Argentina: La lucha continúa
|
Entrevista a Marco Díaz muñoz
Romerismo y Orden salteño
Hernán Scandizzo
Indymedia
La semana pasada el periodista salteño Marco Díaz Muñoz visitó las ciudades
de Buenos Aires y La Plata para presentar Orden, Represión y Muerte. Un libro
escrito con palabras claras y directas que documenta las luchas de los
trabajadores desocupados y de los diferentes pueblos originarios en la
provincia; que recorre los silencios y obsecuencias del poder y sus periferias;
que habla de las complicidades estatales y empresariales en la violación de los
derechos humanos; que homenajea a los que sufren día a día los embates del
modelo y a quienes murieron en las rutas o en sus casas - por la represión o la
depresión.
Marco es integrante de la Agencia de Noticias Colectivo de Periodistas del
Noroeste Argentino – Copenoa – y trabajó en medios nacionales – TN y Canal 13 -
y provinciales - Canal 2 Santa Clara de Asís - y de los que fue ‘separado’ por
su crítica al régimen provincial encabezado por el gobernador Juan Carlos
Romero. El último ‘desplazamiento’ lo sufrió el fin de semana, cuando debía
cubrir para América 2 las elecciones legislativas en Salta y a último momento
fue reemplazado por otra persona más conveniente para el gobierno provincial y
los intereses del medio. En esta entrevista él habla de la represión, las
complicidades, los muros y los logros, a pesar de todo.
- ¿Era una necesidad escribir Orden, Represión y Muerte?
M: Sí, era una necesidad. Fundamentalmente porque no hay registros
bibliográficos en la provincia de Salta sobre estos hechos donde el Estado
avanza en la criminalización de la protesta social, previo a la represión, con
un modelo neoliberal que establece estos mecanismos para que el mismo tenga, de
alguna manera, éxito.
- Más allá de la inexistencia de registros bibliográficos, habrá otras
producciones periodísticas.
M: En la provincia de Salta el 99% de los medios de comunicación dependen del
Estado, del gobierno provincial, de la denominada publicidad oficial, que pasa a
ser propaganda a cambio de dinero. Esto ha generado que en los medios de
comunicación no se conozca lo que el gobierno no quiere que se conozca, de hecho
en algunas coberturas hemos estado con otros grupos periodísticos que sabían que
iba a acontecer una represión y se retiraban media hora antes de esos hechos.
Entonces es como que fuimos asumiendo, a veces sin querer, una gran
responsabilidad, que era estar en el lugar de los hechos. Fundamentalmente no
para tener la noticia sino para documentar y en muchos casos para que los
compañeros se sintieran protegidos ante esa desigualdad de fuerzas.
Durante la presentación del libro en La Plata tuve un debate muy interesante, un
abogado hacía una crítica al sistema y fundamentalmente a los grandes medios de
comunicación - a estos monopolios de la comunicación - que no dan a conocer, que
no profundizan, lo que sucede en materia de criminalización de la protesta
social, del conflicto social, en la República Argentina. Y tengo que decir que
estoy de acuerdo con el hecho de que no avanzan sobre la profundización de por
qué se originan esos conflictos sociales, o por qué se llega a la represión, o
por qué se llega al incidente, pero pasan a goteos esa realidad. Cada uno de los
hechos que denunciamos en "Orden, Represión y Muerte" ha sido plenamente
expuesto a través de estos grandes medios de comunicación, no con la profundidad
que nosotros quisiéramos.
El 17 de junio de 2001 en Mosconi - con los francotiradores de Gendarmería - las
imágenes y estar en el lugar que debemos estar los periodistas, permitieron
tirar abajo esa organización de mentiras – que esos desocupados eran peligrosos,
portaban armas y estaban vinculados con grupos guerrilleros de Colombia –
preestablecidas por el Estado, el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad.
Nosotros necesitábamos dar a conocer, que quedara un antecedente de lo que
pasaba en Salta, cómo este gobernador instrumentó todo este sistema con la
Secretaría de Seguridad, a cargo de (Sergio) Nazario, un torturador - en el
libro lo contamos con testimonios de detenidos que reconocen a este hombre
siniestro.
