Argentina: La lucha continúa
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Pelea por el ALCA: cómo se alineó cada país y qué se puso en juego
Néstor Restivo
Clarín
Los socios del Mercosur, Venezuela y Cuba no aceptan. Aquellas naciones que
ya firmaron un acuerdo comercial con EE.UU. lo impulsan para toda la región..
Los riesgos y las oportunidad 1-El NAFTA, un primer paso El Tratado de Libre
Comercio (TLC) norteamericano, o NAFTA por su sigla en inglés, nació en 1994
entre Estados Unidos, Canadá y México. Fue el primer paso en la nueva estrategia
de Washington hacia su propio hemisferio, una renovación, en tiempos de
"globalización", del viejo sueño panamericano según el prisma estadounidense.
Mientras Europa consolidaba su unidad y Japón y China, rivalizando,
hegemonizaban el polo de desarrollo en Asia- Pacífico, EE.UU. aceleró el paso
para garantizar a sus capitales los mayores negocios en las Américas. El paso
siguiente e inmediato fue proponer el ALCA, Area de Libre Comercio de las
Américas, "desde Alaska hasta Tierra del Fuego". Apunta a un pacto comercial de
nuevo tipo que no remita sólo a bajar aranceles y comerciar "libremente", sino
que incluye capítulos polémicos y sensibles como compras gubernamentales (un
filón que tradicionalmente los Estados nacionales, provinciales o municipales
preservan por razones de producción y empleo a empresas locales), patentes y
propiedad intelectual, extraterritorialidad jurídica, trato igualitario en
inversiones, acceso mercantil a recursos naturales y bienes públicos (cultura,
salud o educación). Los socios de EE.UU. en el NAFTA son grandes impulsores del
ALCA. Canadá y México fueron en Mar del Plata dos de sus voces más cantantes. El
presidente mexicano, ex empresario, se quejó de que el ALCA se demore y del
exceso de "politización" del debate, siendo que eran jefes de Estado los que se
reunían, exponentes máximos de la clase política.
2-El Mercosur necesita fortalecerse En el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay), los más refractarios al ALCA son los brasileños. Lo ven como una
amenaza mortal a la continuidad de su estrategia industrial de larga data, hoy
en etapa de internacionalización o al menos de regionalización (de ahí la
reciente ola de compras de empresas argentinas). Argentina, ahora con su esquema
de sustitución de importaciones y fomento exportador mediante un tipo de cambio
competitivo, también resiste, pero aceptó grados de apertura desde Martínez de
Hoz a Cavallo, firmó convenios de inversiones con EE.UU. y no ve mal ciertos
capítulos del ALCA, siempre que haya compensaciones. Paraguay y Uruguay son los
eslabones débiles de la resistencia del Mercosur al plan estadounidense, y en
esta Cumbre se vieron filtraciones en el bloque del Cono Sur. En todo caso el
consenso fue supeditar las negociaciones del ALCA a un acuerdo agrícola
multilateral en la reunión que tendrá la Organización Mundial de Comercio en
Hong Kong, dentro de un mes. Ello debería pasar por una decisión seria de
eliminar los subsidios o la protección al campo que otorgan con presupuestos
multimillonarios EE.UU., Europa y Japón. Hasta ahora, lo que ofrecieron esa
tríada que hegemoniza el poder económico global no fue, ni de cerca, suficiente
para el Mercosur y otros países que no subsidian su producción rural. Pero el
Mercosur no supera un estado de letargo e indefiniciones. Es su principal
dificultad para negociar desde el bloque con otros países o regiones. Y debería
priorizar superarla.
3-Chile, el más negociador En Sudamérica, Chile es el país con el más bajo
arancel para importar, 6% el general pero con muchos productos por debajo. Eso
le permitió tener acuerdos a varias puntas (con EE.UU., Europa, países de Asia
incluida China desde 2006) y tener una asociación especial con el Mercosur,
junto con Bolivia.
Pudo ir abriendo su economía desde la dictadura de Augusto Pinochet pues no
tenía una estructura industrial importante para defender. Y quiere el ALCA
porque ya tiene su propio acuerdo con EE.UU. Firmado en 2003, gradualmente casi
90% (84% en productos agrícolas) ingresarán a EE.UU. sin aranceles, contra 65%
de antes. Pero también sufre consecuencias. Resignó controles financieros y hay
críticas de grupos ecologistas. Y la semana pasada, EE.UU..
y Suiza lo amenazaron con llevarlo a tribunales internacionales por una denuncia
sobre no pagar patentes medicinales. En los acuerdos de nuevo tipo como el
pretendido ALCA, más que el mero intercambio de bienes el filón de los grandes
capitales son temas como esos: propiedad intelectual, igualdad de trato a
inversiones externas, cesión de la soberanía jurídica, entre otros.
4-Venezuela y su propuesta ALBA Venezuela tiene un fuerte intercambio con EE.UU.
Allí vende petróleo y tiene instalada una extensa red de estaciones de servicio,
en tanto mantiene en su país inversiones estadounidenses millonarias, en
especial de petroleras en la Cuenca del Orinoco. Pero en cuanto al proyecto ALCA
en sí, el gobierno de Hugo Chávez fue en la Cumbre de Mar del Plata el principal
oponente.
Planteando un discurso encendido que está en las antípodas del pensamiento
dominante hoy en EE.UU., Chávez condena el neoliberalismo, ofrece a Sudamérica
su proyecto ALBA (alternativa "bolivariana" de integración regional, donde la
energía sería un factor central y el peso de las decisiones estatales primaría,
pero no anularía, a las de mercado) y se acerca al Mercosur. El 8 de diciembre,
en la cumbre presidencial del Cono Sur, Chávez quiere entrar con voz y voto.
Pero falta todavía para que se integre como socio pleno.
5-Región andina, con divisiones En la región andina también hay "internas".
Forman la Comunidad Andina de Naciones (CAN) Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú
y Bolivia (Chile se desafilió en la dictadura de Pinochet, cuando implantó un
esquema comercial que no encajaba en el entonces Pacto Andino). La CAN negocia
un acuerdo con el Mercosur que uniría comercialmente a toda Sudamérica. Pero de
cara al ALCA, hay diferencias. Venezuela lo rechaza abiertamente. Bolivia
negociaba un TLC con EE.UU. que quedó demorado por la crisis política que desde
2002 vive el país del Altiplano. El gobierno de Colombia es un fuerte aliado de
Washington, y Ecuador (dolarizado) y Perú negocian con EE.UU. y son pro ALCA.
6-Los más fieles a Washington Al ver que el ALCA no nacería en 2005, EE.UU.
planeó llegar a él por partes..
Como hizo primero en el NAFTA, acordó luego con Chile, Centroamérica y avanzó
sobre la zona andina. Sólo Venezuela y el Mercosur no firman, también por
presión de sus movimientos sociales. Con 4 países centroamericanos más la
caribeña República Dominicana (el CAFTA), EE.UU. tuvo su mejor acuerdo luego del
NAFTA. Lo mejoró, inclusive. En propiedad intelectual (TRIPS) avanzó más de lo
que avala la Organización Mundial de Comercio, con un TRIPS Plus. En el CAFTA y
en todo el Caribe hay aliados fieles a EE.UU., salvo Cuba. Fue Panamá quien
mocionó en Mar del Plata fijarle fecha al ALCA; ni hizo falta que fuera EE.UU.