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Argentina: La lucha continúa

La verdad detrás de las operaciones del SEPRIN

Christian Sanz
Esto es Tucumán

Su nombre es www.seprin.org y suele contar llamativas noticias de poca credibilidad y gran tufillo a servicios de inteligencia vernáculos
Sólo aquellos que solemos leer periódicos digitales y seguir noticias por Internet tenemos una idea más o menos acabada de cuáles son los medios de información más importantes y confiables de la Red.
En un país donde casi la mitad de la población no tiene siquiera computadora, es difícil evaluar la repercusión de estos medios en la información pública, aunque sí es posible notar en algunos ámbitos periodísticos -escritos, radiales y televisivos- el reflejo de lo que se
publica en Internet.
Entre la enorme cantidad de oferta de información, encontramos un sitio muy particular, que no deja de llamar la atención, tanto por la enorme cantidad de visitas que tiene como por la explosiva y dudosa calidad de la información que publica. Su nombre es Seprin (
http://www.seprin.org/) y suele contar llamativas noticias de poca credibilidad y gran tufillo
a servicios de inteligencia vernáculos.
Muchos de los periodistas más conocidos de nuestro país suelen hojear sus virtuales páginas cada día y algunos de ellos hasta toman "prestada" parte de esa información para llenar sus propios espacios periodísticos, aún a sabiendas de que la mayoría de esas notas no tienen sustento alguno.
Quien escribe estas líneas, amen de haber conocido al director de Seprin, Héctor Alderete -casi desde los comienzos de la existencia de dicho sitio-, ha entrevistado a una veintena de personas vinculadas al mundo de la información, la política y los servicios de Inteligencia y ha logrado trazar una acabada radiografía de este portal.
  
El comienzo era el verbo
 
Seprin inició sus actividades en el año 2000, por idea de Héctor Alderete, una especie de asesor free lance del hijo de Carlos Ruckauf, Germán ídem.
Alderete, que se había quedado sin trabajo y quería tomar venganza contra su ex jefe, había descubierto que Internet era la opción más viable y económica para lograrlo.
Eso explica porqué al comienzo de su existencia, Seprin publicaba incesantes documentos y notas contra Ruckauf y otros políticos de la provincia de Buenos Aires.
El director de Seprin disfraza la realidad al hablar de este tema:  "teníamos una consultora y por ingerencia externa, nos quedamos sin trabajo. Es así que realizamos la página de Seprin, nuestra idea fue armar algo que se posicionara en el mercado, a diferencia de otras, realizando lo que se llama inteligencia estratégica, y análisis político, adosado por supuesto las encuestas y una serie de elementos de marketing"(sic).
Héctor Alderete es un hombre más que paranoico y vive temeroso de que puedan atentar contra su vida por las cosas que publica en Seprin. La mejor descripción de sus miedos pudo leerse en revista Noticias el 26 de abril de 2003: "Héctor A. no se anima a mostrar su rostro, no quiere revelar su identidad, dice que debe ampararse en el secreto para mantenerse vivo. Trabaja armado en una misteriosa oficina, casi inaccesible,
a la que él llama "La Cueva". Sus teléfonos, previene, suelen estar intervenidos, igual que sus mails que pueden estar siendo leídos a través de un sistema de ratreo satelital de los más avanzados del planeta. Tampoco confía en su celular: si no le saca la batería, dice, sus enemigos lo pueden rastrear hasta descubrir el exacto lugar donde está parado".
Fuera de eso, es oportuno recordar que el significado de Seprin ha sido en sus comienzos Servicio Privado de Inteligencia, siglas que fueron cambiadas oportunamente por Alderete cuando miradas desconfiadas se posaron en su sitio. Allí trocó la palabra "Inteligencia" por "Informaciones".
Otra vez Alderete maquilla la realidad: "Seprin originalmente se llamó Servicio Privado de Inteligencia, luego lo cambiamos por Informaciones, ya que la gente no lo interpretaba"(sic).
Lo cierto es que Seprin nació tímidamente en medio de un aluvión de portales de información por Internet sin llegar a destacarse entre ellos, muchos de los cuales pasaron sin pena ni gloria por el mundo virtual de la Red. Fue en ese momento cuando Seprin jugó su carta maestra que le haría pegar el salto cuantitativo que necesitaba para lograr llamar la atención de los lectores: convocó a un foro virtual a los cientos de agentes de Inteligencia que habían si do despedidos de la SIDE para que contaran sus secretos más incontables, producto de sus años de trabajo en la secretaría.
Lo que siguió fue realmente explosivo, ya que empezaron a ventilarse no sólo los actos de corrupción política más deleznables, sino también los secretos de alcoba de algunos de los actores políticos más importantes del país. Se hacía evidente que la jugada de los ex agentes era meramente de extorsión más que de venganza. No era difícil adivinar que los mismos personajes que ellos denunciaban eran después apretados para no seguir apareciendo en el foro de Seprin.
Alderete lo cuenta bien diferente: "luego se nos ocurrió enviar sobres con letras llamativas, muy futuristas a varios medios, repartidos en mano, así como a varios diputados, senadores y políticos (la idea era promocionar los servicios de consultoría). Realizamos todo, y eventualmente, creyeron que éramos los ex agentes despedidos, y es así que Radio Feeling tiró el tema, y después, se comunicó el Jefe de redacción de
la agencia DYN y realizamos la entrevista telefónica, y le dijimos que éramos una consultora, que no teníamos relación con los agentes de la SIDE, ni con Ejército".
  