- ¿Qué otros sectores, con posibilidad de denunciar callan o dan un paso al
costado?
M: Hay organizaciones vinculadas a los derechos humanos que entiendo que no
están a la altura de lo que ha sucedido en la provincia de Salta. Es como que
hay un debate que no se da, que únicamente ingresa toda la problemática de los
derechos humanos a partir de la década del ’70 y sobre el advenimiento de la
democracia en el ’83. Nosotros entendíamos, porque somos un grupo de compañeros,
que esto también forma parte de las aberraciones contra los derechos humanos,
donde el Estado no garantiza, precisamente, el trabajo, la vida, la salud, ni
garantiza los derechos civiles elementales.
En la provincia de Salta, desde el ’95 hasta el 2005, hay 5 asesinatos no
esclarecidos (Alejandro Gómez y Orlando Justiniano – mayo 2000 –, Aníbal Verón –
noviembre 2000 –, Omar Barrios y Carlos Santillán – junio 2001). Ahora se
cumplen 5 años del asesinato de Aníbal Verón y no hay un solo procesado. El
gobernador está indirectamente implicado y el juez federal Abel Cornejo, que
investiga la causa, es el mismo que dio la orden de reprimir. Es decir, una
impunidad entre el sector político gobernante - el Partido Justicialista -, la
Justicia - tanto provincial como federal – y las fuerzas de seguridad - que
actúan por las decisiones de este gobernador feudal que no comprende que en un
sistema democrático van a haber sectores que pueden no estar de acuerdo con él.
- El libro lo acotás al período 1995/2005, el período de Romero en la
gobernación. ¿El inaugura una política de disciplinamiento social en Salta?
M: Se habían dado algunos hechos represivos pero no en la magnitud ni en la
organización sistemática (que tuvieron desde la asunción) del gobernador Romero,
desde la conformación de la Secretaría de Seguridad. Hoy el Secretario de
Seguridad maneja absolutamente todo y toma decisiones políticas. Si antes el
Jefe de Policía en muchos casos no ordenaba la represión ante una contravención
policial, ahora ellos justifican la represión directamente con una contravención
policial. El Jefe de Policía - este es otro debate abierto – pasa a ser un
cuarto poder, porque el puede decidir si reprime o no. Ha pasado en muchos casos
que buscábamos al juez que había dado la orden de reprimir y nunca existió ese
juez sino que era el Jefe de Policía que había actuado bajo una ley
contravencional.
Se conoció, por ejemplo - esto lo publicó la doctora Mara Puntano (abogada que
asume la defensa de la mayoría de los luchadores sociales en la provincia) -,
que desde la Corte Suprema de Justicia de la Nación se le solicitó a la Corte
Suprema de Justicia de la provincia de Salta si tenía algún registro sobre
denuncias contra la policía – allá hay mucho gatillo fácil. Esa información
interna que mantenían ellos dejó al descubierto que ni siquiera el 3% de las
denuncias que se hacen contra la policía se esclarecen, desde que asumió Romero
no hay un policía condenado en la provincia de Salta por violencia policial.
- Romero apenas asume, anticipando las consecuencias sociales de la
privatización de las empresas públicas y los despidos masivos, monta la
Secretaría de Seguridad.
M: Sí. Y el impacto represivo no ha sido tan sólo físico sino que también ha
sido psicológico. Porque, por ejemplo, dejó a 5 mil trabajadores públicos en la
calle, le dio la posibilidad, engañando, de los retiros voluntarios con el 50%
de la indemnización y en cuotas, pagadero, lo restante. Y a otros les generó la
expectativa, que fue una mentira también, de que el Estado necesitaba que la
gente se capacitara para ingresar nuevamente. El señor que era plomero hizo un
curso de perfeccionamiento en el área, para ingresar a la administración hacían
talleres determinados para oficinistas, bueno, eso nunca llegó y generó que en
el caso de algunos trabajadores se rompiera la estructura social de su familia y
se quitaran la vida. Y todo ese desastre no estuvo contemplado sino que al
contrario, se fortaleció el sistema represivo para darle palos y generar el
miedo, el orden, a través de la policía.
