecho) que m�s ofende y produce rechazo a Bush entre los marplatenses, es el vallado met�lico pertrechado con unos 200 polic�as bien armados y dispuestos a reprimir, que cubren las 32 bocacalles entre las 61 manzanas convertidas en l�nea de separaci�n entre lo seguro y lo inseguro.
All� nace la 'zona de exclusi�n' donde permanecer�n los presidentes, sus comitivas y la diplomacia de la OEA y los embajadores.
      La curiosidad del caso es que la gente de Mar del Plata ha convertido lo seguro en inseguro y viceversa. Las 250 manzanas resguardadas son, para ellos, las m�s inseguras de la ciudad. Un aporte de la dial�ctica de la actual de la lucha pol�tica mundial. Todo lo que toque Bush se convierte en riesgo.
      La l�nea quebrada de 62 manzanas que divide la ciudad en dos, se alarga en forma de 'L' contra una franja de casi 250 manzanas que se recuestan a la playa de Mar del Plata. Vista en un mapa parece una cabecera de playa en una historia de guerra. Esta 'zona de exclusi�n' est� ocupada por fuerzas militares y policiales al mando de un comando unificado donde es visible la presencia del aparato de inteligencia de Estados Unidos.
      En esa 'zona' ocupada habitan unas 15.000 personas, trabajan otras 3.000 y se concentran los negocios gastronomicos, inmobiliarios, culturales y hoteleros m�s caros de la ciudad.
      Casi 10.000 personas se fueron a zonas vecinas o a casas de familiares en otros barrios. Se fueron por temor. �A que? A cualquier cosa de las que simboliza la pr�xima presencia de Bush, y cada cosa esta relacionada en el imaginario popular con el terror, la guerra, la agresi�n imperial, aunque no usen esas palabras.
      Bien que le viene al presidente estadounidense, el ep�teto puesto por el presidente venezolano, Hugo Ch�vez, en unas de sus salidas graciosas cargadas de anti imperialismo: Hello Mr. Danger. Los marplatenses lo entendieron correctamente.