"Servicios" informativos
 
Si bien Seprin en un comienzo publicaba ciertos informes de gran utilidad -como datos de desaparecidos en Uruguay, direcciones de narcotraficantes y claves en la adulteración de naftas- de a poco se fue saturando de información poco confiable y devenida de las evidentes usinas de los servicios de Inteligencia, no sólo de ex agentes sino de actuales agentes de la SIDE, la policía y el ejército.
En dicho marco, Alderete hace una curiosa descripción de su relación con algunos espías: "con el tiempo contactamos a agentes y ex agentes, supimos cómo vivían, tenían familias, (es decir son normales) y trabajaban de lo que podían, unos vendían equipos de espionaje, otros hacían investigaciones privadas, cámaras ocultas etc"(sic).
No hace falta que Alderete defienda a los agentes de Inteligencia para notar que éstos tienen una gran injerencia en Seprin. Muchas batallas políticas y algunas operaciones de prensa se desarrollan a través de este sitio, dejando a los ilusos lectores con la idea de que están leyendo periodismo de vanguardia, algo realmente falso. Este periodista ha analizado las predicciones e informaciones de Seprin durante casi 10 meses y pudo comprobar que el 80% de lo que publica resulta siendo falso. Estadística pura.
Los servicios de Inteligencia, se sabe, suelen difundir información falsa –"pescado podrido" en la jerga periodística- a efectos de armar operaciones para ciertos sectores que los financian y, en ese sentido, Seprin funciona como una máquina aceitada.
Por si cupiera alguna duda, hace pocos meses el nombre Seprin apareció involucrado en un confuso episodio de censura que dejó entrever otro tipo de situación.
En medio de una interna con el oscuro Partido Popular de la Reconstrucción (PPR), dirigido por Gustavo Breide Obeid y vinculado al antidemocrático Mohamed Alí Seineldin, hubo un pase de facturas que dejó entrever cuál era una de las cajas de financiamiento de Seprin.
En el marco de una solicitada que el PPR quiso -en vano- publicar en Seprin en junio de 2004, se deslizó el siguiente comentario en un comunicado emitido días después: "Lamentablemente nos es imposible mantener informados a los afiliados del PPR a través del foro de Seprin ya que los administradores de dicho sitio nos han pedido que paguemos una solicitada y carecemos de medios económicos. Al respecto es importante destacar que SEPRÍN cobra todos los meses de la tan cuestionada conducción del PPR en la calle Suipacha".
 
 Los simuladores
 
Como decía al comienzo de esta nota, para trazar el perfil de Seprin este periodista ha entrevistado a diversos actores del periodismo, los servicios de Inteligencia y la política. En tal sentido, le ha sido enviado un breve cuestionario a cada uno de los interesados por correo.

Algunos de los receptores de mis preguntas nunca han respondido, como la gente del sitio Urgente/24 -casualmente relacionado a ciertos servicios de Inteligencia- y algunos colaboradores del mismísimo sitio Seprin.
Una de las respuestas más jugosas me ha llegado de mano de gente relacionada con inteligencia de la Policía Federal, quienes me aseguraron que detrás de Seprin se encontraban las figuras de "Héctor Roberto Alderete, Beatriz Emilia Lanatti y María de las Mercedes ‘Malhenita’ Sara Acosta Seineldín".
Según esta gente Seprin ha sido financiado "por el represor ‘El Tigre’ Acosta (padre de Malhenita) con plata de Alfredo Yabrán. Acosta fue jefe de seguridad de Don Alfredo."
Algunas de las respuestas a mi cuestionario: -"¿Para quién creen que pueda operar Seprin y porqué?"
  -"Para los intereses de la derecha "procesista" y de Alfredo Yabrán. Están muy lejos de la derecha nacional peronista que es nuestro credo político. Son golpistas y corruptos."
-"¿Qué grado de credibilidad le dan?"
-"Ninguna"
-"¿Pueden destacar algo bueno de Seprin?"
-"Absolutamente nada"
Finalmente y, según esta misma gente, "Seprin está operando para derrocar al gobierno. No es casualidad que ese medio haya tenido un reportaje con el sindicalista menemista Jorge Triaca. Nosotros denunciamos en su momento que ese personaje estaba poniendo plata en Seprin".
 
 Concluyendo
 
Cuando la información se confunde con operaciones de prensa, empieza a minarse la credibilidad del periodismo. Sobre todo en momentos en que algunos de los medios más conocidos del país –como el Grupo Clarín, Canal 9, Infobae y America TV- subastan sus espacios al mejor p ostor político para desinformar a la gente.
Seprin es un medio que hace de eso su actividad cotidiana y he ahí su peligrosidad. Sobre todo porque es un medio muy leído y comentado. Antes, los espías vernáculos solían intercambiar información en el café Florida Garden. Hoy, se reúnen en los bares de los hoteles de lujo, en Puerto Madero y los shoppings. Y publican sus trabajos en
Internet.
Como bien dice revista Noticias: "en el mundo virtual se mueven cómodos: en las sombras, y sin legislación alguna que pueda detener sus misteriosas operaciones".