El es muy claro– del gobernador estoy hablando – porque cuando presenta los
primeros 25 decretos de necesidad y urgencia, apenas asume, los argumenta. Quedé
sorprendido cuando accedimos a la argumentación para la defensa de la aplicación
de esos decretos, era ni más ni menos que la vía libre para el neoliberalismo en
Salta. El Estado se desentiende de sus empresas, se las entrega a grupos de
amigos, las privatiza, y él lo justifica diciendo que el Estado, como bienestar
social, ha fracasado, que tiene un sinfín de oficinas que generan un Estado
burocrático e ineficiente. Entonces propone la participación de actores civiles,
lo que le deja libre el camino para la privatización.
- En la represión del 17 de junio de 2001 aparecen los francotiradores de
Gendarmería encapuchados dentro de una refinería, presencia que intentan
adjudicársela a los piqueteros. ¿Circunstancialmente las fuerzas de seguridad
usaron las instalaciones de las petroleras para montar la represión o las
petroleras son parte de la represión?
M: Las petroleras son parte de la represión a los movimientos sociales, de hecho
no tan sólo de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad sino que hay
juezas en el distrito Tartagal – la provincia de Salta está dividida por
distritos, el Departamento San Martín está en el Distrito Judicial Tartagal -
que sus esposos son gerentes de empresas petroleras multinacionales, y donde la
influencia de estas mismas con otros jueces es muy fuerte. Es decir, ellos (los
jueces) conviven con esos empresarios y la relación que tienen, obviamente, es
mucho más fluida que la relación que pueden tener con un desocupado - al cual sí
lo criminalizan, lo persiguen, lo detienen. De hecho, cuando (Oscar Ruiz, Rubén
Sedan, Carlos Cabral, Hugo Carabajal, Ramón Maldonado, Antonio Vargas, Victor
Chananpa, Rubén Gordiola, Omar Salinas y Daniel Valencia) fueron acusados del
incendio de una oficina petrolera (Tecpetrol) en Gral. Mosconi, los desocupados
estuvieron más de 40 días detenidos sin ninguna prueba (desde el 21 de noviembre
2003). Lo que deja al descubierto la impunidad de la justicia de poder
apropiarse de tu libertad sin ningún elemento que justifique, precisamente, esa
privación.
- ¿Qué posibilidades tienen de que otros medios de Salta tomen las
producciones de Copenoa?
M: Es difícil pero hay algunos medios que se están interesando en la
problemática, hay radios que lo están tomando, fundamentalmente del interior de
la provincia, ante la necesidad de información. Y en Salta capital hay algunos
diarios nuevos, algunos semanarios, que incluyen notas periodísticas de Copenoa,
por ejemplo, el tema ambiental. El año pasado tuvimos mucha repercusión en
cuanto a una investigación que hicimos sobre el asesinato de Aníbal Verón.
Voy a contar una anécdota que sirve para comprender esto que te estoy
explicando, porque a la distancia parece difícil que esté tan restringida la
libertad, de que tú puedas pensar distinto de otra persona. Lamentablemente la
provincia de Salta, por las denuncias que se van radicando, es de visita
obligatoria para organizaciones internacionales de derechos humanos. A
principios de este año una visita que hizo Amnistía Internacional a la ciudad de
Salta dio la posibilidad de que se le mandara partes de prensa a todos los
medios de comunicación.
Un canal por cable que había pautado mandar a un periodista para hacerle la nota
a la gente de Amnistía Internacional y a la doctora Puntano. Le hicieron la nota
pero cuando sale la noticia aparece un diputado del PJ, vinculado a la
Secretaría de Derechos Humanos, hablando de la visita de Amnistía Internacional
- cuando ni siquiera se reunió con ellos - y del avance de los derechos humanos
en la provincia.
