Argentina: La lucha continúa
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Estación Haedo: ensayo de represión en Bs. As.
Víctor Ego Ducrot
APM *
Para deslegitimar las protestas contra Bush, elementos de las fuerzas de
seguridad argentinas protagonizaron este martes, en una estación de trenes, un
"ensayo" general de provocación represiva.
Una estación de trenes y un convoy suburbano arrasados por las llamas. Pedradas
y refriegas con la policía. Cerca de 100 detenidos. Saqueos. Intimidación y un
mensaje implícito reproducido por los grandes medios de comunicación: la
protesta callejera es una cosa de vándalos y delincuentes. ¡Y qué casualidad!
Todo esto sucede justo el día que comienza la Cumbre de los Pueblos en Mar del
Plata y decenas de miles de argentinos comienzan a movilizarse contra la Cumbre
de las Américas y la inminente presencia allí del presidente de Estados Unidos,
George Bush.
Los servicios ferroviarios que unen a los cordones suburbanos con la ciudad
Buenos Aires –como el resto del servicio de trenes en todo el país- fueron
privatizados durante la pasada década del ´90. Desde entonces las empresas
concesionarias sólo se dedican a cosechar ganancias y subsidios estatales.
El mal humor de miles de usuarios –en su mayoría trabajadores- ha ido en aumento
en los últimos meses por las pésimas condiciones del servicio –sin
mantenimiento, ni seguridad, ni responsabilidad horaria y pasajeros hacinados- y
hace meses que las protestas espontáneas – a veces con la violencia de la
indignación- suceden a diario, así como también los reclamos sindicales.
Esas protestas airadas suelen ser comprendidas por el gobierno que reconoce el
incumplimiento y el abuso empresarial. Incluso este martes, funcionarios del
ministerio de Transporte admitieron ante las cadenas de televisión que el
conflicto tiene su origen en el maltrato cotidiano que sufren los pasajeros.
A partir de uno de esos reclamos cargados de indignación, en la estación Haedo,
al oeste y a escasos kilómetros de la ciudad capital, la bomba estalló cuando un
grupo de jóvenes incendiaron la caravana y la estación, saquearon pequeños
comercios vecinos y se trabaron en combate a las pedradas con los escasos
efectivos policiales que se encontraban en el lugar, cumpliendo tareas de
rutina.
El lugar fue territorio de nadie. Los bomberos no intervinieron y las fuerzas
"del orden" tardaron casi dos horas en llegar. Fue en ese lapso que la agencia
de noticias estatal TELAM distribuyó un cable en el que se afirmaba que a borde
del tren viajaban militantes de organizaciones de izquierda, que, portando
bombas molotov y piedras, se dirigían a Buenos Aires para embarcarse rumbo a Mar
del Plata, con el fin de participar en la Cumbre de los Pueblos y marchar allí
contra la presencia de Bush.
Dos horas después, la policía de la provincia de Buenos Aires y la Gendarmería
Nacional comenzaron una aparatoso despliegue por el lugar con la orden –no se
aclaró de quien- de reprimir.
Sin embargo ya quedaba poca gente contra la cual dirigirse. Los manifestantes
espontáneos se habían dispersado después de comprender que habían quedado
atrapados en un escenario imprevisto y los grupos más agresivos sorpresivamente
desaparecieron.
Sin embargo la televisión es una presencia indiscreta que a veces le hace
trampas al poder. Varios de los enardecidos manifestantes que arrojaban piedras
y le daban candela a todo lo que se encontrase en pie aparecieron luego
deteniendo a jóvenes y adolescentes, pues en realidad eran efectivos de la
policía infiltrados entre la multitud.
Como parte de esa operación también pudo verse durante horas cómo un alto
oficial de la seguridad, vestido de civil y que en los primeros momentos recibió
una fuerte pedrada en la cabeza, se mantenía allí, muy orondo y conversando ante
cuanta cámara y micrófono de TV se le acercase, luciendo el rostro con sangre
reseca. Resulta al menos extraño que ni siquiera haya sido atendido para lavarse
las heridas. Es que así impresiona mejor.
De cara a los acontecimientos que se viven en Mar del Plata, una ciudad
balneario en manos de efectivos locales y estadounidenses, donde Bush y la
Cumbre de la Américas ya está siendo repudiada desde la Cumbre de los Pueblos y
por decenas de miles de argentinos en todo el territorio, el mensaje de la
"Operación Haedo" fue el siguiente: "está justificado el desproporcionado
despliegue de seguridad marplatense y del resto de país, la protesta es cosa de
vándalos y tengan cuidado argentinos, pues tienen más de un motivo para estar
aterrorizados".
* APM: Agencia Periodística del Mercosur - Facultad de Periodismo y Comunicación
Social. Universidad Nacional de La Plata.