Argentina: La lucha continúa
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Quién es el delincuente
El 4 de noviembre de 2005 el gobierno nacional, provincial y municipal
recibió con todos los honores al genocida George W. Bush, representante actual
del imperialismo yanqui que históricamente invade, bombardea, masacra y tortura
cuanto le resulte necesario para garantizar su hegemonía en nombre de la
"democracia y la libertad" que sólo significan más dependencia y sojuzgamiento
de los pueblos oprimidos.
Mientras funcionarios de toda jerarquía hacían cola para entrar en el cuadro de
la foto o acercarse siquiera para lamer las botas del emperador, en todo el país
el pueblo consciente repudió su presencia con las herramientas de lucha a su
alcance.
En la ciudad de Mar del Plata, donde se celebraba la Cumbre, sólo había dos
posiciones posibles: ser indiferente –y por ende cómplice- a la presencia del
genocida, o expresar la repulsa que genera el actual personero de la muerte.
Nosotros, como muchos otros argentinos dignos, actuamos en el segundo sentido,
sumándonos a la masiva movilización que en la tarde del viernes marchó hacia las
vallas que simbolizaban la prisión de los intereses del pueblo a manos de los
poderosos.
Delincuente no es quien reinvindica la justa reacción del pueblo frente al
invasor, torturador y genocida. Delincuente es quien lo invita, quien lo
hospeda, quien lo recibe en nuestra tierra, aunque formalmente haga algún juego
de artificio para simular una posición antiimperialista que la realidad
desmiente.
Delincuente es quien paga puntualmente y hasta en exceso al FMI, quien entrega
los recursos naturales, quien cumple en sancionar las leyes antiterroristas,
verdaderos códigos continentales para la represión. Delincuente es quien llama
violentos a los usuarios hartos de ser tratados como animales, y a la semana
otorga subsidios millonarios a la empresa con híper ganancias, que explota a sus
trabajadores y no invierte un centavo en mejorar su servicio.
Delincuente es quien vocifera que es el gobierno de la justicia social, pero
reduce los costos laborales de las patronales bajando las indemnizaciones por
despidos y sigue usando el salario como variable de ajuste para paliar la
inflación que achica aún más el bolsillo de los trabajadores.
Delincuente es el que dice que es el gobierno de los derechos humanos y trae al
presidente del país campeón mundial de las violaciones humanitarias: el que
ejecuta en sus pasillos de la muerte pobres, niños y discapacitados mentales; el
que instala campos de concentración y centros de tortura en sus factorías, y no
conforme con eso quiere legalizar la tortura en su propio país, que tiene 37
millones de excluidos.
Digno es, en cambio, el que asume el compromiso de lucha contra el imperialismo
y sus lacayos locales, el que no está dispuesto a aceptar mansamente la
profundización de las políticas de entrega y explotación.
Reinvindicamos todas las formas de lucha que se da el pueblo contra la violencia
de los opresores.
OSCAR KUPERMAN – CHACHO BERROZPE – Miembros de la Mesa Nacional de la
Coordinadora de Unidad Barrial – Movimiento Teresa Rodríguez (CUBa-MTR)