Prensa y Difusión del gobierno se encarga de marcar las pautas a todos los
medios de la provincia de Salta. Tú prendes la televisión y vas a ver al
ministro de Salud haciendo una recorrida por tal lugar, después vas a ver al
ministro de la Producción, después al Gobernador... de un informativo con 14
notas si las 14 notas no son del gobierno, en ese número ronda.
- Además del control de la información, contabas que también las expectativas
en general de quienes están en el ámbito de prensa, en muchos casos, no es
justamente participar en proyectos como Copenoa.
M: La única posibilidad de estudiar comunicación social en la provincia de
Salta, en la ciudad de Salta, es ingresar a la Universidad Católica, pagando una
cuota que supera los $250 y con programas de estudio – que entiendo yo – no
avanzan sobre el compromiso de los comunicadores para un proyecto de
comunicación que englobe la crítica, la búsqueda de la verdad, de tratar que
todos tengan voz e inclinar un poquito más para aquellos que son los más
débiles. Y los chicos las posibilidades que tienen, con esos parámetros, es
terminar siendo agenderos de los políticos o Relaciones Institucionales, es
decir, trabajan para las empresas que eran del Estado o en formaciones que hace
el Estado con empresas, mandan a los medios partes de qué es lo que hace esa
empresa.
Esa es la perspectiva, lamentablemente, que tienen los colegas en la provincia
de Salta. Es una perspectiva que algunos dicen que genera un salario y permite
vivir, otros entendemos que se puede vivir dignamente en esta profesión,
fundamentalmente con un compromiso de dar a conocer lo que sucede
cotidianamente.
- Copenoa se nutre con gente que viene laburando en los medios, con gente que
se acerca ahora.
M: Gente que viene trabajando en los medios y gente que nunca tuvo experiencia
en medios, porque trabajamos también con comunidades donde ellos hacen el nexo
de la información. Nosotros por ahí, sin perder lo que es el cuerpo de la
información, le damos tratamiento más periodístico a la información, la
englobamos dentro de la redacción periodística, y de esa manera lo llevamos
adelante.
- ¿En las comunidades y en la UTD qué repercusión tuvo la aparición de este
libro que habla de sus luchas y denuncia las represiones cotidianas?
M: El libro lo vamos a presentar la segunda semana de noviembre, pero conociendo
algunas reacciones por videos que hemos hecho, la gente del interior se
emociona. Se mezclan esas emociones de alegría por luchar, por lo que van
consiguiendo – que siempre es mínimo, pero es esfuerzo y triunfo, en definitiva
– y con la tristeza, ellos siempre te cuentan de ‘las muertes’. Creo que hay
muchos que van a sentir esa mezcla de sentimientos, pero vamos a esperar a ver
qué es lo que pasa cuando ellos también lo vean y lo puedan leer,
fundamentalmente.
Me gustaría comentar que estuvimos en el Astilleros Río Santiago, fue una
experiencia muy linda, conocer lo que era ese enjambre de trabajadores soldando
en cada uno de los talleres y conversar con ellos. Fuimos con Pepe (Pepino
Fernández, de la UTD Mosconi), y cuando lo presentaban había compañeros que lo
conocían. Algunos ojeaban los libros y no podían creer que eso haya sucedido en
la Argentina. Creo que ese es el objetivo, que se pueda ir conociendo, que los
compañeros que trabajan y tienen su realidad puedan ver lo que pasa en otros
lugares, que están tan alejados, también la sufren pero siguen adelante. Porque
era como decirles: "Mirá, acá te presento este librito, esto es lo que cuenta:
la criminalización de la protesta social...", y a su vez, al lado mío, estaba
Pepino Fernández, que es la esperanza de un cambio social en el lugar, que es la
persona a dónde recurren los desocupados de Gral. Mosconi.
* Orden, Represión y Muerte. Diario de la criminalización de la protesta
social en Salta (1995/2005) fue editado por los colectivos Tierra del Sur.